D I E S I C I E T E

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—¡ESTAS SON LAS MAÑANI! ...

— callate evan.

Mi mejor amigo me miró con cara de: no te diré más nada en toda tu asquerosa vida.

Estábamos en mi cuarto acabo de ser despertado por los gritos de loca de nicholas.

Mi padre  entra a la habitación  con una cajita de color negro y un lazo azul eléctrico 

— feliz cumpleaños hijo — me extendió la pequeña caja y yo la tomé la abrí y un  pequeño llavero que vi  durante toda mi vida era una guitarra eléctrica.

Es el llavero de mamá.

— se que no es la gran cosa pero...

— me encanta papá — le digo con una sonrisa y el me devuelve la sonrisa.

— bien hijo ahora muévete que vas tarde.

Y con eso sale del cuarto nicholas me mira y me da una sonrisa inocente.

— luego te doy tu regalo.

Asiento.

Salimos de mi habitación y bajamos al comedor papa esta en la cocina por lo que nicholas y yo nos sentamos en la mesa.

Papá sale de la cocina con una tarta de fresa en manos nuestras miradas se cruzan y me da una sonrisa.

— cómo en los viejos tiempos.

A todos no sirve un trozo y comemos.

Y haci pasamos el desayuno con los feos chistes de mi papá, los cuentos locos de nicholas y yo sonriendo. De sus locuras.

***

Nicholas y yo llegamos al instituto

Hoy visto unos vaqueros negros rasgados, mis converses blancas y un suéter ancho.

Entramos y veo a Jules caminar apresurada a un salón no me a visto por que va de esta de espalda. La veo llegar a un salón y abre la puerta perdiéndose.

— alexis.

— mmm?

— tu papá me dijo que hoy iríamos a hacerte un chequeo.

Oh, Dios míos no..

—bueno esta bien igual no tengo mucho que hacer.

Las clases la pasamos tranquilos, no vi mas a Jules en todo el  día.

Ni un mensaje.

Ni una llamada.

Ni nada.

Ya a este punto ya estaba algo irritado.

El timbre sonó y la profesora nos despidió del viendo que nos veríamos la próxima semana.

Todos salimos del aula vi a las amigas de Jules, linda y danna me les acercó y ellas susurran cosas.

— hola alexis — me saluda linda nada mas llegar.

— hola linda. — miro a danna — hola danna. — esta me da un asentimiento de cabeza.

— ¿ no an visto a Jules?

Las dos comparten una mirada cómplice.

—¿Jules? No, no, no la hemos visto — dice linda con una sonrisa inocente.

Las mire con el ceño fruncido. — bien, si la ven díganle que necesito Verla.

Me di media vuelta y sali del lugar en dirección a la clínica ya que mi padre programo la cita para después de clase.

UNA ÚLTIMA ESPERANZA Où les histoires vivent. Découvrez maintenant