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Dos años atrás.

Hanbin no era realmente fan de participar en fiestas, pero ser amigo de Kim Gyuvin tenía sus consecuencias y por ello no tenía permitido faltar a ninguna de ellas a pedido de su propio amigo, mucho menos a la de fin de año y ese al ser el primero año de los últimos tres era realmente especial. Había renegado bastante con su menor, no quería estar con un extraño durante toda la noche, de hecho toda la dinámica le parecía estúpida. Aún así Kim se las arregló para convencerlo y finalmente lo puso como su pareja evitando tener que convivir con nadie más.

La fiesta tenía temática neón, nada demasiado complicado, solo adolescentes con cosas de colores por todos lados mientras bebían, podía divisar a algunos compañeros y reconocerlos mientras que a otros simplemente no. Y eso lo hizo pasar la primera parte de la fiesta a un lado solo observando, incluso Gyuvin estaba bailando animadamente solo.

—Ugh, eres imposible Hanbin al menos baila conmigo, me dejas mal parado— se quejó su amigo desde una distancia aceptable, negó con la cabeza una vez más y empezó a hacerlo también cuando lo vio acercarse —Sólo un poco.

Sus manos fueron tomadas por las de su amigo y fue llevado de forma inevitable a la pista de baile, al inicio no quería, pero empezó a fluir, no iba a negar nada, estaba bien, pero mientras brincaba levemente sobre su sitio sus ojos se cruzaron con la silueta de un chico que estaba en la esquina contraria del lugar, estaba parado sobre la pared, ni siquiera se dio cuenta el momento en el que sus pies dejaron de funcionar, se había quedado helado, el perfil de aquel chico lo había hecho petrificarse, era, era precioso.

Se hizo reaccionar así mismo cuando alguien chocó con él haciéndolo perder un poco de vista al chico, pero al instante volvió a divisarlo ¿Quién era? Era increíblemente lindo, lo sabía, incluso con las luces apagadas y todas esas otras chillonas, podía incluso la distancia no ser impedimento para notarlo.

Trató seguir bailando para mirarlo de forma disimulada, pero en realidad no lo estaba siendo en absoluto, probablemente si la fiesta no fuera todo un caos todo el mundo se hubiese dado cuenta, pero a este punto solo Gunwook lo había hecho, riendo por como probablemente la mirada de su amigo estaba devorando poco a poco al chico.

—Vas hacer que Zhang Hao se de cuenta de como lo miras— se burló cuando estuvo a su lado, el mayor giró mirándolo confundido, entendiendo un poco después lo que quiso decir.

—Zhang Hao— susurró.

—Efectivamente, ese es su nombre, de nada— le guiñó el ojo y tan rápido como llegó se fue.

Durante toda la fiesta solo repetía el nombre, había visto al chico en la misma posición casi todo el rato hasta que pudo verlo bailar casi al final dándole una nueva vista de él, era precioso, incluso esa pequeña figura con piernas largas y brazos delgados, no quería ni pensar más sobre el cuerpo ajeno, solo sabía que era jodidamente lindo y que ahora tenía una especie de crush en él.

🌙

Pasó el tiempo, los días, semanas e incluso meses en dónde no podía olvidar aquella imagen, incluso cuando las clases empezaron de nuevo solo podía pensar en el chino, ahora sabía un poco más de él y se dedicaba en los recesos a verlo de forma disimulada. También veía como los demás parecían verlo de la misma forma y no podía ser para menos si alguien como él con solo su presencia llamaba la atención, sumándole la personalidad era totalmente el tipo de cualquiera.

Pasó mucho tiempo así, solo mirándolo, cada vez más creciendo su gusto por el chico. Podía incluso llamarse un devoto suyo de lo loco que estaba por el castaño y a pesar de ello nunca haberse acercado realmente.

enchanted - haobinWhere stories live. Discover now