CAPÍTULO 25

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El viaje hacía Cuernavaca había sido más rápido de lo que pensó. Cerró sus ojos y en cuánto los abrió ya estaban en la ciudad.

Joaquín se había encargado de conducir, obligando a Emilio que descansara, por mucho que éste se negó terminó haciendo lo pedido, pues su cuerpo le pedía una salida de escape de la realidad. Bethany también había dormido las casi 3 horas del viaje, ahora, con indicaciones de Emilio, se encontraban en camino hacía la mansión de sus padres, la que alguna vez había sido su casa.

Joaquín iba con los ojos vendados, pues nunca supo de la familia de Emilio hasta esa llamada, no sabía la relación que éstos llevaban, pero de igual manera, no iba a dejar a su pareja sola en éste momento tan horrible.








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Al llegar a la residencia, Joaquín se quedó boquiabierto, pues ésta era enorme, ¿Sólo para 2 personas? Dejó de pensar en eso, pues no era de su incumbencia lo que hacían ó no con su vida.

Condujo el sendero hacía la edificación y allí se encontraba un hombre esperando fuera, con un traje.

Al bajar, Joaquín se encargó de tomar a Bethany, mientras Emilio sacaba las maletas de la cajuela.

- Señor Emilio, un gusto volver a verlo. - habló el hombre allí.

- Hola, Leonard, el gusto es mío.. - saludó con una mueca que simulaba una sonrisa. - él es mí novio, Joaquín Bondoni. - lo tomó de la cintura. - y ésta preciosidad es Bethany.

El rubio de ojos grisáceos hizo una pequeña reverencia con su cabeza hacía los nuevos integrantes de la familia del hijo de su jefe. - un gusto conocerlos, aunque lamento que tenga que ser de éste modo.

- Supongo que nos verás seguido por aquí, leo. - dijo Emilio.

- Espero que así sea, permítame guardar su auto en el garaje.

- Gracias, Leonard.

El nombrado asintió para luego recibir las llaves que Joaquín le entregó.

Entraron a la casa y fueron recibidos por la ama de llaves.

- Oh, mí pequeño Lewis. - abrazó al rizado y éste por fin sonrió.

- Hola, Blanquita, ¿Cómo haz estado?

- Pues he estado cómo puedo, ya sabes, las cosas han estado duras por aquí, pero contigo de vuelta serán mejores. ¿Quiénes son éstas dos dulzuras? - preguntó observando a la compañía detrás del oji-café.

- Él es Joaquín, es mí novio, nana.

- Owww, pero si es precioso, un gusto, cariño. - le sonrió abrazando al mencionado.

- Lo mismo digo, señora. - saludó algo sonrojado el castaño.

- Ella es Bethany. - presentó a la pequeña, quién se escondía en el cuello del castaño

Bajo El Mismo Techo // Adaptación EmiliacoWo Geschichten leben. Entdecke jetzt