[ 𝙉𝙐𝙀𝙑𝙀 ]

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Harry sintió la mirada de aquellos hombres encima suyo, como si fueran lobos a punto de avanzar sobre su presa y ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar. Los alemanes se abalanzaron sobre ellos para arrastrarlos hacia una de las camionetas que había en el lugar, el rizado intentó forcejear, pero un arma se apoyó a un lado de su abdomen y también le quitaron la única pistola que tenía a la mano antes de que pudiera hacer algo. Liam lloraba en silencio abrazando con fuerza el brazo del oficial mientras temblaba imaginando su destino final.

—Mi jefe está ansioso por verte —dijo el líder del grupo abriendo las puertas de la minivan—. Adelante, ya nos hiciste esperar suficiente.

—Está bien, pero ustedes me quieren a mí —observó al moreno que seguía aferrado a su cuerpo—. Déjenlo ir, él no ha hecho nada para estar aquí.

—¿Crees que somos idiotas? —preguntó riendo y tomó al chico del mentón para que lo viera— Puedo reconocer esos ojos de cachorro fácilmente y sé que no te pertenecen, aunque no tengo idea de cómo Li terminó contigo.

—¿Cómo escapaste del niñero cachorrito? —otro de los hombres tiró de su cabello—. Tu dueño no estará feliz cuando le diga que estabas huyendo con un desconocido.

—No, yo no estaba huyendo —sollozó y recibió una bofetada para que permaneciera en silencio—. Lo siento, lo siento.

—No vuelvas a tocarlo —el oficial intentó liberarse del agarre de aquellos hombres—, yo lo secuestré.

—No me interesa, ahora entren a la camioneta —los empujaron.

Una vez dentro del vehículo, los amarraron de pies y manos, para luego colocar una bolsa de tela sobre sus cabezas evitando así que pudieran ver el trayecto del coche. Harry continuó escuchando los sollozos del pequeño y le tomó la mano a escondidas tratando de calmarlo, aunque sabía que era en vano.

—Te hemos buscado por todas partes y en un momento pensamos que la tierra te había tragado —rieron y sintió un golpe en su hombro—, o que alguien más nos había ahorrado el trabajo de asesinarte.

—Pero apareciste en tu departamento como si nada y descubrimos que eras un idiota —añadió otro alemán—. Fue uno de los trabajos más fáciles que hemos tenido en mucho tiempo.

El rizado los escuchaba alardear sin prestarles mucha atención, lo único que podía hacer ahora era pensar en un modo de escapar y llevarse consigo al pequeño.

—Enterrarlo será más sencillo —el líder comentó burlándose—, aunque no sabemos si el jefe quiere verlo sufrir de la misma forma que su informante.

—Todavía puedo escuchar sus súplicas y los gritos de esos niños inocentes pidiendo piedad por su padre.

En ese instante la furia invadió el cuerpo del oficial, quería asesinar a cada uno de esos imbéciles y de la manera más cruel que existiera. Logró patear al hombre que estaba delante suyo y como respuesta éste lo tomó del cuello intentando asfixiarlo.

—Yo mismo me encargaré de sacarte los intestinos y dárselos de comer al cachorro —lo soltó dándole una bofetada—. Acepta que eres hombre muerto, Harry Styles.

—Los haré pagar por todo el daño que han hecho —tiró de las cuerdas tratando de liberarse— ¡Los mataré uno por uno!

Ellos sólo rieron.

𝙇𝙊 𝙎𝙄𝙀𝙉𝙏𝙊, 𝙃𝘼𝙍𝙍𝙔 / 𝙇𝘼𝙍𝙍𝙔Where stories live. Discover now