26. Arruinarás el plan

Start from the beginning
                                    

—No le diré a nadie que eres una niña llorona—ni se atreva.

—Iré con mis mejores hombres, ya he solucionado lo de los traidores. Pedro ira conmigo y 40 hombres más. Han estudiado el perímetro y Alexander no tiene escapatoria. Una de las mujeres que trabaja para Russo ha echado somníferos en las bebidas de sus guardias, así que cuando lleguemos y ataquemos ese malnacido estará solo—terminamos de acordar nuestro plan y cuelgo.

(***)

Llevo más de veinte minutos fuera del perímetro, Nat me ha puesto al tanto de la situación y Pedro ha confirmado que los hombres de Alexander están fuera de combate. La mujer que trabaja para Russo abre la puerta, sus ojos verdes se posan en mí y puedo detectar que me mira con deseo en otro tiempo la hubiese follado, pero, ahora no.

El señor está en el salón de eventos en el tercer piso—habla la mujer con voz chillona que comienzo a odiar.

—¿Has atendido a mi mujer? —le pregunto curioso.

—Sí, señor—confirma ella, algo nerviosa para mi gusto.

—¿A tenido algún tipo de contacto físico, con Alexander?, ya sabes, sin ropa de por medio —la mujer abre los ojos y niega. Siento que el alma ha vuelto a este cuerpo mortal.

Empuño mi pistola, dispuesto a disparar. Pedro está detrás de mí cuidando mi espalda. De reojo veo a Nat entrar al salón y escucho como Alexander se queja ¡Imbécil! ¡Ja!

Victoria ha seguido las indicaciones de Nathan y ha colocado un poco del somnífero en la bebida del alcohólico de Russo. Me posiciono en la entrada de la puerta, los ojos de Alexander se abren en par en par cuando me veo. Siento la satisfacción correr por mis venas.

Siento un vacío que no puedo describir cuando veo a mi pequeña mujer. Las lágrimas comienzan a decorar su perfecto rostro y es allí donde me doy cuenta que ella me ha extrañado tanto como yo, aunque hubiesen pasado solo dos días, para mí fue una puta eternidad.

Mi Vicky corre hacia mí, extiendo mis brazos y la recibo, la carga sin pensarlo y sus piernas enrollan mi cadera. Su pelvis hace fricción con mi amigo y siento de la nada emocionarse. Trato de regular mi respiración para no tener una erección delante de todos, por lo menos ahora no. Mi cielo acuna su rostro en el hueco de mi cuello. Mi mano se posesiona en su cadera y la atraigo más a mí. Con suma delicadeza atraigo su mentón para verla, necesito verla, tocarla, hacerla mil veces más mía.

—¿Te hizo algo? —pregunto y ella niega tantas veces que si sigue se podrá hacer daño—¡Ya esto aquí amor, jamás te iras de mi lado de nuevo! — no lo dudo más y capturo sus labios, he extrañado su sabor. Beso a Victoria, como si no hubiese fin, como si no hubiese mañana, mi dedo traza líneas falsas en sus manos. Mis brazos la rodean con posesión, ¡Porque es mía, mía, y solo mía!

Nuestro beso es interrumpido por la falta de aire. Victoria aún tiene los ojos cerrados. Estoy tan feliz por tenerla de vuelta conmigo, pero, ahora necesito solucionar algo. Alexander.

Me avecino hacia el cómo un jodido león, sin importar que mi pequeña Victoria este viendo la escena, comienzo a golpearlo hasta que ya sienta que no respira.

¡Maldito Bastardo!

Veo como la sangre comienza a correr por cada parte de su cuerpo, y ni eso me detiene. Nat está en una esquina con Pedro esperando cualquiera que sea mi orden.

—¡Basta Mijail!, ¡lo vas a matar! — mi mirada viaja hacia Victoria ¿Lo está defendiendo?

—¡¿Qué mierda acabas de decir, ¡¿Victoria Jones?!—la ira comienza apoderarse de mi cuerpo, ¿ella siente piedad por el?, o ¿acaso me perdí de algo?

—Solo es...que...tengo miedo amor, el...—No la dejo terminar, golpeo con más fuerza a Alexander. Tengo tanta ira acumulada.

—¡Basta por favor!, ¡Basta por favor! —comienza a suplicar y por instinto hago lo que me pide. Mis ojos notan el collar de perlas blancas que adorna su precioso y delicioso cuello y siento algo que quema mi pecho. Celos. Ya después solucionare ese problemita con ella.

Hago nota mental: Reclamarle a Victoria por el puto collar que tiene.

Tomo con posesividad la mano de mi mujer para llevármela de este lugar, tantas emociones no me habían hecho notar lo bella que se ve esta noche, tiene un vestido negro que la hace ver jodidamente caliente y sexy, que me dan ganas de pegarle un tiro en la cabeza a Alexander.

—¡Vámonos Victoria! —espeto con violencia y realmente molesto.

—No te la puedes llevar, maldito bastardo—escucho susurra a Alexander y juro que traté de contenerme por mi mujer, pero, este hijo de puta me está colmando la paciencia.

No eres nadie ¡Nadie! —grito como loco ¿Qué se cree para darme ordenes?

—Sí, no soy nadie para ella—noto tristeza en su mirada y me importa una mierda— Pero, la he protegido de Elaine Woods—siento mis piernas flaquear. Las lágrimas se acumulan en la mirada de mi Victoria y Nat no dice nada—¡Si la perra está viva y quiere matar a Victoria! —grita tan fuerte que por inercia atraigo a Victoria hacia mí.

Miro a Alexander, tratando de notar si me está mintiendo y no lo está. Este imbécil está diciendo la verdad.

—¿Cómo? —mi pregunta a sonado tan estúpida. Me doy un guantazo por imbécil.

—¿Quieres saber cómo sobrevivió? —asiento. No entiendo como he pasado a sentir cólera a estar completamente relajado.

—La muy perra salto antes de que el coche impactara en el rio. Al parecer hierva mala nunca muere—maldita sea.

—¿Cómo sabes que está viva? —algo de esto no me cuadra para nada.

Alexander se levanta con dificultad del piso. Le doy órdenes a Pedro para que lo ayude y con cuidado lo sientan en una de las sillas que están en este salón, míos ojos viajan por toda la sala y me doy cuenta que casi todas las cosas están partidas por mi ataque de celos. ¿Qué puedo hacer? ¡Soy Mijail Volkov!

—Me ha contactado, yo establecía conexión con su padre. Podríamos decir que éramos socios y no tuvo a donde más ir—le hago una seña para que continúe—Francis Woods, su hermano menor, se enteró hace un par de días de que Elaine estaba viva, se sintió acorralado, porque sabía que, si Elaine vivía, él no tendría más opción que dar su puesto como jefe del cartel, así que me confeso que Elaine pensaba asesinar a Victoria el día que yo la secuestre, claro me toco darle mucho dinero para que el bastardo de Woods me diera accesibilidad hacia mi pequeña— ¿Cómo le ha dicho?, furioso encamino hacia él. Lo tomo del cuello de su camisa y lo zarandeo con rabia. Veo a Victoria, la cual se lleva la mano a su rostro, mi cielo está llorando. Nathan se acerca a ella y la abraza fuertemente. ¡Puto te dejare tocarla solo por hoy!, y yo como si como basura se tratase boto al suelo a Russo.

Me quedo callado por uno segundo, y ya he tomado una decisión.

—Pedro, toma a Alexander y llévalo a nuestra guarida, desde hoy establezco un acuerdo con la mafia italiana solo para proteger a Victoria— Russo solo me mira y asiente. Sé que al igual que yo, él haría cualquier cosa para tenerla a salvo.

Nathan niega, algo divertido y al igual que yo no puedo creer lo que he hecho.

El amor te vuelve pendejo...

MIJAIL VOLKOV (+21) Terminada ✔️✔️Where stories live. Discover now