Capítulo II

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La Closerie des Lilas, 20 de septiembre de 2021.

El segundo encuentro con Logan fue mucho más emotivo. Nadie intervino para molestarnos, así que la cita se desenvolvió de forma magnífica. Resumirla a un beso me parece una actitud demasiado simplista, aunque haya adornado el instante con mi teoría de los sueños compartidos. A ver, fue mucho más especial, pero tampoco esperes todo un romance cinematográfico. Por muy intensa que haya sido, sé que lo fui y aún soy, solo tengo para contarte un tanto de atracción y calentura. Entre Logan y David había mucha diferencia, pero fue más o menos igual. Si algo importante vislumbré ese día es que no tengo un verdadero estereotipo de amante, novio o cualquier cosa en general. Sabes, a veces acaba el día y terminas reflexionando un poco. Al menos yo en ocasiones descubro cosas que durante mucho tiempo ignoré de mí. Y para cuando te das cuenta ya eres una persona distinta de algún modo. Tal vez nunca nos podamos conocer a nosotras mismas porque siempre nos miramos en un pasado, mientras que continuamos aprendiendo cosas de la vida. Pero bueno, lo importante, eso que te interesa saber más que mis charlas y divagaciones ¿qué tan rico besaba el misterioso muchacho de lentes?

Sin embargo, lo que albergo no es tal relato, amiga. Sí, soy una escritora manipuladora. Pero ahora que estás enganchada podrás disfrutar de algo mucho más hermoso. Ahora que solo poseo los recuerdos imborrables de Logan, prefiero callar todo ambiente morboso y mezclarlo con el amor que posteriormente sentí. No lo hago por molestarte. Me resulta imposible separar todo en etapas. Las personas importantes no pueden ser tratadas con tal rectitud. Esta es mi historia y confesión personal. Si buscas un romance metodológico, quema el resto de mis notas, todo este diario atemporal.

No fue un beso saturado y lleno de lujuria, más bien conmovía con inocencia. ¿Triste? Tal vez un tanto. Los labios fríos de quien come un helado pueden ambientar el acto como si este tuviera una intención de llanto o despedida. No te hagas la fina princesa, sabes que la pasión no se resguarda en guantes de látex. Limpio aliento más fría brisa hasta mi nariz, casi un jadeo. Quién entonces pensaría en que se ha ingerido un alimento. Cedí ante la invitación pues sufría la fuga de mi razonamiento. Pero no fue la acción una víctima de las penas; fue similar a unas bragas mojadas que acabaron de ser sacadas de la nevera, luego de varias horas, pero que increíblemente todavía conservan la fogosidad que las humedeció.

Si antes de salir a la heladería, justo cuando sonó el timbre y supe que allí estaba Logan, ya me había olvidado de mi amiga, su perro, David y Alicia, transcurriendo ese instante casi poético llegué a separarme totalmente del mundo. Me perdí en «quién sabe dónde». La oscuridad de mis cerrados párpados aprendió de memoria el rostro pálido de un chico al que solo atiné entonces a pedirle un favor:
―Por favor, dame otro beso.

Un silencio y una abstracción. Nuestros labios ya perdidos en el calor de las bocas juntadas. Sin dudas fue una idea muy acertada esa petición. Ya no era la ambientación del velorio donde la viuda se va a la cama con el cadáver de su esposo. Ahora era la envoltura del momento una juventud apasionada, deseosa de coito. Su lengua no traspasó la frontera de la decencia, pero la mía sí lo hizo. «Basta ya de cortesías», pensé, «A aquí hemos venido para disfrutar algo más que agua congelada». Él se sorprendió y tembló un poco, así que tomé las riendas de la situación. Él, muy inteligente, se dejó llevar por mi ritmo.

Logan era esa clase de chico muy discreto, al menos en público. Besarlo era sentirse segura de respeto y admiración. Pero también era condescendiente y justo ante mis necesidades emocionales. No le interesaba demostrar posesión, pero si le mostraba la más mínima señal de necesidad afectiva no solo aceptaba complacerme, también se destacaba a su modo. Había personalidad en cada zona de su cuerpo, pero principalmente en su boca. Si alguien lo estudiara diría que allí se elabora la sexualidad de todo chico. Mas ambas sabemos que no es algo tan común. Todos van a lo suyo, no te dejan respirar. Al menos con él era distinto, su boca daba vida a lo que de mí fuese dulcemente profanado.

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⏰ Última actualización: Aug 05, 2023 ⏰

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