sangre de dragón

¿Nos quedaremos?

-El maestre ya dijo que estaré bien, no tienes de que preocuparte-le dije a mamá para que ya me dejara en paz.

-Tenemos que regresar a Rocadragón-dijo mamá mientras jugaba con los anillos de sus manos.

-No, no tenemos que regresar-dije seriamente.

-¿Por qué?- pregunto Daemon.

-No quiero dejar Desembarco del rey en manos de los Hightower-repondi obvia.- ¿o acaso tu crees que Otto no a hecho de las suyas ahora que Alicent representa al rey en el consejo?

-No me quedaré aquí después de lo de esta anoche-dijo mamá.

-No, no, ella tiene razón-contesto Daemon.

-¿Y de que sirve que este aquí?- pregunto mamá.

-Puedes tomar tu puesto como heredera en la corte y impedir que los Hightower hagan lo que quieran- conteste levantándome de la silla.

-Esta bien, nos quedaremos en Desembarco del rey-dijo mamá dándose por vencida.

Daemon y yo nos dirigimos miradas cómplices.

-Buenas noches-dije y salí de sus aposentos.

Me dirigí a paso rápido a mis aposentos.

Abrí la puerta y me senté en el sillón frente a mi cama y puse mi mano en mi cien.

Vaya día de mierda.

-Puedo pasar-dijo una voz desde el otro lado de la puerta.

-¿Quien es?-pregunté enderezandome en la silla y quitando mi mano de mi cara.

-Soy Aemond.

Me quedé helada, ¿qué demonios hace aquí?.

-Pasa.

Aemond abrió la puerta y se acercó a mí.

-¿Puedo?-pregunto señalando el sillón frente al mío.

Asentí con la cabeza y Aemond tomo asiento.

-¿Qué quieres?-pregunté secamente.

-Pedirte perdón, por lo de esta noche... por todo en realidad-contesto bajando la mirada.

-Te comportaste como un idiota, Aemond.

-¿yo?-pregunto viéndome a la cara.- tus hermanos empezaron, primero Jacaerys con su estúpido discurso y después Lucerys con lo del cerdo.

-Solo fueron cosas tontas, tú reaccionaste mal-respondi intentando defender a mis hermanos.

-Asi que la culpa es mía ¿no?- dijo riendo sarcásticamente.

-No... no toda.

-No te entiendo Daenerys, vengo a disculparme contigo y asi me respondes.

Frunci el ceño y Aemond se levantó del sillon dirigiéndose a la puerta.

-¿Ya te vas?-pregunté haciendo que se detuviera.

-Si- contesto sin más.

No puedes dejar que se vaya Daenerys, tienes que arreglar las cosas con el.

-¿Puedes quedarte?

Aemond me volteo a ver algo desconcertado.

-Si me quedo contigo se vería mal y empezaria a haber rumores.

-Cuando éramos niños te quedabas toda la noche conmigo.

-Pero ya no somos niños- dijo serio.- Buenas noches.

Aemond salió de mis aposentos dejándome con la palabra en la boca.

Me levante del sillon y me fui a poner mi bata para acostarme a dormir.