Capítulo 16: Volvió el Dorado

963 63 42
                                    

(Perdonen los errores ortográficos)

Stacey abrió sus ojos y allí encontró sus dos favoritos. Aquellos oscuros ojos llenos de sentimientos reprimidos, que ahora salían a la luz con un hermoso brillo. Vio a la chica de sus sueños, sonrojada a más no poder y sonriendo como una niña pequeña.

Maddie estaba fascinada con su vista. Una hermosa muchacha rubia sostenía sus mejillas, los azules brillantes ojos resplandecían de amor, sus labios seguían igual de suaves como los recordaba. Nunca pensó querer besar tanto a una persona.

— Dios tenía tantas ganas de besarte —susurro para la rubia, con algo de timidez en su tono de voz— Besas mejor que nadie, rubia.

Stacey se tornó a un rojo brillante— Eh...si, yo... Yo también extraño tus labios, o sea, besarte... Dios no sé que estoy diciendo...—cubrió su rostro con sus manos— me pones tan mal...

Stacey, aunque lo intentara, no podía mantenerse firme ante la belleza que ella veía en Maddie, no había manera que dejara de ser su más profunda debilidad.

Maddie río tomando las mejillas de Stacey— ¡Dios! Eres la chica más linda y tierna que puede existir. Eres lo más hermoso que el mundo puede tener. No puedo creer que la chica más linda del universo me haya besado.

Stacey, no podía dejar de pensar que sería la última vez que vería a Maddie y como ella hacía que esos sentimientos enterrados en su interior volvieran a aparecer. No era como si iba a detener ese momento tan hermoso y decir "Oye, Maddie, ¡me iré a New York y quizá no vuelva nunca jamás!" Prefirió guardar silencio y esperar.

— Rubia, ¿podemos... — Stacey no la dejo seguir y la beso. 

Maddie solo se dejó llevar por las emociones que rodeaban su cuerpo, había extrañado tanto estar así con ella. Soñaba cada noche con volver a besarla y escuchar su risa, ver su cara al terminar el beso, su sonrisa llena de vergüenza. Extrañaba a Stacey, ahora que la tenía no iba a desaprovechar ni un segundo.

Parecía hasta ridículo que su momento romántico, que se estaba esperando demasiado, incluso soñado casi todas las noches, haya sido en un baño, ¿no es gracioso? Es verdaderamente ilógico lo que llegas a tomar de forma romántica cuando estas profunda y estúpidamente enamorada.

— Stacey, Maddie, ¿que están...? —Mary Anne quedo perpleja al ver aquella escena.

Ambas se separaron de inmediato, con sus rostros enrojecidos y sus manos temblaban como gelatina. Estaban realmente avergonzadas.

— Lo sabía... —exclamo entre risas— Aunque lamento interrumpir este momento tan bonito, debo llevarlas a la clase, las esperan.

— Si, si, de hecho, ya estábamos po..por ir —titubeo Stacey— Hum, debo irme...

Salió corriendo hacia su clase. Maddie se quedó observándola con los ojos brillosos, admirando como se iba, como su rubio cabello se movía.

— Oye, ¿están juntas otra vez? ¿O fue solo un beso?

— Ah, no sé, digo, no lo sé fue tan de repente y nos dejamos llevar...—sonrió de oreja a oreja al pasar esos momentos en su mente— Quiero volver con ella Mary Anne, quiero arreglar las cosas. Quiero que sea mi novia otra vez.

Con los ojos esperanzados miraba a Mary Anne con una sonrisa. La morena sonrió al ver como su amiga estaba tan enamorada— Entonces tienes que empezar de cero, ya sabes, reconquistarla.

Maddie asintió de acuerdo, aunque no sabía muy bien como reconquistar a Stacey— No ha de ser difícil, ¿no?

—No, no en realidad —Se encogió en hombros— Digo, si fue fácil hacerlo una vez, ¿qué tan difícil puede ser hacerlo de nuevo?

¿𝑌𝑜𝑢 𝐿𝑒𝑡 𝑀𝑒 𝐿𝑜𝑣𝑒 𝑌𝑜𝑢?//𝑺𝒕𝒂𝒄𝒆𝒚 𝑴𝒄𝑮𝒊𝒍𝒍Where stories live. Discover now