Chaprter-2 - Ir del paraíso al infierno.

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Naruto disfrutó la ingenua felicidad de un niño por primera vez, olvidando por un momento que era una forma de otro planeta, considerado un dios por los humanos.

En ese hospital naruto conoció gente maravillosa y aprendió mientras recuperaba algo de su humanidad una vez perdida compartiendo momentos felices durante su estadía, pero todo lo bueno dura poco y esta historia no es una historia feliz.

Después de un mes de ardua recuperación en el sombrío hospital de Nueva York, Naruto finalmente se enfrentaba a una nueva encrucijada en su viaje.

  Su cuerpo aún mostraba las huellas de la batalla anterior, las marcas visibles e invisibles de su lucha contra el cruel destino.  Mientras empacaba sus escasas pertenencias, la sensación de marcharse lo envolvía como una niebla densa y melancólica, los pálidos rayos del sol penetraban a través de las cortinas entreabiertas, arrojando una luz tenue sobre el escenario.

Fue entonces cuando Jollyne, una figura misteriosa y siniestra, hizo su entrada.

Su sonrisa parecía fuera de lugar en medio de la atmósfera cargada, una máscara de bienvenida que no lograba ocultar los oscuros secretos que acechaban detrás de sus agudos ojos "¿Naruto, supongo?"  dijo Jollyne, su voz resonando en la habitación en un susurro siniestro.

Naruto la miró con cautela, un oscuro presentimiento se extendió por su mente.

Sabía que algo andaba mal, pero los documentos de adopción eran irrefutables y lo vinculaban a esta mujer y a un destino desconocido.

Su decisión de no usar sus poderes fue firme, un ancla que lo mantuvo conectado con la humanidad.

"Sí, soy yo", respondió, su voz firme pero su expresión cautelosa.

Jollyne dejó escapar una sonrisa que era más como una mueca traviesa.

"Genial, entonces estamos listos para irnos. Estoy seguro de que encajarás perfectamente en nuestro orfanato."

Mientras caminaban por las calles silenciosas de la ciudad, Naruto miró por la ventana, sus ojos azules reflejaban la miríada de poderes que impregnaban el mundo que lo rodeaba. La gente seguía con sus vidas, sus dones moldeaban y distorsionaban la realidad, cada uno buscando el suyo propio. propio propósito en un mundo tan desolado. "El orfanato es un lugar especial", comenzó a decir Jollyne, su dulce voz contrastaba con su intimidante presencia. "Allí, todos tienen sus propias peculiaridades.  Poderes únicos que los definen".

Naruto sintió un escalofrío recorrer su espalda, un oscuro presentimiento de que lo que le esperaba no era tan simple como parecía.

Comprendió que no todos los poderes eran benignos y que un orfanato lleno de niños con dones especiales podía ser un crisol de peligros imprevistos.

El orfanato se cernía ante Naruto como un edificio oscuro e imponente, una fortaleza de misterios y secretos.  Sus ojos escanearon las paredes gastadas y las ventanas polvorientas mientras se preguntaba sobre los destinos que le esperaban dentro de esas paredes.  Jollyne estaba a su lado, con una sonrisa astuta jugando en sus labios.

"Este es tu nuevo hogar, Naruto", dijo Jollyne, su voz suave pero con un toque de cinismo.

Cuando entraron al orfanato, Naruto sintió un escalofrío recorrer su espalda.  El ambiente se sentía cargado con una energía pesada y opresiva, como si cada pared guardara oscuros secretos.  Los niños corrían por los pasillos, algunos riéndose, otros mirándolo con curiosidad.  Pero había algo extraño en el aire, una tensión invisible que le revolvía el estómago.

A medida que pasaban los días, Naruto comenzó a comprender la verdad detrás de las fachadas.  El orfanato era un lugar donde las líneas entre el bien y el mal se confundían en una maraña peligrosa.  Oficiales corruptos usaban el lugar como escondite para sus actividades ilegales, mientras los niños, algunos superdotados y otros no, eran víctimas de un ciclo interminable de abuso y explotación.

❌Naruto: Un nuevo comienzo gratificante. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora