Capítulo 4 - Eres un amigo genial

236 8 26
                                    

-¡Nami! ¡Nami, por favor, déjame hablar!

-¡Deja de seguirme!

-¡Por favor...!

Nami se giró para gritarle de nuevo, pero cayó ante su mirada suplicante. Finalmente suspiró y se calmó, todavía algo irritada.

-Explícate rápido y vete.

-Yo... Lo siento mucho. Cuando Shanks me dijo que tenías problemas familiares, me preocupé. Fuimos a buscarte, pero mi preocupación no paraba de crecer con las cosas que iba descubriendo. Primero, que si estabas con un tipo grande y te habían visto llorar. Después, cuando por fin te veo, actúas diferente que las otras veces. ¡No podía entender por qué quieres alejarte de mí, de nosotros! Y a pesar de que hace un rato Zoro me dijo que solo tratara de hacerte sentir entre amigos, he sido un tonto y he continuado el tema. De verdad, te pido que me perdones, pero entiende que no puedo parar de preocuparme. Quiero verte feli-

Nami, de repente, lo abrazó. El chico se sorprendió, pero empezó a tener una sensación cálida en su pecho. La pelinaranja lo estaba abrazando y ocultaba su cabeza en su pecho. Permanecieron así unos segundos en que Luffy sintió que el tiempo se detuvo, pero Nami empezó a sollozar y fue entonces cuando Luffy reaccionó, correspondiendo el abrazo.

-¿Nami? Nami, ¿estás bien? ¿Qué te pasa? ¿He dicho algo doloroso? Perdóname...

-L-Luffy, yo... T-tengo miedo...

-¿Miedo? ¿Es por el hombre con el que estabas ayer? ¡Dime qué te ha hecho!

En eso, Nami se separó de él.

-Deja que te cuente toda la historia...

Pero el moreno no pensaba dejar que pudiera llegar a sentir frío. Volvió a abrazarla.

-¿No quieres saberlo? Sé que me dijiste que no querías saber sobre mi pasado...

-Lo dije. He cambiado de opinión. Quiero saber todo sobre ti. Pero no pienso dejar un espacio entre nosotros mientras tanto. Cuéntalo ahora.

Nami volvió a sollozar.

-M-muchas gracias...

-Shishishi -sonrió Luffy, secándole las lágrimas con el pulgar en cuanto Nami levantó la cabeza para sonreírle también.

Volvió a apoyarse en su pecho, aunque esta vez la mejilla para poder mover bien la boca al contarle la historia.

-Hace años... Hasta hace 5 años, vivía alguien más con Nojiko y yo. Se llamaba Bell-mère. Aunque ninguna compartíamos sangre, para nosotras no tenía importancia y la tratábamos como a una madre. Un día salió a un pequeño islote que hay cerca de la isla donde está esta ciudad a explorar junto a Genzo, el vecino de al lado. Al día siguiente, todavía no habían vuelto. Cuando fuimos varias personas de las afueras a buscarlos, nos encontramos con Arlong.

Luffy supuso que se refería a aquel tipejo que era su jefe, pero no quería preguntar para no interrumpirla. La escuchaba atentamente mientras daba pequeñas caricias en círculo en su espalda, tratando de hacerle saber que estaba con ella.

»Les preguntamos sobre Genzo y mi madre, y solo dijeron que los tenían encerrados, así que tratamos de sacarlos. Primero lo intentamos a la fuerza, pero perdimos y casi matan a algunos de nosotros, así que tratamos de negociar. Nos dijeron que no, sin siquiera dudarlo. Cuando ya estaba dando todo por perdido, Arlong vio uno de mis dibujos y me ofreció un trato en solitario. Si trabajaba como artista para él y reunía 100 millones de berris, soltaría a Bell-mère y a Genzo.

»Por eso comencé a robar. Trabajo sin cobrar, así que lo único que puedo esperar para conseguir esa cantidad de dinero es robarlo. Así me gané esa fama... Además, tengo que hacerlo sola. Arlong nos tiene vigilados. Si llega a enterarse de que he recibido ayuda de alguien, anulará el trato.

Romance entre estudiantes problemáticosWhere stories live. Discover now