040. 🔞

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Después de que Kurapika prácticamente le exigiera que se acueste a su lado y le de atención, Chrollo pasó un buen tiempo besándolo, probando lo que más lo excitaba hasta que se convirtió en un desastre retorciéndose y sin aliento debajo de él.

Se separa unas pulgadas para llevar sus manos a la ropa interior del rubio, pidiendo un permiso silencioso que, obviamente, le concede.

Completamente desnudo debajo de su novio, Kurapika comienza a sentirse algo cohibido al notar que el mayor aún está vestido con el pantalón suelto de su pijama, por lo que se levanta para quitárselo, jugando un poco con el elástico de la tela antes de deslizarlos hacia abajo, rozando intencionalmente el pene duro de Chrollo ya que no lleva ropa interior a propósito y eso facilita las cosas.

Justo cuando el mayor estuvo a punto de ceñirse sobre él otra vez, lo detiene.

"Dejame estar arriba" dice casi sonando como un susurro en medio de ambos. "Me gusta así"

Chrollo no puede negarse ante eso, así que cambian la posición. Se recuesta en el montón de almohadas en el respaldo de la cama y Kurapika no pierde el tiempo de subirse a horcajadas en su cuerpo, inclinándose hacia adelante hasta que sus mechones de oro son una cortina alrededor de sus rostros, separados sólo por el péndulo rojo oscilante del arete en su oreja izquierda.

El menor se estira hasta alcanzar la botella de lubricante y el condón que apartaron hace rato y poniéndolos al costado del cuerpo más grande para dejarlos a mano.

Baja a besarlo enseguida, pasando sus manos por todo el abdomen ajeno perfectamente tonificado y el aire entre ellos está demasiado caliente cuando envuelve el pene de Chrollo con una de sus manos, delineando el grosor de cada vena con los dedos antes de tomarlo con el puño y masturbarlo.

El pelinegro se separa del beso y él sólo alcanza a esconder la cara en su cuello mientras continúa atendiendo el pene de su novio. Escucha la botella de lubricante abrirse y el sonido viscoso de Chrollo colocando una cantidad generosa en sus dedos.

Casi se estremece al sentir la tibieza mojada en esa zona de su cuerpo, mas se relaja enseguida por las caricias en la curva de su cintura. El primer dedo no duele, se desliza fácilmente gracias al lubricante y la estimulación previa. Quizá se sentiría avergonzado, pero no puede sentirse más que halagado por la risita jadeante que Chrollo largó con voz gruesa, encantado por la vista.

Siente un segundo dedo resbaladizo tantear su entrada antes de unirse y deja escapar un gemido agudo. No duele aunque sea algo incómodo al principio, todo lo contrario, Chrollo lo hace tan lento y paciente que es agonizante pero ayuda mucho a estirarlo. Los siente rotar, entrar y salir unas cuantas veces, estimulando en los puntos correctos antes de girar directamente hacia su próstata. El placer hizo que su cerebro tuviera un cortocircuito, las palabras de repente se le escaparon.

"Te amo" dijo y todo movimiento en la habitación se detuvo.

Oh. ¿Es la primera vez que lo dice? No lo sabe, pero lo siente como la primera vez.

Observa los orbes negros sorprendidos, esperando una respuesta que no sabe si obtendrá. Y el sorprendido termina siendo él sentir los intrusos dentro suyo torcerse repetidamente contra ese punto.

"Decilo otra vez"

"Yo-" susurró Kurapika. "Te amo"

El deseo en los ojos negros se encendió y tomó sus labios, buscando su lengua como si quisiera alabarlo, agradecerlo y adorarlo. Sus dedos se movieron en sincronía mientras se balanceaba contra él.

"Otra vez" su voz sonó áspera y exigente.

La respiración ya entrecortada volvió peor cada vez que esos dedos rozaban su manojo de nervios.

(no tan) anónimo || AU kurokura (tw)Where stories live. Discover now