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El sol se estaba oculto en el horizonte, el cielo estaba de ese color anaranjado y amarillo que indicaba que muy pronto caería la noche.

Los animales se escondían o buscaban un refugio para pasar la noche.

Dándole paso a lo animales nocturnos, que poco a poco empezaron aparecer, tanto como animales inofensivo como agresivos y llenos de sed de sangre.

Como los lobos, los cuales aparecían más de noche, para rondar la aldea y podré robar alguna cabra o oveja de los granjeros.

Todo para saciar su hambre.

Una pelirosa se encontraba terminando de revisar a su último paciente del día.

Pues había tenido un día muy trabajoso por ser la única doctora en esa pequeña aldea. Sakura se mudó a ese pequeño pueblo luego de que sus padres murieran, tras la guerra que una vez se llevó acabo contra los dragones.

Cosa que le pareció horrible, ya que las personas que iniciaron esa guerra solo querían robarle los territorios a esos dragones, quien solo vivían en paz.

Se dice que solo quedaron dos dragones sobrevivientes, quienes atormentaban algunas aldea, como venganza por haber acabado con sus familias.

- listo pequeño, trata de tener cuidado la próxima vez- dijo Sakura una vez terminó de curar la herida que se hizo el niño.

- muchas gracias Sakura- agradeció la madre del pequeño, sacando una bolsa de dinero- no es mucho, pero al menos espero que la ayude.

- no es necesario señora Alis- negó la pelirosa- sabe que lo haría con mucho gusto.

- insisto, usted hace mucho por este pueblo tan pobre, merece tener algo para que pueda comprar sus alimentos- insistió la pelirroja entregándole la bolsa de dinero a la pelirosa.

Si bien, la aldea era pequeña y últimamente estaban sufriendo por falta de alimento, cosas que causaba que los vendedores aumentarán los precios de los alimentos.

Sakura se prometió así misma que ayudaría a las personas, con sus enfermedades o heridas no tan graves sin cobrar, pues preferiría que se los gastaran en comprará provisiones para poder soportar el duro invierno, que no estaba a nada de llegar.

Pues los días pasaban muy rápido.

- muchas gracias- murmuró la chica mirando con una sonrisa la bolsita en su mano.

- todo por nuestra mejor doctora- halago la pelirroja haciendo sonrojar a la chica.

- si,muchas gracias Sakura- apoyo el pequeño, dedicándole una sonrisa cálida a la chica.

- bien nosotros tenemos cosas que hacer, hasta luego Sakura.

- hasta luego- se despidio ella mirando como sus últimos clientes salían.

La Haruno soltó suspiro, pues estaba  cansada por todo el trabajo que hizo en el día.

Una vez que cerrara el lugar, empezó a caminar de regreso a casa, para poder descansar. Algunas personas que todavía caminaban por las calles de la aldea se le quedaban viendo algunas chicas con envidia y los chicos embobados.

Sakura no era muy querida por algunas personas, la razón era por su extraño color de cabello.

Las chicas jóvenes de la aldea la envidiaba por que tenía casi a todos los aldeanos locos por ella.

Pero había uno que destacaba más entre ellos.

Sasori.

El hijo del jefe de los cazadores, un joven bastante atractivo el cual tenía a más de una jovencita atrás de el.

Mi dulce Dragón 🐉 🐍 (Sasusaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora