IV. Metro

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—al mecánico?

—así es osito, tendré que dejarlo en el mecánico ya que al parecer el motor del auto se ha sobrecalentado.- observó el puchero que se formó en los labios de su lindo novio, ¿Por qué justo ese día tenía que arruinarse su auto? Ahora tendrían que tomar otro tranporte para llegar a su destino.

—Entonces cómo iremos a casa de Sannie? Con los desfiles el tráfico está fatal.

—No te preocupes mi amor, tomaremos el metro.

—el metro?

—Sip, sin tráfico ni escalas, nos dejará a solo unas cuadras de la casa de tu hermano y podremos llegar a tiempo si salimos ahora.- pellizcó con suavidad la mejilla de su novio y después de darle un beso en su frente y otro en sus labios, lo tomó de la mano para salir de casa, mientras el menor agarraba el postre (un rico pie de limón que él mismo había preparado ésta mañana) que llevaría a casa de su adorado hermano, con quién habían quedado de verse para pasar la tarde juntos en una "cita doble": Yunho y Jongho y San y Wooyoung (su novio).

Para suerte de ambos el metro no quedaba más que a tres cuadras de su casa, por lo que fácilmente llegaron caminando tardando no más de 10 minutos. Una vez ahí pudieron darse cuenta que estaba llenisimo; claro que iba a estarlo ya que prácticamente era el único transporte que llevaría a cualquiera a su destino sin que los desfiles ni fiestas que se celebraban ese día los interrumpa.

Entonces después de esperar unos minutos, se subieron.

Claro que todos los asientos fueron ocupados en un dos por tres, por lo que tuvieron que ir parados siendo empujados hasta la otra puerta del metro por toda la gente apurada que entró con urgencia.

Quedaron ajustadisimos y muy pegados contra la puerta del metro.

—Suponía que iba a estar lleno, pero no creí que tanto, no te estoy aplastando verdad osito?- bajo la mirada (debido a la diferencia de estaturas) hacía Jongho, quién se encontraba bastante quieto pero con una mirada ansiosa, sin responderle ni mirarlo devuelta; como perdido en sus pensamientos.

En sus sucios pensamientos.

Entonces solo podía sentir el calor del lugar, lo lleno que estaba y cómo por culpa de eso ahora se encontraba tan pegado a Yunho, tan pegado a su atractivo, fuerte, alto y hermoso Yunho. Oh mi dios! ¿Le haría arriesgarse de esa manera? Sabía que Yunho haría todo por él si se lo pedía, pero ¿Que tal lejos estaba dispuesto a llegar? Está vez era diferente a las anteriores, está vez había gente a su alrededor y no estarían a salvo tras la puerta del baño, asientos o las ventanas de vidrio polarizado del auto de Yunho, éste era otro "nivel" pero no podía evitarlo, la sola idea había logrado hacer que su pantalón y ropa interior le apretasen tanto...

Tanto que Yunho no tardó en darse cuenta.

—Jongho?- en cuánto lo sintió se quedó paralizado y pudo ver a su novio ponerse cada vez más rojo, diablos ¿De verdad lo estaba pensando? No, no solo lo estaba pensando, si no que quería hacerlo ¿Ahí? Sí, no tenía que preguntárselo para saber la respuesta, simplemente lo supuso cuándo el menor lo miró de vuelta; y ahí estaba otra vez esa mirada, esa mirada que solo él podía descifrar, era cómo si le rogase sutilmente para que suceda, para que les ganen sus más bajos instintos ¿Cómo se iba a resistir a su novio? Fácil: No podía, no podía decirle que no, incluso si eso implicaba hacerlo en un lugar como ese, tan repleto de gente que podría descubrirlos en cualquier momento.

Por complacerlo a él; tomaría ese riesgo.

Jongho se puso de puntitas para alcanzar los labios de Yunho, quién lo tomó de la cintura con suavidad y ambos se hundieron en un calido beso que se fué tornando humedo y caliente, tenían la piel de gallina por lo que estaban a punto de hacer; Yunho (con ayuda de las personas que no paraban de empujarlos) lo arrinconó más hacia la puerta del metro dónde continuó con sus besos y ahora caricias suaves en su cintura, pasando sus manos por su suave trasero, apretándolo un poco, logrando una reacción por parte del menor. Continuó con las caricias y al estar tan apegados aprovechó para crear una fricción entre ambas erecciones, viendo cómo Jongho se mordía el labio para evitar soltar sonido alguno: pues ésta vez no podrían perdonar ningún sonido, tenían que guardar un silencio absoluto para evitar ser descubiertos, y eso solo lograba excitar más a Jongho.

PUBLIC [2HO]Where stories live. Discover now