Capítulo 2: Padrino.

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Era un día bastante tranquilo, no había habido ningún incendio o problema grave, salvo cuando a primera hora llamaron ya que un pequeño gato se había quedado atrapado en la rama más alta de un árbol en el parque del centro. Todo era tranquilo, hasta que sonó la alarma, la alarma que indicaba que había un incendio.

Salimos todos corriendo hasta el camión de bomberos, mientras nos dirigíamos lo más rápido posible hasta el lugar del incendio.

-¡¿Se sabe algo de la familia?!- Gritó Tanaka al llegar al sitio del llamado.

-¡Lo único que sabemos es que viven una mujer de treinta y cinco años junto a su hijo de siete!

-¡Kagami, Tanaka! ¡Vosotros y vuestro grupo apagad las llamas! ¡Nosotros buscaremos a la familia!

-¡Bien!- Gritamos ambos a la vez, colocándonos en nuestras posiciones.

Empezamos a sofocar las llamas, pero aun nuestro trabajo el incendio era mucho mayor de lo que habíamos imaginado, haciendo que tardásemos mucho más en apagar el fuego. Aun sin haber acabado nuestro trabajo, nuestro superior Izumo, salió con un pequeño niño en brazos el cual lloraba asustado.

-¡Mama! ¡¿Dónde está mi mama?!- El pequeño lloró intentando escapar del agarre de Izumo para volver dentro de la casa.

-¡¿Ya están todos Izumo?!

-¡No hay rastro de la mujer!

-¡¿Y-Y mama?! ¡¿D-Donde esta mama?!- Miré al niño que seguía llorando, mientras era atendido por varias de las personas que venían en la ambulancia. Dirigí mi mirada hacia la casa y luego de nuevo al niño que seguía llorando.

-¡Rayos! ¡Misaki substitúyeme!- Entre corriendo al edificio haciéndome paso a codazos, mientras con mi brazo izquierdo tapaba mi rostro con tal de no respirar tanto humo.- Mierda...-Tosí levemente.- ¡¿Hay alguien?!- No hubo respuesta, solo un ligero golpe metálico en la cocina. Fui hasta allí, evitando a toda cosa cualquier masa demasiado extensa de fuego, viendo en un rincón de la cocina, a la mujer apunto de desmayarse. Corrí hacia ella y la cargué en mis brazos, haciéndome paso con mí brazo derecho a través de las maderas en llamas. Oí un fuerte ruido en la parte de arriba, uno de los listones se estaba desprendiendo. Con el brazo que no protegía a la mujer me prepare para apartar el listón que ya estaba cayendo de un solo golpe.- ¡Rayos eso dolió!- Sin importar el golpe corrí hacia la puerta, pudiendo salir al fin fuera.

-¡KAGAMI!- Varios de mis compañeros corrieron hacia mí, dos de ellos cargaron la mujer y los demás se apresuraron a mirar si tenía alguna herida.

-¡¿ACASO ERES IDIOTA?! ¡PODRIAS HABER MUERTO!

-No iba... A dejar morir esa mujer...- Tosí dando grandes bocanadas de aire.

-Ve ahora mismo a la ambulancia.- El superior dio un suspiro. Le obedecí y fue hasta una de las ambulancias donde una chica curó la herida que tenía en el brazo al haberme protegido de ese listón en llamas. De golpe sentí como alguien tiraba levemente de mi ropa, bajé la mirada viendo como el pequeño que minutos antes estaba llorando.

-¿S-Salvo usted a mi mama?

-¿E-Eh?- Quedé totalmente en blanco ante su pregunta.

-E-Ese señor de allí dice que usted la salvo.- Sin soltarse de mi ropa señalo hacia un hombre, vestido de policía, de cabello azul.- ¿De nuevo él?- Me agaché a la altura del pequeño y acaricié su cabeza haciendo que sonriera levemente.

-Yo solo hacia mi trabajo.- El pequeño se lanzó a abrazarme.

-Gracias.- También lo abracé sonriendo.

I can't hate you.Where stories live. Discover now