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Terminando otra lata de refresco, tirándola a la basura, suspiró ruidosamente. La regla de 'no sentarse' en su trabajo realmente la hizo repensar por qué eligió trabajar aquí de todos modos.
Sus párpados estaban pesados, apoyada en su mano, se preguntó por qué accedió a cubrir el turno de noche.
Dormir se estaba convirtiendo en un hábito en este punto, el reloj casi marcaba las 3 a.m. afilado.
El timbre de la puerta, que indicaba la llegada de un nuevo cliente, no la despertó, todavía dormitaba.
Aunque de todos modos no durmió mucho hasta que dos voces parecieron discutir entre sí al otro lado del mostrador. Abrió los ojos, registrando las palabras que decían, le tomó vergonzosamente mucho tiempo darse cuenta de que estaban hablando en otro idioma.
¿Alemán?
Había tomado algunas clases en la escuela secundaria, aunque en realidad nunca las puso en práctica. Como trabajador en una parada técnica en medio de la nada, fue útil saber muchos otros idiomas en caso de turistas.
"¿Listo para pagar?" preguntó, interrumpiendo la pequeña discusión entre los dos clientes.
sammy miró hacia arriba, un hombre con cabello castaño largo mirándola. Su amigo estaba de pie junto a él, tenía el pelo corto y negro y un piercing en la ceja.
Examinar a los clientes era un hábito normal, siendo lo único que la mantenía entretenida. Se puso de pie con la espalda recta, su sonrisa de servicio al cliente desgastada por los pocos clientes groseros que tuvo esa noche.
"Sí." Dijo uno de ellos, sonriendo. Puso dos botellas de agua en el mostrador, su amigo se apartó de su lado para derrochar el pasillo de papas fritas. "Está bien..." Murmuró, "¿Cómo estuvo tu noche?"
Las preguntas básicas de servicio que se vio obligada a hacer la hicieron temblar un poco en su propia piel, especialmente cuando el cliente era tan amable como este. "Bien", respondió, "¿Cómo está el tuyo?"
"Bien." Ella respondió, escaneando las dos aguas. "¿Eso es todo?"
Escaneó los bocadillos, mirando a los dos, "Identificación, por favor". Ella dijo.
Los gemelos se miraron sorprendidos, pero el trenzado metió una mano en su bolsillo, sacando su billetera. "Tengo este". Le dijo a su gemelo, golpeándolo con la cadera hacia un lado mientras le entregaba su identificación al cajero.
El gemelo de pelo corto refunfuñó algo y salió de la tienda.
Miró la tarjeta, su formato es diferente. "Alemania, guau". Comentó rotundamente, devolviendo su identificación.
"¿Tú mismo no eres de Alemania?" preguntó el tipo. sammy negó con la cabeza, "Solo sé un poco".
Miró a los demás afuera, quienes estaban parados enviando mensajes de texto en sus teléfonos esperando que el chico frente a ella terminara. "¿Ustedes dos son gemelos?"
Pareció sorprendido. "Sí." Respondió. "La mayoría de la gente dice que no nos parecemos". sammy escaneó el alcohol, "Idéntico". Dijo en broma, poniendo los artículos en bolsas y colocándolos en el mostrador. "8.64 es tu total".
El cliente se rió, sacando un 10 de su billetera. -Tom, ¿tú? Se presentó.
sammy tocó la etiqueta con el nombre en su camisa, "Adivina".
Tom sonrió ampliamente, "Gracioso", dijo con sarcasmo. "¿Así que tienes novio o puedo pedirte tu número?".
sammy puso los ojos en blanco, abriendo la caja registradora. "¿Qué te hace pensar que estoy interesada?" Ella respondió, contando y recogiendo su cambio.
Tom inclinó su cabeza, "¿No lo estas?" Preguntó, inclinándose hacia adelante en el mostrador.
la cajera le dio su cambio, "Dale propina y lo descubrirás".
Tom se rió, tomando su cambio de su mano. Él la miró por unos segundos antes de darse cuenta de que la chica estaba hablando en serio. "¿En realidad?"
sammy se encogió de hombros con aire de suficiencia, con una leve sonrisa en su rostro mientras se apoyaba en la palma de su mano. Tom suspiró, poniendo su cambio en la mesa, "Entonces, ¿puedo tener tu número?"
sammy se inclinó hacia adelante, tomando una de sus trenzas en sus manos. Su cabello era liso, casi se sentían sintéticos.
"No lo sé..." Murmuró, "No creo que seas mi tipo". El chico pareció dolido por un segundo, rodando los ojos cuando vio que sammy esbozaba una sonrisa.
Extendió su mano, confundiendo a Tom por un momento antes de que entendiera el mensaje.
Sacó su teléfono de su bolsillo, colocándolo en la palma abierta de Sammy.
Empezó a escribir su número, deteniéndose para mirar a Tom. "¿Quién es Amanda?" Preguntó, mirando de nuevo el teléfono, "Emma, Jackie, Violet...".
Se rasco la nuca de vergüenza. Antes de que pudiera responder, ella le devolvió el teléfono. "Lástima, eres realmente lindo".
Tom estaba a punto de protestar antes de mirar su teléfono, el número de Sammy guardado bajo su nombre.
Él sonrió, "¿Te veo luego?"
Sammy lo ahuyentó, a lo que él sonrió y se fue.
Observó a su hermano abordarlo tan pronto como puso un pie afuera, a lo que ella se burló. La realidad de su trabajo comenzó a hundirse de nuevo, ya aburrida de nuevo.
