Capítulo 49.

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¿Qué está pasando?

Días antes.
24 de febrero del 2023.

La castaña ingresa en el despacho que su marido tiene en casa viéndolo con el ceño fruncido, papeles desordenados sobre el escritorio y un aspecto desaliñado que revela que lleva allí desde que salió de la empresa hace cuatro horas.

—¿Amor, a qué hora vendrás a la cama? —Pregunta con curiosidad mientras se acerca para acariciar su ancha espalda logrando que cada uno de sus musculosos se relajen bajo su suave toque. —Llevas horas aquí, ¿qué te tiene tan preocupado como para traerte tanto papeleo a casa cuando no sueles hacer? —Pregunta confundida pues desde que Keelan comenzó a trabajar en la empresa, volvió a profesar el dicho de "no traer trabajo a casa".

—Creo que el gerente de mi hotel en Rumanía y el contable de dicho lugar me están robando, estoy casi 100% seguro de que es así... —Murmura indicándole los documentos para que se acerque a darle una chequeada. —No sé si sea por el sueño, pero estoy dudando hasta de mí mismo.

—Bueno, aquí está el cheque que le depositas mensual para los gastos del hotel y también para la caja chica, trae algunos recibos para avalar los gastos, pero en caja chica faltan $70,000.00. —Cuenta sentándose en el regazo de su marido. —¿Hay alguna factura o recibo donde indique que hizo con ese dinero? —Pregunta haciéndole saber a su esposo que no está siendo paranoico.

—No y en los últimos 18 meses ha faltado una gran cantidad de dinero en caja chica, en diciembre faltaron $120,000.00 dólares —Informa entregándole el documento donde se encuentra dicha información. —Y en noviembre $67,000.00.

—¿Y cómo nadie se ha dado cuenta de esto? —Pregunta sorprendida.

—Quien debería de hacerlo es el contable asignado al hotel y no lo hizo, por eso creo que él también esta implicado —Un pesado silencio se adueña del lugar hasta que es roto por Barbie.

—Amor, ya resolviste esto, ya estás 100% seguro de que esos hombres te han estado robando. Mañana los denuncias con la policía, pero ahora vamos a la cama —Pide antes de liberar un bostezo.

—Está... está bien —Recoge un poco los documentos y los mete en uno de los cajones del escritorio antes de asegurarlos con llave. —Vamos a la cama.

Algunos días después...
28 de febrero del 2023.

Barbie se encuentra sentada frente a la mesita de la sala de estar, trabajando los nuevos diseños de  su próxima colección de lencería la cual está inspirada en el ave fénix haciendo referencia a todo lo que ha tenido que vivir y superar para encontrarse allí. Kaela se encuentra durmiendo en la cuna que su madre decidió tener por allí mientras Killian se encuentra a un lado de la mesa, sentada en el piso mientras pinta con una acuarelas que le regaló su padre, este último se encuentra cocinando lo que almorzaran ese día. Sí, una vida sencilla, pero lo suficientemente gratificante como para que Barbie y Keelan agradezcan al señor por tenerlos allí.

El timbre se escucha, Barbie está por levantarse, pero cambia de idea al ver a su marido caminar hacia la puerta vestido con un pantalón de mezclilla y una camiseta blanca básica.

—Yo iré —Anuncia acercándose a la puerta. Abre y se encuentra a una joven chica castaña sosteniendo a un bebito de más o menos la ''edad'' de su nena menor. —Buenos días —Saluda con esa clásica sonrisa que pondría a cualquier mujer de rodillas.

—Buenos... buenos días. ¿Aquí... aquí vive la señora Barbie? —Pregunta sin ocultar su nerviosismo.

—Sí, soy su marido. ¿Tú quién eres?

En las Huellas del Pasado.Where stories live. Discover now