capítulo 11

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La semana llegaba a su fin y no podía estar más feliz y aliviada por ello. Habían sido días muy duros, tenía la cabeza revuelta y en constante dolor. Me sentía vacía y como en un agujero negro. No podía ver nada claro. Conocer a la señora sam me había dejado bastante mal...

Estaba empezando a dudar de todo ¿Qué estaba haciendo con mi vida? ¿Qué iba a hacer en un futuro? ¿Estaba segura de que quería estudiar medicina?

Mi mente había estado muy hiperactiva este fin de semana y es que el encuentro con sam me había dejado muy pensativa. ¿Quién me mandaba a meterme en ese terreno tan peligroso?.

Comencé a darle muchas vueltas a ese tema y llegué a una conclusión.

No iba a volver a acercarme a la señora sam. No era correcto. Desde ningún punto de vista lo era. Me iba a enfocar en mis estudios y en mi futura carrera, en mi familia y en el trabajo. No iba a permitir que me
descontaran salario de nuevo.
Seguramente la había hecho sentir bastante incómoda y me sentía muy apenada por ello. Me daba vergüenza volver a pensar en ese día ahora. Me comporté como una adolescente hormonal y casi le robo un beso. Eso no estaba bien.
Estaba decidida a olvidar a esa mujer y a intentar lo menos posible en acercarme a la casa de la señora sam. Traería a yuki a mi casa para hacer los trabajos y rechazaría sus invitaciones a pijamadas o cosas por el estilo.

Estaba mentalizada en olvidar este estúpido enamoramiento, y para eso debía distraerme con otras cosas, por lo que me propuse encontrar otro hobby para ocupar mi mente.
El problema es que no se me ocurría nada.
Era domingo y me encontraba haciendo mi turno. Ya me quedaban como 20 minutos para finalizar por lo que estaba ordenando las últimas cosas para poder cerrar la tienda. Estaba sola, Dave se había ido unos minutos atrás y me ordenó que dejara todo cerrado. Estuve los 20 minutos ordenando algunos instrumentos y finalizando el inventario. Cuando ya dieron las 6, puse el cartel de cerrado y comencé a recoger mis cosas.
De la nada escuché la campanilla de la puerta sonar y rodé los ojos. ¿Es que la gente no sabe leer? ¿El cartel de cerrado en la puerta no era lo suficientemente claro o que?.
Me di la media vuelta enojada mientras decía "Disculpe pero ya cerramos y..." no pude terminar de reclamar cuando sentí un par de labios estrellarse bruscamente contra los míos y callarme. No reaccioné hasta luego de un par de segundos. Aparté a la persona por los hombros y casi me desmayo cuando noté que era la señora sam. Madre mía. Bueno no mía pero si de yuki....

"Señor sa samm... que est-..." No pude terminar de hablar cuando ya había estrellado sus labios con los míos denuevo. ¿Esto era la vida real? ¿Estaba soñando? ¿Me morí y fui al cielo? Mi cabeza no podía procesar el hecho de que la mujer de mis fantasías me estaba besando. Si, ella me besaba a mi y no al revés.

Luego de unos segundos le correspondí el beso y todas mis barreras se derrumbaron. Al diablo con olvidarla. La quería para mi y sólo para mi.

Sus labios eran demasiado adictivos. Eran dulces, suaves y gruesos. Me estaba embriagando con su aroma. Movía sus labios contra los míos de manera desesperada y me costaba seguirle el ritmo.

Puse mis brazos en su cuello y ella puso los suyos en torno a mi cintura apretándola de manera posesiva. Mis piernas estaban como de gelatina y amenazaban con dejarme caer pero ella me sujetaba con fuerza evitando que pasara.

No sabía que estaba sucediendo. No sabía si era real o si era un sueño, no tenía forma de saberlo. Esto era demasiado bueno como para que me
pasara a mı.

Sentí su lengua pasar por mi labio inferior pidiendo acceso y no dudé en abrir los míos para permitir que su suave y húmeda lengua se deslizara en mi boca.

Sentí como su lengua masajeaba la mía de manera armoniosa y recorría mi boca en su totalidad. Acarició mi paladar y juré que me iba a desmayar. Moví la mía contra la suya en un intento por demostrarle mis habilidades y que no era tan solo una adolescente sin experiencia porque si que la tenía. Provoqué que una guerra comenzara entre ellas.
Estaba en el paraíso. Estaba entre sus brazos.
Ella succionó mi lengua con sus labios, repitiendo la acción un par de veces. Estaba extaciada. Luego mordió mi labio y solté un pequeño gemido que fue amortiguado por sus labios comiéndome la boca nuevamente.
Sus manos recorrían mi espalda y se colaban dentro de mi camiseta.
Después comenzó a guiarme hasta el mostrador, apoyó mi espalda en este y su pierna se coló entre las mías provocando que pegara un salto al sentir su muslo chocar contra mi centro que palpitaba dolorosamente. Gemí un poco más fuerte y esta vez no se molestó en callarme con un beso.

Sus manos ya estaban por completo dentro de mi camiseta, estas acariciaban mi abdomen y la base de mis pechos pero no llegaban más arriba. Mis manos por otra parte acariciaban su nuca y su cabello para acercarla mas a mi y así poder profundizar más el beso si es que era posible.

"Eres tan dulce mon, me encantas y me estás volviendo loca" Habló por primera vez desde que cruzó la puerta. Fue más como un gruñido.

"Usted no tienes idea de lo que provoca en mi" le respondí como pude cuando me separé un centímetro de sus labios.
Nos seguimos besando
apasionadamente, ella comenzó a bajar sus manos hacia mi trasero pero se detuvo antes de llegar a este. Noté su duda y agarré sus manos y las puse sobre mis nalgas. Ella sonrió contra mis labios y apretó mi trasero con fuerza. Gemí agudo en su boca. Ella seguía apretándolas a su antojo. No me molestaba, me prendía demasiado y mi centro ya estaba completamente empapado. Estaba prácticamente sentada en su pierna y sentía ya la humedad atravesar mi pantalón y llegar al suyo. Ya no aguantaba más, necesitaba más contacto. Comencé a moverme más fuerte sobre su pierna sintiendo las olas de placer y los choques eléctricos recorrer mi espalda y después esparcirse por todo mi cuerpo. Ya me iba a correr y no llevábamos nada. Que vergüenza...

Me detuve un segundo cuando mi mente pudo funcionar y hablé on la voz agitada "Espere. Conozco un lugar mejor" la guíe por la tienda hacia la oficina de Dave. Ya no sabía que estaba haciendo y simplemente me guíe por mis instintos. Al diablo con todo.

me enamoré de la mamá de mi mejor amiga Where stories live. Discover now