Como las parejas normales

Magsimula sa umpisa
                                    

Becky sintió toda la felicidad de Freen, por lo que sonrió también.

La mayor miro a Becky con gratitud, besó sus labios con cariño, y luego bajó sus manos hacia el abdomen de la omega, imaginando una enorme y adorable barriga que dentro de unos meses sería realidad.

Ambas sintieron el miedo de la omega descender.

-Yo ... No sé si seré una buena madre- murmuró Becky.

-Lo serás- Freen habló con seguridad-.  Tampoco voy a dejarte sola, Becky, es nuestro. Todo lo que no sepas hacer, te ayudaré.

La omega sonrió, mirando sus palillos para revolver su comida.

-Pero pensemos en ser madres luego, ahora come- habló Freen con suavidad-.  Parece que tienes menos cachetes de la última vez que te vi... En la vida real. 

Becky terminó de pasar un bocado y sonrió de lado.

-Al menos mi trasero sigue ahí- habló, de forma pícara.

Vio las mejillas de Freen ruborizarse, y Becky soltó una sonora carcajada.

-Freen Sarocha, ¿Estás pensando en mi culo? - dijo, sintiendo una leve excitación que sabía que era de Freen.

-Si mencionas tu trasero, ¿Cómo no quieres que piense en eso? - la mayor habló con rapidez, sintiéndose algo nerviosa.

Ella había extrañado a Becky y quería llenarla de amor y mimos antes de pensar en tener relaciones, pero parecía que la omega era mucho menos inocente que ella.

Continuaron molestándose entre ellas un rato, todo para completa diversión de Becky, y todo fue risas hasta que escucharon el disturbio abajo, cuando ambas se callaron, mirando hacia la puerta.

Gritos inentendibles, lo que parecían ser cosas rompiéndose y la única frase que pudo rescatar: "¿Cómo te atreves a no marcar a Armstrong?".

Bcky se tensó, reconociendo la voz de aquella mujer, Freen la miró con preocupación, sintiendo el miedo de la omega.

La loba de Becky lloriqueó por dentro, ambas la escucharon en su interior. 

Freen la acercó a ella, rodeando sus hombros con un brazo, mientras la omega escondía su rostro en el cuello de su alfa, calmándose con su aroma.

La puerta del cuarto se abrió de golpe, Freen gruñó cuando el olor a naranja y canela de aquella mujer alfa invadió el espacio, el lugar donde tenían el nido sólo para ellas dos.

-¿Cómo te atreves a unirte a Becky? - su voz sonó en un murmullo, sus piernas no la dejaron avanzar, quedándose a apenas un paso de la puerta, Freen supo que el lobo de aquella alfa se sintió intimidado-.  ¿Quién mierda eres? - la mujer sonaba ofendida, aunque su tono de voz era débil. 

-Soy su alfa- Freen no se molestó en contener su voz, sintió a Becky tener seguridad ante esa contestación.

La mujer abrió su boca pero no tuvo palabras, Freen notó sus manos temblar, lo que hizo que le diera una sonrisa ladina. 

-Vete.

La mujer no pudo estar mucho más en esa habitación, volteándose para salir y cerrar la puerta.

Se volvieron a escuchar murmullos, aunque no violentos como los de hacía un momento, y no duraron más de dos minutos antes de que se escuchara la puerta de la entrada cerrar con fuerza y ​​aquella mansión volvió a su silencio. 

Escuchó a Becky reír un poco, acomodando una mejilla sobre el hombro de Freen, cómoda.

-Era mí madrastra- dijo.

-Qué agradable suegra- dijo Freen con ironía.

-Me hará la vida imposible- murmuró Becky.

-Vivirás conmigo, y no la dejaré entrar a mí casa. No la visitaremos ni en las fiestas. 

Becky rio un poco.

-Aunque tengo a mi abuelita de mí lado- habló la omega-. Siempre podemos contar con ella.

-Hablas mucho de tu abuelita- comentó Freen-. ¿Cuándo la conoceré? - Freen bajó el rostro, mirando a Becky, tan cerca que sus narices se tocaban.

-¿Presentártela como cuando las parejas normales se presentan a sus padres? - Becky sonrió un poco-. Por mí, iría ahora mismo, pero no sé cómo, o si puedo irme. 

-Heng tiene auto. Puedo pedirle que nos lleve con ella.

Becky sólo asintió.

-Y nadie te dirá si quedarte o no, salvo yo - añadió Freen, dejó un rápido beso en los esponjosos labios de su omega-. ¿Cómo te sientes?

Becky rio un poco.

-¿Vas a ser mi médico? - Becky separó su mejilla del hombro de Freen, se acercó un poco más a su rostro.

-Me importas, Becky, y sé que ambas estuvimos mal... Yo me siento bien, incluso mejor que antes, pero quiero saber si tú...-

Becky soltó una carcajada, Freen la miró con el ceño algo fruncido, no sabía qué le daba  tanta gracia a la omega.

La vio tomar la mesa de cama, dejándola en el suelo, antes de voltearse hacia ella. 

Vio a Becky pasar una pierna sobre su regazo, flexionando ambas a sus costados, su corazón se aceleró, el de Becky también.

Vio la sonrisa seductora de la omega, cada uno sintió la de la otra, el repentino nerviosismo de Freen y la calentura de Becky.

Apoyó sus labios sobre la piel del cuello de la mayor, dejando un beso, Freen recordó cómo Becky empezaba sus encuentros sexuales con ese gesto, y la sensación subir con más besos, al mismo tiempo que su pantalón comenzaba a apretarle.

Becky besó bajo la mandíbula de Freen, el punto que a ella más le gustaba de su cuello, la mayor sonrió, sintió a la omega alzar su trasero un poco, para presionar su intimidad contra el bulto de la mayor, la fricción las hizo jadear  a ambas.

Becky terminó besando los labios de Freen con todo el deseo que había retenido, ninguna se contuvo, recorriendo la boca de la otra, saboreando sus labios, separándose, dejando un hilo de saliva entre ellas.

Becky, ahora tan ruborizada y con los labios hinchados como Freen, volvió a sonreír de lado.

Becky, ahora tan ruborizada y con los labios hinchados como Freen, volvió a sonreír de lado

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DELTA || FreenbeckyTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon