Q U I N C E.

32 5 27
                                    

Take it slow, put it down on me. I said jump on it, ride like a pony. Lights down low, time to get naughty. Lights down low, time-to-time to get naughty. Take it slow, put it down on me.

(Lights down low—Bei Maejo)

(PD: reproducid la canción cuando Dess y Connor se peleen para practicar)


Una semana.

Estuve una semana entera metida en esa habitación hasta que finalmente Connor se despertó.

Se despertó de golpe, sobresaltándome, ya que yo me había quedado dormida en la silla de lo poco que había estado durmiendo desde que había llegado.

Al fijar su mirada en mí, se relajó y me sonrió.

—Hola —susurró.

—Hola —murmuré de vuelta.

Me levanté con rapidez de la silla y fui a darle un fuerte abrazo.

Te he echado de menos.

Me alegra de que estés bien.

No vuelvas a darme un susto así.

Miles de palabras cruzaban mi mente en ese momento, pero no me atreví a verbalizar ninguna.

Al separarme del abrazo, nuestras caras quedaron a apenas unos centímetros. Podía notar un cosquilleo deslizándose por mi abdomen y las enormes ganas que tenía de saber si sus labios eran tan suaves como lo parecían.

Pero me alejé de él antes de que algo pasara.

Antes de que él se pudiera arrepentir.

—Voy a buscar a Jeff y a la enfermera. Les alegrará saber que estás despierto. No se te ocurra moverte de ahí.

Fui prácticamente corriendo a llamar a Jeff mientras me aseguraba de informar antes a la enfermera, la cuál se apresuró a entrar en la habitación para hacerle algunas pruebas a Connor y comprobar cómo estaba.

Una gran sonrisa adornaba mi rostro incluso en el momento en el que entré en el despacho de Jeff, que me miró de reojo mientras sostenía unos papeles en las manos.

—¿Ha despertado, verdad?

Yo asentí, frenéticamente.

—Sí, el brillo de tu cara y esa sonrisa me han permitido deducirlo.

Le hice una mala mueca que no duró demasiado a causa de lo feliz que me sentía en ese momento.

Realmente, me había dado verdadero miedo el simple hecho de pensar que lo perdería para siempre.

Jeff se levantó de su silla con toda la paciencia del mundo, dejando sus papeles recogidos, cosa que me impacientó.

Al final me acerqué a él para tirar de su brazo y arrastrarlo yo misma por las escaleras hasta la enfermería.

Connor estaba sentado en la camilla terminando de ponerse su camiseta.

—Está perfectamente. Normalmente no tarda tanto en curarse pero usaron hierro para herirlo. El hierro hiere de gravedad a los de su especie. La persona que lo atacó sabía perfectamente lo que hacía, intentó matarlo.

Miré a Connor con las cejas ligeramente fruncidas.

—Bueno, al menos no soy la única —Me burlé, sacándole una sonrisa divertida al instante.

Al ver a Jeff, su expresión volvió a ser mortalmente seria como de costumbre.

Empezaba a pensar que únicamente era agradable conmigo.

Call me Desstiny.Onde as histórias ganham vida. Descobre agora