Capítulo 7

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Si, desperdiciaste todo un día entero en ir entre posadas y lugares en renta para comprar la negación de los comerciantes a rentarle a Kaveh en los próximos días. ¿Podrías simplemente haberle dicho "Oye Kaveh quiero que te quedes"? No, no pudiste. Sabes que tu solución es poco eficiente y representa gran costo pero piensas que vale la pena tener al rubio un rato más en tu hogar. Ya es de tarde, en pleno apogeo del sol.

¡Aggghh! — Escuchas al rubio quejarse, lo miras de reojo y este se ve molesto.— Faltan solo dos días para que tu abuela llegue y no he podido encontrar lugar... En serio, es como una maldición, mierda. 

Mmmmh, podrías... — Quieres decirlo, finalmente te sientes listo, se lo dirás.— Quedarte con Tignari. — Facepalm mental, no estabas tan listo como creías.

¡Buena idea! iré a la Villa Gandharva en un par de horas que ya baje el sol — El rubio acomoda los libros de tu estante y limpia la superficie con un trapo, no tienes tiempo para decirle en qué orden exacto acomodarlo, tienes que apresurarte en sobornar a Tignari.

Saldré un rato. — Intentas no sonar ni una pizca de ansioso, si flaqueas un poco Kaveh lo notará, ya te conoce bien. Tomas tu capa la cual esta colgada a lado de la puerta y sales, sin oportunidad de dejar a Kaveh decir algo. 

Primero caminas relajado, pero decides mejor correr lo más rápido que puedas. Te tomas algunos descansos a las orillas de algunos ríos para tomar algo de agua y refrescarte para después seguir corriendo. Una vez finalmente llegas puedes ver a varios guardabosques haciendo sus actividades cotidianas pero no vez al fénec por ningún lado. 

—  D-Disculpe ¿a quién busca? — Escuchas una voz femenina detrás tuyo, te volteas y es una niña bajita de cabello verde y ojos violetas.— Soy Collei, aprendiz de guardabosques por cierto... 

Busco a Tignari. — Respondes a secas, la niña asiente y corre por las escaleras colgantes del lugar en busca de un par de orejas enormes de color negro. En unos minutos llega la chica detrás del mitad fénec.

Buenas tardes Alhacén, ¿Qué asuntos te traen por acá? — Saluda con un característico tono neutro, ni demasiado amistoso ni hostil, tu intento de "tono neutro" suena a hostil siempre. 

¿Podemos hablar en privado? — El chico frente a ti asiente y te guía dentro de una de las casas del árbol. Entras y tomas asiento en una mesita sin percatarte de un segundo invitado. 

Alhacén, este es Cyno, mi otro invitado. — Señala, miras a tu alrededor y conectas con su intensa mirada, Cyno simplemente levanta su mano en señal de saludo desde el sofá que está al fondo.

Buenas tardes. — En todo este rato no puedes dejar de sentir la mirada fulminadora del peliblanco, decides ignorar este hecho y comenzar a hablar de una vez.— El motivo por el cual estoy aquí es para pedirte un favor Tignari...

Adelante, te escucho. — El nombrado se sienta frente a ti posando sus codos sobre la mesa y acunando su rostro, como si supiera más o menos de que o quién hablarían, tiene una leve sonrisa en su rostro. 

Kaveh llegará en unas horas a pedirte pasar un par de noches aquí en la Villa... Te doy 50,000 moras si le dices que no puedes dejar que se quede. — Sacas un saquito con la cantidad dicha, es pesado. Lo colocas sobre la mesa dejando que el fénec mire curioso cada detalle, parece intentar contar cuanto hay. 

Sin problema, pero necesito saber porqué me pides este extraño favor. — Piensas detenidamente como se lo explicarás sin sonar como un psicópata, Tignari amplía su sonrisa. 

Ramo de violetas (HaiKaveh)Where stories live. Discover now