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Dos semanas ya habían pasado desde que nuestra querida y amada (TN) comenzó a trabajar como niñera de los pequeños Jackson's, siendo esto un poco difícil ya que eran dos infantes con bastante energía, y de también de aveces cruzar palabras con él señor Michael, siendo en las ocasiones en las que este llegaba a Neverland y de la primera semana en la que este personalmente le dio su cheque de pago. También nuestra joven chica estaba empezando a conocer a algunos de los trabajadores del lugar, siendo mayormente al personal del hogar y a los guardaespaldas de su jefe.

Realmente, y aún que apenas pasará poco tiempo, la joven sentía que todo marchaba bastante bien. Le había podido enviar algo de dinero a su familia después de sus dos primeros pagos, lo cual a ella le alegraba, pero también últimamente a (TN) un sentimiento o sensación le venía cada vez que estaba en la casa principal del enorme rancho, lo cual le empezaba a incomodar un poco, pero lo único que hacía era ignorar aquello.

Pero bueno, ya era la tarde y nuestra protagonista se encontraba con Paris y Prince jugando un rato, siendo el juego específicamente "las escondidas", nuestra joven chica era la que se encontraba buscando a los infantes siendo estos los escondidos.

La chica buscaba en la parte de los barios cuartos de la casa, siendo esta la única parte en la que se podían esconder esto porque (TN) quería evitar cualquier tipo de accidente que podría ocurrir si los dos niños se ocultaran en otra parte. La joven caminaba a dirección de uno de los pasillos llamado a los niños con una voz que demostraba alegría, puesto que jugar aquel juego le traía recuerdos de ella y su hermano cuando eran pequeños y jugaban en casa de sus abuelos maternos, y entonces fue que ese sentimiento de familiaridad apareció de nuevo, causando que nuestra dama sintiera una leve incomodidad que se prendara a su pecho.

–Chingada madre, otra vez esta sensación– susurro la joven con un poco de molestia.

–No hay ningún tipo de manera de justificar esta sensación de mier-.

(TN) no pudo terminar de hablar, ya que fue interrumpida por unas leves risitas provenientes del pasillo al cual se dirigía; la chica sonrió ya que al parecer ahora sabía en donde buscar.

<<Que bueno que estos niños no saben español>> pensó en sus adentros la joven ya que seguramente estuviera en problemas si aquellos niños supieran sobre las palabrotas que (TN) decía aveces.

Nuestra protagonista entonces avanzó por el pasillo, buscando por los pequeños muebles que había allí para encontrar a los dos infantes. Mientras la joven buscaba y escuchaba las leves risas de Paris e Prince, ella miraba su alrededor maravillándose por la decoración ya que aún no se creí que estaba en Neverland. Pero bueno, la chica escuchó entonces unas risas provenientes de un mueble en que perfectamente dos infantes se podrían esconder, (TN) entonces se empezó a acercarse pero su mirada dio con una de las puertas del lugar, causando que llamara la atención de la joven.

Nuestra querida chica se quedó parada en frente de la puerta; (TN) pudo sentir, como ya se le estaba haciendo de costumbre, esa sensación de familiaridad pero esta vez un poco más fuerte. Esto ya que en aquella puerta de madera tenía algunas, varias, pegatinas de flores pegadas. Y tal vez estén pensando ¿qué tienen de especial unas cuantas pegatinas de flores?, seguramente serían pegadas por la pequeña Paris o por algún infante que allá ido a visitar aquel rancho en el pasado.

Pues verán, el pasillo en el que estaba (TN) no era en el que los cuartos de los dos pequeños se encontraban y que ninguna otra puerta está decorada con aquellas pegatinas. Además todas aquellas imágenes eran, por no decir iguales, muy pero que muy similares a las que (TM) le regalaba a nuestra joven protagonista en sus cumpleaños y con las que sus diferentes habitaciones habían sido decoradas.

Hija De Un Idolo.Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin