El Placer De Estar Contigo.

I Won't Go Without You.

Pasaron varios minutos antes de que saliera del baño, Robert estaba sentado en la cama con las manos en la cara, al verla se levanto, pero ella lo ignoró y caminó hacia la única ventana que había en el cuarto, la cual tenia una cortina color verde y desgraciadamente barrotes afuera.

Ahí se quedó mirando a través de ella... minutos mas tarde, Robert puso su mano en su hombro.

"Recuerdo cuando Nathan decía que no era necesario entenderlas... Que solo hay que amarlas..." Empezó a pensar el castaño.
"... Nathan, cómo me gustaría que estuvieras en mi mente ahora mismo y me dieras esas palabras tan cursis con las que le llenas la mente a Sophia cuando quieres disculparte por una estupidez que has cometido...
Deséame suerte, aquí voy... que no me dé una bofetada por favor...
Aunque bien merecida te la tendrías Downey, no debiste hablarle así..."

Al sentir a Robert en su hombro, se encogió pensando que quizás fuera a golpearla, y seguido colocó las manos sobre su cabeza, en posición de defensa.

Robert quedó pasmado.

-No te lastimare...

Pero aún así, se alejó.

Tocarla fue una mala idea.

-Entonces porque me tocas así...

Él se tensó.

-Yo... yo quería disculparme por la manera en la que te hablé.

"Oh Dios, estuvo llorando por mi culpa..." Tragó en seco el arrepentido hombre.

-Sé que estas asustada por estar aquí, y al igual que yo sé que quieres salir de cuanto antes... solo quiero que sepas que estoy arrepentido de haberte hablado así, tú no tienes la culpa de todo esto

-Para mi no es fácil...
Y si no hablo es porque no se de que hablar... Eres un extraño y yo... No sé, tengo miedo...

-Mientras yo este aquí contigo prometo que nada te pasará. Eso te lo aseguro.

Tan convencido se veía que de haber pronunciado unas cuantas palabras más, Brenda las hubiera creído.

-Me gustaría confiar en que eso es verdad, pero si tú te vas... y yo me quedo sola aquí.

-Es que no me pienso ir sin ti.

Ella estaba parada al lado de puerta y el moreno se iba acercando con forme hablaba, pero la puerta se abrió de golpe y asustada la menor corrió a esconderse tras él, ambos retrocedieron.
Un extraño se abrió paso.

-Por fin despertaron los bellos durmientes. -Y rió.

-¿Qué quieren de nosotros? -Preguntó Robert, a quien no le causaba ni un poco de risa lo que estaba pasando.

-Oh, ¿nosotros? -Pausó en breve, fingiendo que se daba tiempo de pensar- de ti, Downey, queremos dinero por supuesto... -Luego procedió a buscarla con la mirada- Pero de ella... Mmm, de ella~

Asustada, apretó el brazo de Robert.

-De ella aún no sabemos, lo estamos pensando. -Se aproximó.

-Si quieren dinero solo pídanlo y se lo daremos, pero déjennos ir -Ordenó con imponente voz.

-Mira Downey, aquí las ordenas las doy yo... y por lo tanto yo veré cuánto tiempo te tendré aquí. Y por la chica no te preocupes tanto, ella puede que divertirse con nosotros.

A medida que el hombre se iba acercando Robert retrocedía más con ella a sus espaldas.

Sin querer tomo su mano y ella la apretó fuerte, hasta que chocaron con la maldita pared... sin poder moverse más.

-Les daré dinero suficiente por los dos... lo que pidan.

-¿Lo que pidamos?

-Hombre, que sí he dicho. Solo devuélvannos nuestra libertad.

-Lo tendré en cuenta, pero hasta entonces -Tiró la bolsa que llevaba en su mano- aquí tienen más comida y algo de ropa, no me gusta que mis invitados apesten.

Tras reír una vez más, abandonó el cuarto.

Al cerrarse la puerta inmediatamente Robert se giro y vio las lágrimas escapar de los ojos de su acompañante como si de cascadas se tratara, la envolvió en sus brazos y ella en los suyos buscando consuelo.

-No te pasara nada. -Aseguraba, pero ella no creía.

-Y ellos te matan y a mi...

Se aparto un poco una vez que notó lo que hacían. Debía admitir que sintió incomodidad.

Sin embargo, él continuaba cercano y mirando fijo sus ojos.

-No pasara nada de eso, ¿sí?
Yo te cuidare y no permitiré que te pongan un dedo encima. Te lo dije antes. Te lo repito ahora.
Créeme.