UNISTAR: Half Moon [TRAD ESP]

Capítulo 12: La Divertida Pareja Luna Ha Llegado

"Hago ejercicio todas las semanas". Le dije al perro.

Al ser un ídolo, necesitaba mantener mi peso y mi aspecto. Para nosotros, los miembros de UNISTAR, no era tan grave como para algunos actores cuyo punto de venta era la apariencia. Como el argumento de venta de UNISTAR era el carácter, no debíamos tener demasiado buen aspecto. Una buena dieta y hacer ejercicio con regularidad eran suficientes.

'Comer más de lo habitual para un viaje podría estar bien'. Pensé. 'La oficina de la agencia tiene un gimnasio, iré más a menudo cuando estemos de vuelta'.

"Comeré primero y haré ejercicio después". Susurré a la cámara y busqué un asiento que estuviera lejos de mi manager.

¿Por qué me seguía el perro?

"Hay muchos asientos disponibles, no tienes por qué estar cerca de mí". Le alejé indirectamente.

"El personal está sentado en esa zona, ¿dónde quieres que vaya?". Sus palabras me hicieron callar.

Aunque me molestaba estar cerca de él, tuve que resignarme al destino. No quería oír al personal preguntando por qué las Lunas Medias eran hostiles entre sí.

Hmm, ¡estas comidas estaban muy ricas! Estaba tan buena que olvidé mi mal humor.

El perro tomó asiento frente al mío, comiendo mientras me miraba.

"Realmente te gustan los dulces, ¿eh?" Dijo.

Eché un vistazo a su plato y le envidié un poco, porque mi manager hablaba a menudo de su buena dieta y esperaba que yo siguiera su ejemplo. A menudo me insistía en que comiera más proteínas y verduras y evitara los alimentos ricos en almidón y azúcar. Así no sólo no engordaría, sino que tendría un cuerpo firme.

"¿Y tú, perro? Sólo te fijas en los nutrientes. Parece que a tu vida le falta dulzura".

Repliqué. Él se limitó a encogerse de hombros mientras cortaba su filete en el plato.

"Mi vida no necesita dulces, con tenerte a ti es suficiente". Dijo y levantó la ceja. ¡Qué asco! ¡Me sentí mal!.

"No estamos grabando, no tienes que mostrar tu amor todo el tiempo".

"Pero estás grabando". Señaló con la barbilla la pequeña cámara que había colocado sobre la mesa.

"Vale, la he apagado". Apreté los labios e hice lo que había dicho.

Luego, la comida transcurrió tranquilamente durante un rato antes de que me sintiera un poco inquieto, así que cogí mi teléfono y abrí las redes sociales.

¿Qué demonios? Lo único que vi en twitter fueron fotos del perro cogiéndome de la mano. A nadie le importaba mi atuendo, ¡sólo se centraban en mi mano!

"¡Es por tu culpa, perro estúpido!".

Le regañé suavemente, por lo que levantó las cejas con curiosidad.

"A los fans les gusta, ¿eh? Sólo di 'gracias'". Esas palabras hicieron que le mirara con seriedad.

"Dime sinceramente, ¿me estás molestando?".

"¿A eso se le llama molestar?" Me respondió.

"Si no es molestar, ¿cómo se llama? ¿Ser abeja, avispa o mantis?". Le contesté.

"Yo lo llamo 'añadir azúcar'". Me sonrió con satisfacción.

"Ese chiste es horrible. Ve a aprender más". Murmuré, molesto. Últimamente no me llamaba 'mono', 'pálido', 'albino' o 'bobo'. Pero se le ocurrían bromas coquetas que me frustraban aún más.