Capítulo 39

Mulai dari awal
                                    

— No quiero verte. —  le golpee en el pecho con todas mis fuerzas, lo hice a un lado, quise salir corriendo de ahí, pero él me detuvo, otra vez me tomó del brazo a la fuerza, a pesar de que le pegué para que me dejara en libertad, este no lo hizo. — ¡Déjame ir!

— No, no hasta que te relajes.  — Él puso toda su fuerza en mí, y por su culpa me sentí asfixiada, solo quería salir de ahí, librarme de él. Le pegué en el brazo lastimado y solo así pudo soltarme.

Alexandré me soltó, se retorcía de dolor y se tocaba el brazo, iba a salir corriendo, pero cometí el error de mirar atrás, gotas de sangre caían, su cara expresaba mucho dolor, y luego me arrepentí inmediatamente de haberle pegado en su brazo lastimado.

— Lo siento Alexandré...

— Está bien, está bien... — tuve dudas de acercarme a él para ayudarle, pero al final me decidí. Él se apoyó en mí, lo guíe hasta el baño más cercano, luego fui corriendo por el botiquín de primeros auxilios.

Le ayudé a quitarse el cabestrillo, y luego me dedique a inspeccionar su herida.

— Me pegaste justo en la herida mon amour.

Este tiene una herida de larga longitud, con suturas, supongo ser trabajo de algún cirujano o algo así. No creí que la herida en el brazo fuese tan grave hasta que la revisé.

— ¿Qué te pasó en el brazo?

— No recuerdo muy bien, pero algo filoso se clavó en mi antebrazo, y tuve que ir a cirugía, unas suturas y como nuevo, pero dejará cicatriz.

No pude evitar sentirme culpable, ¿Cómo pude ser tan egoísta? Mi esposo tuvo un accidente y estuvo en el hospital, mientras yo me había creado escenarios en mi cabeza de que me estaba engañando, ¿cómo puedo ser tan insegura?, me siento tan avergonzada de mí misma.

— Perdóname Alexandré, no debí pegarte, lo siento. — tal vez por las tantas emociones que cargaba encima, pero no dejaba de llorar como un bebé. — Llamaré a emergencias, tampoco puedo ayudarte con esto, No sé cómo hacer esto.

— Tranquila mon amour, no me gusta verte llorar. Estaré bien, no es para tanto ¿de acuerdo? — esta noche fue horrible, de las peleas más fuertes que hemos tenido hasta el momento, no creo poder olvidar esto nunca. Al final, terminé llorando en el pecho de mi esposo, lloraba por muchas cosas, tantas emociones al mismo tiempo, tantas peleas, y el dolor sigue ahí. Hay algo mucho más grande que trata de esconder. No obtener ninguna respuesta de Alexandré por tanto tiempo me hizo sentir abandonada. Traté con todas mis fuerzas de ignorar ese sentimiento, pero me dolía, sentí que él me había abandonado, que se había desecho de mí, fue terrible sentirme así, fue como volver a ser niña y recordar ese sentimiento que me acompañó toda mi infancia.

Alexandré significaba para mí mucho más que un esposo, creí haberlo perdido, y aunque por el tiempo que no estuvo me mantuve fuerte, ignorando ese sentimiento, y tratar de seguir adelante como siempre he hecho, al volver a verlo, sentí alivio en mi corazón, porque él volvió a mí, y es todo lo que me importa.

— Nunca más vuelvas hacerme esto Alexandré, nunca.

— ¿De verdad tiraste las flores y la carta que te envíe?

—No, solo tiré las flores, estaba muy enojada contigo, pero la carta, esa la guardé para mí.

— Salomé, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo. Prometo ahorrarte este tipo de angustias, lo prometo.

Escuchar aquella promesa me hizo sentir mejor, pero es lo que es, una promesa, al final, una promesa no significa nada para mí, las  acciones valen más que una promesa.

Otra vez mentí, deseché la carta al igual que las flores. A estas alturas de mi vida, unas flores no significan nada para mi, estoy acostumbrada a recibirlas, para mí una carta impresa con el tipo de letra Times New Roman carece de valor y esfuerzo. Lo escrito en aquella carta era tan banal, ficticio y desechable que un ramo de rosas.

" Eres mi mundo entero Salomé, te extraño demasiado. En las noches imagino que me abrazas y sueño con tus caricias, extraño el olor de tu perfume y la suavidad de tu piel. Me estoy volviendo loco sin ti, tu eres mi fuerza, mi salvación. si hoy es mi último día con vida quiero que lo sepas, eres mi único amor. Si dejo de existir en este instante solo me arrepiento de una cosa, de no haber pasado suficiente tiempo contigo, aunque pensándolo bien, mi tiempo contigo nunca será suficiente, siempre voy a querer más y más de ti, quiero consumirte por completo, quisiera entrar en tu piel y sentir todo lo que tu sientes, quisiera ver el mundo a través de tu ojos para poder comprenderte y hacerte feliz, es todo lo que quiero, que seamos felices por siempre, Tú, nuestros futuros hijos y yo, Je t'aime." — tuyo hasta el final de mi vida, Alexandré Belmont.

The million dollar manTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang