29. La luz de un relámpago.

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Estamos en la parte de abajo del edificio donde se encuentra Ana, o tal vez debería decir Mathew, a la espera de que la policía pueda interpretar las señales de esta para saber si es un peligro o no.

-No creo que esté armada, la mujer es completamente inofensiva.- dice Channel, que trás ponerla al día de todo gracias a Sofía, pudo llegar a entender el nivel de desesperación de la mujer.

Según los agentes, había llamado un vecino por qué escuchaba a un mujer llorando día y noche, teniendo constantemente vómitos muy escandalosos y hablaba sola en dos tonos de voz, como si pareciera que estuviese teniendo un diálogo ensayando de una novela de terror. Aparte de eso, tuvieron varios reportes seguidos de gente que transitaba por la calle y veía a una mujer mallor demasiado asomada hacia abajo en la barandilla del balcón de su piso.

Gracias a la descripción de uno de ellos, dieron la alerta y tras ello, llamaron a Renie  avisándole de que habían encontrado a Ana.

-Vaya cumpleaños más completo nena.-  me dice mi madre con cara de tristeza acariciándome la espalda.

-No te preocupes madre, estoy segura que este cumpleaños no se me olvidará nunca.- le contesto quitándole hierro al asunto, mientras le regaló una sonrisa realmente genuina.

-Chicas, me dicen que podéis entrar, que no tiene nada peligroso al alcance.- nos dice Renie apareciendo de la nada y de a saber dónde.

Sofi y yo nos miramos y cogemos aire mientras ella me tiende su mano.

-Vamos a estar juntas en esto, no me alejaré de ti ni un segundo.- siento como los pelos de todo mi cuerpo se estremecen ante sus palabras, sintiendo como la presión que ejerzo yo, sobre mi misma, poco a poco va desvaneciéndose.

Le cojo la mano y miro a Channel, que esta con los ojos llorosos acunada en los brazos de Renie.

-Espera un momento.- me dirijo a Sofía, la cual se gira a mirarme y dirige sus ojos hacia la dirección donde le señalo con la cabeza.

-No hay tiempo chicas. Si no te despides de alguien es mucho mejor, no llamas al mal tiempo.- la mano de mi madre, se apodera de la mía sin dejar que me suelte.

-No me arrepentiré de esto, lo juro.- digo para mi misma, dándome la vuelta dejando a mi hermana de otra madre atrás.

Mientras subíamos a la cuarta planta, ninguna de las dos hablaba, simplemente dejábamos que fluyera el tiempo.

El ambiente se sentía pesado, cargado como de una especie de una mala energía que hacía que se me escaparan por algún lado las ganas de seguir con todo esto. Quiero dejarlo ya todo atrás, no quiero enfrentarme a Mat, no quiero entrar al cuarto piso, no...

-Eiii, no atiendas al deseo que los demás quieren. Te dije que sería difícil pero al parecer acabas de salir del cascarón y te costara el doble controlarte. No le hagas caso a tus pensamientos a partir de ahora.- me zarandea Sofía desde la mano agarrada con fuerza, haciendo que la corriente llene la mitad de mi cuerpo haciendo que mi mente se despeje.

-¿Que me pasa?.- le pregunto con miedo al pensar en lo mal que me he sentido en un instante.

-Quiere dominarte jugando con tu mente. Tienes que ser más hábil. Recuerda que tanto para bien como para mal, tenéis una conexión muy fuerte forjada por casi dos meses. Lo puedes utilizar tu a tu favor, pero el también al suyo.- me mira con ojos preocupados pero me da un azote en el culo con su mano libre, como cuando de pequeña me portaba mal y me reñía sin causar efecto en mi, pobre, acudía a darme coscorrones.

Realmente parece que pegó su mano a la mía, no la suelta ni con agua caliente.

-Esto es una mierda.- me sincero por un momento.

 VIDA NOCTURNA.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant