DELTA || Freenbecky

Eso puede arreglarse

En todo el carmino hasta la terraza, Freen no soltó su mano, lo que hizo que Becky tampoco dejará de sonreír.

No fue sino hasta que llegaron a la terraza, que Freen la soltó para abrir la puerta hacia el exterior, ya que necesitó de ambas manos para abrir la puerta.

El viento frío y la brillante nieve blanca hizo que ambas se cubrieran el rostro con el brazo por un segundo, luego, Freen miró a Becky antes de salir afuera.
La omega respiró hondo, inhalando todo el aire posible, del exterior, a pesar de que su naricita se congeló por eso, disfrutó poder respirar aire nuevo.

Se arrodilló para tocar la nieve, suave, recién caída, hundiendo sus manos con facilidad, dejando los guantes en sus bolsillos para sentir el frío directamente sobre su piel.

Armó una bola y la arrojó hacia Freen, la nombrada se giró con lentitud y expresión seria, alzó una ceja, en gesto desafiante.

Aunque sólo fue la primera bala de la guerra, porque Freen no se contuvo en atacar.

Entre risas y golpes de nieve, corrieron por toda la terraza para huir o lanzarle a la otra.

Se arrojaron nieve hasta que no sintieron los dedos por el frío.

Becky sonrió, recuperando el aire, mirando al cielo, aún nublado, con ligeros copos de nieve que caían.

Freen no estaba segura si el paisaje que Becky veía era tan lindo cómo lo que ella estaba viendo en ese momento, su linda omega sonriendo hacia el cielo con un par de copos blancos sobre su rostro, con la nariz y las mejillas enrojecidas por el frío.

A Becky no le tomó mucho tiempo notar la mirada de Freen sobre ella, y ese ligero brillo en los ojos gatunos de la chica, el mismo que había visto durante la noche.

No pudo evitar reír un poco al recordarlo, con felicidad.

-Freen.- la voz de Becky sonaba tímida, la nombrada sólo hizo un sonido afirmativo para que hablara-, ¿Podría...Quedarse quieta?

Ante la pregunta la otra ladeó un poco la cabeza, confundida.

La omega estaba ruborizada, más no era por el frío, se acercó a ella lentamente, el mundo estaba en silencio y sólo se escuchaban sus pasos sobre la nieve y sus respiraciones.

Freen se resistió a comenzar a retroceder porque notó que la distancia entre ambas estaba siendo acortada en demasía por Becky.

Al quedar frente a frente se detuvo un momento, preguntándose qué estaba haciendo.

Pero su duda no duró mucho cuando pasó su vista de los ojos de Freen, que estaban un poco más abiertos de lo normal, descendiendo hacia el abrigo que cubría su nariz y boca.

Freen vio todo en cámara lenta, las manos pequeñas y adorables que subieron hacia su rostro, acariciando sus mejillas con unos dedos congelados, conforme iba bajando la mascarilla, deteniéndose un momento bajo su mandíbula cuando Becky se detuvo a ver sus labios.

Vio el rostro de Becky inclinarse sobre ella, rozando sus narices, los ojos oscuros de la omega subieron de nuevo a los gatunos de Freen, con el ceño algo fruncido en una expresión como si pidiera permiso para lo que iba a hacer, con su respiración chocando contra los labios de la otra, llevando una corriente eléctrica recorrer el cuerpo de la mayor.

Freen seguía sin moverse, lo que hizo que Becky continuara.

La vio cerrar los ojos, y separar ligeramente los labios a tiempo que elimina la distancia entre ellas.

Apoyando sus carnosos labios contra los de Freen un momento, con apenas un movimiento, suave, casi imperceptible, se separó de ella.

Fue apenas un beso, apenas un dulce, tímido y tierno roce.

Freen no pudo decir nada.

Al ver cómo su alfa no reaccionaba, cómo había bajado la mirada al suelo, apretando sus labios, Becky no pudo evitar sentir que lo había hecho mal.

-L-lo siento- se apuró a hablar- no debí, Freen-

Al escuchar cómo hablaba con vergüenza, Freen alzó el rostro para mirarla, sin expresión alguna, lo que hizo que la omega no pudiera seguir hablando.

Becky sintió que en cualquier momento empezarían a salir lágrimas de sus ojos y quiso salir corriendo de allí, bajó la vista y volteó ligeramente el rostro para no mirarla.

Unas manos acunaron su rostro, alzándolo para mirar a Freen, al ver una pequeña sonrisa en ella, cariñosa y algo tímida, Becky se sentó un poco mejor.

Pero al sentir los labios de Freen sobre los suyos la hizo olvidar esa sensación penosa que había estado en su pecho.

El beso la había tomado por sorpresa, así que le tomó un par de segundos terminar de caer en lo que estaba pasando para cerrar los ojos y dejarse llevar por las sensaciones del beso, sonriendo bajo los labios de su alfa.

Siendo cada tacto, el como la naríz de la otra se hundía ligeramente entre su mejilla y nariz, al igual que la suya en Freen, como las manos, un poco más calientes que antes por estar guardadas en los bolsillos de la campera, aunque con ellas sintieron la diferencia de temperatura con sus mejillas enrojecidas, sostenían su rostro por los lados, con delicadeza y cariño, y el cómo los labios de la mayor se movían con ternura sobre los suyos, recorriendo toda su carnosidad lentamente.

Jadeó cuando la lengua de su mayor lamió sus labios, antes de entrar en su boca con cariño, permitir que ella haga lo mismo con la de Freen, recorriendo todo, haciendo al beso húmedo.

Freen sr atrevio a morder un poco, apenas jalar, el labio inferior de Becky al separarse, dejando a ambas tomar aire varias veces, con las frentes juntas y los corazones acelerados.

Freen sonrió, en grande, mostrando sus encías y arrugando ligeramente su nariz, una sonrisa infinitamente adorable que fue sólo para Becky, quien respondió de la misma forma.

Freen acarició las mejillas de la omega, que estaban calientes por el rubor.

-P'Freen- la llamó Becky, hablando bajo, consiguió un "ajam" apenas entendible como respuesta-. ¿Por ... Por qué no quiso besarme así anoche?

Freen detuvo sus caricias con esa pregunta, en aquel tono penoso, miró a Becky a los ojos y sonrió un poco.

-Quería que nuestro primer beso sea un poco más especial- dijo-. Pensé en besarte en ese momento, pero no quería que fuera así... Buscaba algo más especial, que no sea sólo por la... situación en la que estábamos, no quería que pensaras que te besaba sólo por sexo... Te quiero más que por eso, y quería... Que nuestro primer beso sea especial por sí mismo.

Becky sonrió.

-¿Como un beso en una terraza donde debe haber mugre bajo toda esta nieve?

Freen rio un poco.

-Exactamente- dijo, y luego sonrió con confianza-. Pero si lo que tú quieres es que te folle con mis besos, eso puedo arreglarse.

Becky bajó el rostro con algo de vergüenza, estaba claro que ambas habían disfrutado lo que había hecho.

Y que querían más.

-Arreglemos eso, entonces- dijo, con seguridad, haciendo sonreír a Freen.