❧ Décimo capitulo

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La costa estaba más lejos de lo que recordaban, pero gracias a Scaramouche lograron llegar a tiempo. Estaba prohibido usar magia fuera del recinto de la academia, pero ya habían incumplido demasiadas normas y, llegados a ese punto, era mejor que Kazuha y él unieran fuerzas y se conectaran con el viento para crear corrientes de aire que les ayudase a llegar más rápido.

Una vez allí, el chico se metió en el agua, muy a su pesar, pues odiaba que la ropa se ciñera a su cuerpo pese a llevar el binder presionando su pecho. Dijo unas palabras y trazó figuras geométricas en el agua. A los pocos segundos una luz azulada emanó de allí donde Scaramouche había tocado y una figura se materializó en la superficie. Había dicho que era una sirena, pero carecía de cola, aunque partes de su cuerpo estaban cubiertas de escamas rosadas y azuladas.

—Cuanto tiempo, Kuni, ¿qué haces por aquí?— cuestionó la chica y al ver a los presentes soltó una leve risita. —Has traído a tus amigos... ¿y tu hermana y Yae? Hace mucho que no las veo.

—No me llames así...— fue lo único que dijo Scaramouche y Kokomi se llevó las manos a la boca, como si hubiera dicho algo que no quisiera.

—P-perdón... la costumbre...

—Esta es Kokomi, Kokomi, estos son mis amigos.

Era la primera vez que Scaramouche los llamaba amigos, normalmente hacía comentarios despectivos, o quizá solo lo había hecho porque Tartaglia se encontraba entre ellos.

—Un placer, ¿qué os trae por estas aguas?

—Uno de nuestros amigos ha desaparecido, se lo han llevado, alguien llamada la princesa abisal o algo así... Pensamos que si algo pasa en el mar tú podrías estar al tanto.

La cara de Kokomi palideció en ese momento. Aquello les daba a entender que las noticias no eran precisamente buenas. Suspiró y miró a un lado tratando de retener sus lágrimas. Los seres del mar habían sufrido mucho con la llegada de aquellos monstruos a los océanos.

—La orden abisal ha arrasado con todo, o bueno, casi todo. Gracias a mi ejército hemos logrado que no lleguen a nuestro reino marino, pero no sabemos cuanto podremos retenerlos. He de decir que tampoco es que se resistieran mucho, es como si ya tuvieran lo que necesitan y se hubieran dado por vencidos... Planean juntar a las dos almas primordiales y acabar con la magia en el mundo para que todo el poder recaiga en una sola persona, no sé si es la princesa abisal o quien, pero es todo lo que sabemos después de interrogar a uno de sus presos— la chica hizo una pausa. —No vais a poder retenerlos solos, es imposible, por lo que tengo entendido el alma luminosa ha llegado a palacio y ahora solo quedan unas horas para que lleven a cabo sus planes.

—¿Y las almas no saben nada de esto?

—No he sido capaz de contactar con Ei y tampoco con otras almas, al parecer han dejado todo muy atado— dijo Kokomi.

—Puede que hayan desviado la atención con el juicio de Xiao y que Lisa sí que esté detrás de todo...— reflexionó Ayaka. —Puede que haya gente de la academia compinchada y que hayan querido meter a todas las almas en un mismo sitio para arrebatar sus poderes.

—Les he dado una excusa perfecta...— murmuró Xiao lleno de culpabilidad. Su padre y su hermana estaban allí por él y no podía dejarlos tirados. Miró a Kokomi y avanzó un par de pasos hacia ella, situándose al lado de Scaramouche. —Hay que encontrar ese palacio como sea, no podemos dejar que sigan con sus planes. Tengo que salvar a Aether...

—Es muy valiente por tu parte, pero ir allí es un suicidio— explicó Kokomi.

—Y no ir es perder todo por lo que hemos luchado, tenemos que ir— dijo Scaramouche. Antes pensaba que no era su lucha, que lo hacía por Kazuha, pero ahora estaba seguro de que tenían que detener aquello.

𝘼𝙡𝙢𝙖 𝙤𝙨𝙘𝙪𝙧𝙖 (Xiao x Aether) FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora