- ¿Por qué tú tienes derecho a molestarte por ello, pero yo no? -le preguntó fuerte y serio-. ¿Es porque no soy rico como tú, porque no vengo de una familia rica?

- No es así y lo sabes. Eso es absurdo -musitó entre dientes.

- No, no lo es porque tu actitud de niño mimado no me ha dejado otra cosa que pensar. Entonces, responde.

- Sólo creí que, si eras tú el que intentaba meterse entre mis piernas, serías menos vulgar al llamarme así y te esforzarías mínimamente.

La armoniosa risa de Chan inundó el silencio y Felix se sintió complacido de oírlo a pesar de que parecía estarse burlando.

Así que nunca pienses que necesito más.

Tengo a quien por que vivir.

Nadie más lo hará.

Te lo estoy diciendo.

- ¿Crees que me iba a dejar por un pequeño zorrito mimado? Conozco a las personas como tú, Felix, sé cómo se comportan y lo que buscan. Y si tanto quieres que te folle, pues bájate los pantalones y acabemos con tu necesidad ya.

Enervado, Felix deseó poder cruzarle la cara a Chan, mas cuando lo intentó su muñeca se vio presa entre los dedos del motociclista.

Un agarre fuerte y rudo que le hizo temblar. Su cuerpo golpeó contra el lateral de su auto cuando Chan lo empotró ahí, su espalda dolió por el acto.

- Eres asqueroso -escupió Felix.

- Dime algo, zorrito, ¿esperabas que te cortejara como lo hacen todos tus tontos pretendientes, alabándote antes de meterme en tu cama? No soy tu juguete.

- No quería que fueras mi juguete.

Los ojos del motociclista chispeaban, lanzando llamas a todos lados en señal de molestia. Felix no lucía muy diferente, de hecho.

Solo pon tu corazón en mis manos.

Te prometo que no se romperá.

Bueno nunca te olvides de este momento.

Me permaneceré totalmente nuevo.

Porque te amo.

Una y otra vez.

- ¿Y entonces qué pretendías?, ¿acaso no era experimentar con los de la clase baja tu objetivo?, ¿será porque los de tu tipo no tu supieron follar como querías?

De un empujón, Felix se apartó del burdo hombre y lo abofeteó el rostro bajo un ruido estridente que resonó entre los árboles. Chan apretó los labios al ser agredido, reprimiendo un gruñido feroz.

- Quería conocer a alguien mejor, alguien que no pensara en dinero o en cómo ponerme en cuatro sobre la cama -masculló duro.

En sus ojos se formaron profundos charcos salados que disipó pestañeando rápido, no queriendo darle el gusto al chico de verlo vulnerable.

- ¡Y me encontré con alguien aún peor! Sí, quería que me follaras, pero esperaba conocer primero al hombre que tenía prisa por conocer mi cuerpo. Ahora me siento estúpido por haberme mezclado contigo a sabiendas que nada bueno podías traerme.

Una y otra vez.

- Ese tonto prejuicio tuyo es lo que más me fastidia. Crees que por ser de clase baja no tengo el mismo valor que tú, zorro malcriado.

fight for love ✧ knowminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora