Capítulo 1: Odio

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Las llamas del incendio ya habían sido sofocadas, el humo negro mezclado con las cenizas aún estaba volando en el ambiente y todos los que habían estado en peligro dentro de esa biblioteca, ahora semi destruida, ya habían sido puestos a salvo fuera del alcance de las llamas.

-Hiciste un buen trabajo hoy Taiga.- Dijo mi superior con una sonrisa.

-Gracias pero apenas hice nada, Tanaka y Tachibana fueron los que más ayudaron.- Contesté aun sin dejar de mirar el edificio.

-¡No te quites méritos! Venga, hoy te toca hacer el informe.- El informe era algo sencillo, tan solo se trataba de poner la causa del incendio, si había víctimas, etc.

-¡¿A mí?!- No es que me importara hacer un informe, era bastante sencillo. El problema es que al haberse quemado un edificio público habían venido varias patrullas policías, y eso quería decir que YO tendría que hacer el informe con un POLICIA. La cosa que más odiaba en el mundo.- ¡¿No puede hacerlo otro?!

-No te quejes, hoy falto Kiyoshi lo que significa que lo vas a hacer tú. Sin reproches.

-Pero...

-Dije que sin reproches.

-Sí señor.- Murmuré a regañadientes.

Fui hacia la comisaría central, porque claro, los señoritos policías son demasiado buenos como para rebajarse y venir ellos a la estación de bomberos, como nosotros no hacemos nada útil, tan solo evitamos que la ciudad se queme, ellos no pueden permitirse mandar a UNO de sus miles de agentes a vernos, no.

-Asqueroso policías.- Me quejé, una vez delante de la comisaria.- Con permiso.

-¡Oh tú debes ser el chico del informe!- Empezó un pelirrojo que parecía ser uno de los superiores ahí, tenía más o menos dos años más que yo.-¡Daiki! ¡Ve ahora a hacer el informe!

-¡¿De nuevo yo?! ¡Pero si lo hago siempre!

-¡Y siempre te quejas así que ya estas tardando en ir!- Le gritó el peli rojo, haciendo que un chico moreno de pelo azul eléctrico se levantara.- Venga por aquí por favor.

-Gracias.- Sin devolverle la mirada a ese hombre seguí al peli azul hasta una de las salas.

-Bien hagamos esto rápido que tengo cosas que hacer.

-Pues más bien parecía que estuvieras durmiendo sin hacer nada.- Pensé para mí mismo, mirando a ese chico con desagrado.

-¿Sabes cómo va esto?

-Claro que sí, no soy idiota. Esta parte la tienes que rellenar tu.- Le alargué el papel, señalándole las partes.

-A ver... Heridos once, heridos de gravedad cero, muertos cero, hora del accidente... Ah...

-¿No puedes recordar ni eso?-Chasqueé la lengua. No quería estar ahí, quería largarme cuanto antes, entregar el informe e irme a casa, si estaba ahí mas de una hora acabaria dandome algo.

-Disculpa pero otros tenemos trabajo constante salvando la ciudad. No puedo fijarme en cada hora cuando hay un accidente.- El peli azul gruñó mirando hacia mí.

-¡Ni que lo nuestro fuera sencillo! ¡Vosotros tan solo tenéis que sacar vuestra pistolita y empezar a dar tiros a diestro y siniestro! ¡Mi trabajo es mucho más complicado!

-¡JÁ! ¡Jugar con una manguera de agua es tan complicado! ¡Eso hasta un niño lo hace!- Me levanté de la silla de un solo golpe, apoyando mis manos sobre la mesa haciendo que sonara un gran estruendo.

-¡¿Que cojones has dicho?!

-¡Lo que has oído!- Él chico también se levantó y me agarró por el cuello de la camisa, haciendo que quedáramos frente contra frente. Iba a golpearlo, aun ser de la misma complexión física podía darle un buen golpe a ese chico en cualquier momento, me moría por hacerlo, pero sabía que si lo hacía causaría un problema, no solo a mí, sino a toda la estación de bomberos. Así que solo di un fuerte suspiro, intentando calmarme, conté hasta diez para mí mismo, y me liberé de su agarre.

I can't hate you.Where stories live. Discover now