"Entre el Crepúsculo y la Oscuridad"

Los hermanos Cullen

Valentina seguía en la mansión cullen, donde el ambiente era una mezcla de tranquilidad y energía. Mientras paseaba por las afueras de la casa, se topó con Jasper y Emmett, quienes estaban inmersos en una partida de ajedrez vampírico.

"¡Hola, Valentina!" saludó Emmett con entusiasmo, moviendo una de las piezas en el tablero con una sonrisa traviesa.

Valentina sonrió y se acercó al tablero, observando el juego con interés. "Parece que están en medio de una partida intensa."

Jasper levantó la vista hacia ella y asintió con una sonrisa serena. "Sí, es una forma de pasar el tiempo y mantener nuestras mentes ocupadas."

Emmett miró a Valentina con una ceja alzada. "¿Te gustaría unirte? Podríamos hacerlo más interesante."

Valentina rió suavemente. "Aprecio la invitación, pero creo que estaría en desventaja. Nunca he sido muy buena en ajedrez."

Jasper soltó una risa. "No te preocupes, Valentina. Todos aprendimos en algún momento. Si alguna vez quieres jugar, estaré encantado de enseñarte."

Emmett asintió, su expresión amigable. "Y si cambias de opinión sobre hacerlo más interesante, solo háznoslo saber."

Valentina se sintió cómoda en su presencia y apreciaba la amabilidad de los hermanos de Edward. "Gracias, chicos. Aprecio la oferta."

Edward se acercó en ese momento, su mirada dorada fija en Valentina con un brillo de cariño. "¿Cómo van las cosas aquí?"

Jasper y Emmett intercambiaron miradas significativas antes de sonreír. "Todo tranquilo, hermano. Estábamos jugando una partida de ajedrez mientras esperábamos."

Edward asintió y luego se volvió hacia Valentina. "Es bueno verte disfrutar de la compañía de mi familia."

Valentina sonrió y tomó su mano. "Tu familia siempre me ha hecho sentir bienvenida y parte de este lugar."

🧛

Después de que Valentina jugará un poco más con los chicos fua buscar a Alice y Rosalie empezo a buscar primero en el jardín.

Valentina caminaba por los jardines de la mansión Cullen cuando se encontró con Alice y Rosalie, que estaban ocupadas arreglando un hermoso jardín de rosas.

"¡Hola, Valentina!" saludó Alice con su característica energía, su mirada brillante mientras sostenía un ramo de rosas.

Valentina sonrió y se acercó a ellas. "Hola, chicas. Parece que están ocupadas aquí."

Rosalie levantó la vista y sonrió con elegancia. "Sí, tratamos de mantener este jardín en perfecto estado. Las rosas son una de las pasiones de Alice."

Alice rió y le guiñó un ojo a Valentina. "Oh, sí. Son como mis pequeñas visiones de belleza en la tierra."

Valentina observó las flores con admiración. "Realmente son hermosas. Me imagino que cuidar de este jardín es una tarea gratificante."

Rosalie asintió mientras ajustaba una de las rosas. "Lo es. Nos da un lugar para relajarnos y conectarnos con la naturaleza."

Edward después de un rato se acercó a las chicas, su mirada dorada fija en Valentina con una sonrisa. "Espero que no les esté causando demasiados problemas, chicas."

Alice se rió y le dio un codazo a Edward. "Oh, no te preocupes, Edward. Valentina nos está manteniendo entretenidas."

Edward sonrió y le ofreció la mano a Valentina. "Me alegra que te lleves bien."

Valentina tomó su mano con gratitud. "Ellas son adorables. Me hacen sentir parte de esta familia."

Alice lanzó una mirada significativa a Rosalie, quienes compartieron una sonrisa antes de centrar su atención en Valentina y Edward. "Bueno, ¿por qué no nos unimos a nosotras y cuidamos algunas de estas rosas?"

Valentina aceptó con gusto la invitación y se unió a Alice y Rosalie en el cuidado de las rosas. Mientras trabajaban juntas, compartieron risas y conversaciones animadas, creando un ambiente de camaradería y calidez.

En medio de los colores vibrantes de las flores y la compañía del clan Valentina y Edward encontraron otro recordatorio de la riqueza de su relación y cómo su amor estaba tejido en el tejido de la familia Cullen.

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