-Lo que pasará a continuación será esto...-. Pedro se acerca a Oscar- Irás a casa, dirás que te caíste y dormirás profundamente. Si le dices algo a Ailén de esto, no la pagarás tú ni ella, será Layla, me la llevaré lejos de ti. Entendiste?-.
Su amenaza es suficiente para que Oscar asienta con miedo
Pedro sale de la habitación y Dylan le quita el amarre a Oscar
-Si hubiera alguna forma de que Marc y tú tengan diferentes cuerpos, encerraría a Marc y te dejaría en paz a ti-. Dice Dylan con un poco de arrepentimiento en su voz
Dylan no es de los policías que les gusta hacer interrogatorios y mucho menos con tortura, pero él quiere recuperar a Ailén y a Layla, así que debía hacer todo lo que Pedro le decía
-No es una casa donde está el otro coche, es una bodega, a media hora del pueblo-. Confiesa para luego irse
Dylan anota eso en su libreta y sale de la habitación
...
-Quiero que me escuches bien, Oscar-. La voz de Ailén se vuelve entrecortada
Oscar deja de comer el spaghetti que le trajo Ailén, siempre le gustó el sazón de ella
-Te voy a responder a tu pregunta- Se rasca su cuello- Soy feliz sin ti?-. Se pregunta a si misma
Oscar frunce el ceño confundido
-Siempre dijiste que iba a ser feliz con o sin ti-. Suspira triste- Tú me decías muchas cosas-. Sonríe con nostalgia- Que me hicieron amarte y odiarte-.
Oscar deja la comida a lado y pone toda su atención a ella
-Perdí a alguien que me mantenía en pie todo los días-. Suspira, al ver los ojos de Oscar, a Ailén le entran unas ganas de llorar- Que siga adelante no significa que te olvidé-. Continúa hablando, ya quería acabar con esta tortura- No he borrado lo que fuimos, es solo que cada vez duele menos-.
Oscar baja la cabeza, ya quiere salir de esa maldita cárcel y demostrarle a Ailén lo mucho que se arrepiente de todo
-Pero si, soy feliz con Daniel y Layla- Contesta a aquella pregunta que a Oscar lo mataba por las noches
Sin que Ailén sé de cuenta, a Oscar le sale una lágrima de tristeza, le dolió tanto escuchar eso
-Irónicamente, eso me pone muy triste-. Ahora Ailén es la que limpia sus ojos y nariz, no quiere que Oscar la vea llorar
Lentamente ambos suben sus cabezas para cruzar miradas, Oscar con un reflejo de arrepentimiento y tristeza
...
Oscar se encuentra camino por las calles de Guatemala, ya es de día. Desde que salió de aquella casa abandonada sus luchas por no romperse en medio de la calle se estaban acabando, tantos recuerdos le vino a la cabeza cuando vió a Dylan, si tan solo hubiera dicho que no, Marc tal vez ni siquiera hubiera empezado con todo
Pero claro, a quién mentimos. Marc es aquel niño que vió a sus padres asesinar gente, y como cualquier niño, quería dejar de ver eso, de sufrir esas pesadillas y por eso apareció Oscar en su vida, quién desde la primera vez que apareció, se quedó, hasta que vió a aquella chica desde la ventana de su habitación
Sin poder aguantar más, Oscar comienza a llorar sin poder parar
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Lo peor de todo, es que las cosas que hizo en el pasado no fue Marc, fue él, Oscar. Marc solo se encargaba de que todo fuera bien
-Papi???-. Layla se acerca corriendo a su padre para abrazarlo
Oscar rápido se limpia sus ojos, no quiere que Layla lo vea llorar
-Nena, qué haces aquí?-. Busca a Ailén con la mirada mientras se agacha para quedar a la altura de Layla
-Mami me dejó salir un rato y te vi a lo lejos-. Le explica- Deja de llorar, mami te va a ver así y no le va a gustar-. Layla con su sudadera limpia las lágrimas de Oscar
Oscar sonríe al ver a Layla limpiando su cara
-Gracias nena-. Agradece cuando Layla termina
-No me gusta verte así-. Dice y Oscar frunce el ceño- Si, ya te he visto llorar antes. Lloras casi todas las noches-. Ríe al ver la cara de su padre
-Y por qué no me lo habías dicho?-.
-Pues... como lloras solo, supongo que no quieres que nadie sepa, por eso nadie sabe- Se acerca al oído de Oscar- Solo yo-. Le susurra
Oscar agacha su cabeza, su hija lo ha visto llorar todo este tiempo
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-Vamos a casa, mamá está preocupada por ti-. Layla toma la mano de Oscar y camina
Oscar se levanta y sigue a Layla para llegar a casa
-Mamiiii, mira a quién encontré-. Grita Layla al entrar a la casa
Ailén asoma su cabeza por el pasillo y al ver a Oscar entrar a la casa, corre para abrazarlo, sin evitar llorar
-Estaba preocupada por ti, a dónde estabas?-. Dice Ailén aún llorando y en los brazos de Oscar
-Necesitaba pensar. Perdón por desaparecer así-. Oscar abraza a Ailén como si fuera el último abrazo
-No lo hagas otra vez, por favor-. Se separa del abrazo para darle un cálido beso
-No lo haré, ahora solo quiero dormir. No pude dormir toda la noche-. Sonríe cansado
-Claro-. Ailén se limpia sus lágrimas y se hace a un lado para que Oscar pase
-Sé que tampoco dormiste tú, acompáñame-. Le propone
-Y yo qué?-. Dice la pequeña
Ailén y Oscar ríen
-Tú también vienes-. Oscar toma la mano de Layla para después subir las escaleras
Después de una larga noche, la familia al fin pudo descansar en paz
