Mientras caminaba hacia un hotel sacó su teléfono y lo desbloqueó. Al ver la pantalla, su corazón dio un vuelco. Había varias llamadas perdidas de Naruto y su hermano Itachi, junto con mensajes sin respuesta. Sasuke sintió un nudo en la garganta mientras se daba cuenta de la magnitud de su error.

Con manos temblorosas, abrió el chat con Naruto y comenzó a leer los mensajes que habían intercambiado. Las palabras cariñosas y preocupadas de Naruto se sentían como un golpe directo a su corazón. La idea de haber causado preocupación y angustia en Naruto lo llenó de una tristeza abrumadora.

"Hola, Sasuke. ¿Dónde estás? Te he llamado varias veces y no has respondido. Espero que estés bien."

"Sasuke, ¿estás ahí? Estoy empezando a preocuparme de verdad. Por favor, dime que estás bien."

"¡Contéstame, por favor! Estoy a punto de llamar a la policia si no respondes en los próximos minutos."

Sasuke sintió una punzada en el pecho al leer cada uno de esos mensajes. Sabía cuánto le importaba a Naruto y lo mucho que lo amaba. Era evidente en cada palabra que había escrito y en la urgencia de sus llamadas. Sasuke se odiaba a sí mismo por haber causado este dolor a la persona que más amaba en el mundo.

También había mensajes y llamadas de su hermano, Itachi, quien también había intentado comunicarse con él. Sasuke se sintió abrumado por la sensación de haber dejado a todos preocupados y decepcionados.

Tomó una respiración profunda y decidió enfrentar la situación. Marcó el número de Naruto y esperó mientras el teléfono sonaba en la otra línea. Cuando finalmente Naruto contestó, su voz estaba llena de alivio y preocupación.

"¡Teme!, ¿estás bien? ¿Dónde has estado? Te he estado buscando por todas partes."

Sasuke sintió un nudo en la garganta, luchando por encontrar las palabras adecuadas—. Naruto, lo siento... estoy en un hotel...

El alivio en la voz de Naruto era palpable-. "Dios mío, Sasuke. Estaba tan preocupado, te buscamos por todos lados. Sí, ¡Itachi, es Sasuke! Iremos a buscarte, ¿Sí? Mandame la dirección"

Sasuke asintió, sintiendo una mezcla de gratitud y dolor en su interior—. Está bien.

Sasuke colgó el teléfono, sintiendo un nudo en su garganta. El peso de su error lo apretaba, y el miedo de enfrentar las consecuencias de sus acciones lo paralizaba. Sabía que tenía que enfrentar la verdad, tenía que contarle a Naruto sobre lo que había sucedido, pero el temor a la decepción y el dolor en los ojos de Naruto lo atormentaba.

Se dejó caer en el borde de la cama, apoyando la cabeza en sus manos. Cerró los ojos con fuerza, tratando de encontrar la fuerza para enfrentar la verdad y lidiar con las consecuencias. Su mente se llenó de pensamientos oscuros y autocríticos, y cada latido de su corazón era una dolorosa recordatorio de su error.

El sonido de la puerta del hotel abriéndose lo sacó de sus pensamientos. Naruto entró en la habitación, su expresión una mezcla de alivio y preocupación—. Sasuke, ¿estás bien?

Sasuke levantó la mirada hacia el rubio, sintiendo un nudo en la garganta una vez más. Los ojos de Naruto estaban llenos de preocupación y alivio, y eso solo aumentaba el peso de la culpa en el pecho de Sasuke—. Naruto...

Antes de que pudiera decir algo, fue apresado por Naruto. Los brazos del rubio se envolvieron alrededor de él en un abrazo apretado, y Sasuke sintió cómo su corazón se apretaba aún más en su pecho—. ¡Teme! ¿Por qué no me esperaste? Sabes lo preocupados que estábamos, ni siquiera podías responder las llamadas, y solo vimos cómo saliste del lugar, solo, por las cámaras.

Sasuke cerró los ojos, sintiendo cómo la voz de Naruto lo envolvía en una mezcla de consuelo y regaño. Las palabras de Naruto lo hicieron darse cuenta aún más del dolor que había causado con su ausencia y su silencio—. Lo siento.

Naruto lo apartó ligeramente y lo miró a los ojos, sus ojos azules buscando respuestas en los de Sasuke—. Está bien, tienes que darte un baño, hueles fuerte a sake...

La ternura en la voz de Naruto solo aumentó el nudo en la garganta de Sasuke. Sabía que tenía que hablar, que tenía que enfrentar la verdad, pero la idea seguía llenándolo de temor y angustia—. No... Dobe, lo siento...

Naruto negó suavemente, acercándose más a Sasuke y posando una mano en su mejilla—. Tranquilo, ya luego me pagas todo lo que lloré por tu desaparición.

Las palabras de Naruto resonaron en el pecho de Sasuke, haciéndole sentir que la verdad estaba a punto de explotar de él. Miró a los ojos de Naruto, viendo el amor y la preocupación en ellos, podía notar el rojo bajo sus ojos. Sabía que no podía seguir ocultándolo, que tenía que ser honesto con Naruto, sin importar cuán doloroso fuera.

El corazón de Sasuke latía con fuerza mientras se preparaba para enfrentar las consecuencias de sus acciones. Sabía que esta conversación cambiaría todo, que tendría que lidiar con la decepción y el dolor en los ojos de Naruto.

—¿Hermanito? ¿Estás mejor?

Ambos giraron la cabeza y vieron a Itachi en la entrada de la habitación, su expresión una mezcla de preocupación y curiosidad. Sasuke sintió un torbellino de emociones mientras miraba a su hermano mayor, sintiendo la urgencia de enfrentar la verdad y al mismo tiempo la incapacidad de hacerlo en ese momento.

—Creo que sigue borracho no le hagas mucho caso, Ita-nii, nada que un poco de ramen no solucione.

Itachi solo negó, y señaló hacia fuera—. Vamos, entonces, invito esta vez.

Naruto rió, en lo que Sasuke se colocaba de pie junto a ellos, y salían de allí. ¿Como afrontaba eso?

Durante el almuerzo, la conversación giró en torno a anécdotas y risas, como si nada hubiera pasado. Naruto estaba allí, sonriendo y bromeando, y Sasuke luchaba por mantener una fachada de normalidad mientras su mente seguía atrapada en los pensamientos de la conversación que debía tener.

Después de que la comida terminara y se separaron de Itachi, Naruto le tomó suavemente la mano a Sasuke, su mirada cargada de cariño y preocupación.

—Sasuke, ¿estás bien? —preguntó Naruto en voz baja.

Sasuke sintió el nudo en su garganta, sabiendo que no podía retrasarlo más. Miró a los ojos de Naruto, encontrando el amor y la confianza que compartían.

—Sí... solo, estoy cansado.

Sí, era un cobarde.

Un Idiota Enamorado; SasuNaruWhere stories live. Discover now