Hacía mucho frío, y por más que tuviera varias capas de ropa, este le llegaba a la piel de su cuello, provocando molestias en su garganta.

Y aunque iba con la cabeza gacha para esconder su cuello en la campera, igual alzaba la vista para ver.

Los autos oscuros seguían allí, por cada coche de policía había uno, aunque ahora, esas personas vestidas de traje se veían mucho más amigables que los días anteriores, más sonrientes, desprendiendo olor a confianza.

Creyó ver al mismo hombre del otro día, apoyado a un lado del auto, con un vaso de café en las manos, hablando amenamente con un oficial.

De nuevo, Freen no se quedó mirándolo demasiado tiempo.

Llegó a su departamento igual de apresurada que cuando salió del supermercado.

Pensó que quizás ya parecía una agorafobica para todo el que la viera y tan apurada por llegar a su hogar.

-Freen- miró a Becky, la omega tenía una sonrisa amplia en el rostro, y de nuevo, tal como siempre pasaba cuando estaba con ella, la loba de Freen volvió, moviendo la cola con alegría al ver a la chica.

-Hola, Becky.

Vio que la chica estaba cocinando, y que la mesa ya estaba acomodada, menos por los cuencos, que estaban sobre la mesada de la cocina, esperando a ser servidos.

El olor a la comida recién hecha y el aroma dulce de la omega, aunque no tanto como la noche anterior, fue lo que le hizo saber a Freen que la chica había tomado los supresores que le había dado.

No podía evitar estar un poco nerviosa por la presencia de la lindo omega en celo que tenía escondida veinticuatro siete en su departamento, aunque era más por el hecho de sólo saberlo, porque la chica parecía estar totalmente normal.

Freen frunció un poco el ceño con curiosidad, acercándose a la olla en la que Becky estaba cocinando.

-¿Ramen? - preguntó, desde hacía bastante tiempo que no comía un verdadero ramen casero, más específicamente, desde hace más de dos años, cuando su madre cocinaba con todo su corazón tanto para ella y su padre, como para Heng.

Sin darse cuenta, una sonrisa nostálgica se plantó en su rostro, la cual Becky vio y la hizo reír un poco.

-¿En qué está pensando, Freen?

Freen negó, despejando su mente y borrando su sonrisa.

-Nada, nada ...

Becky alzó una ceja, sabía que no era nada, pero no quiso insistir.

-Vaya a la mesa, yo llevaré la comida- dijo la omega, haciendo una señal para que se moviera.

Freen obedeció, se sentó algo de lado para poder ver mejor a Becky mientras cocinaba, aunque la omega estaba casi completamente de espaldas a ella.

Pensó unos segundos cómo diría lo que había pasado, y cómo harían cuando ella ya no pudiera esconderse.

En lo que tardó en animarse a hablar, Becky había servido uno de los cuencos.

-Becky, hoy...Una chica habló de ti en la televisión- comenzó, la omega hizo un sonido afirmativo para que siguiera hablando-y...ya dijeron que estás desaparecida, alentaron a la gente para que te busquen. Saben que estás por aquí y ... Todos te están buscando- habló con lentitud-. También hablaron de tu olor y, pues ... Cargo con el todo el día, creo que no pasará mucho antes de que alguien se dé cuenta, y voy a estar en problemas....

Becky había detenido sus movimientos con la última parte, y fue cuestión de segundos para que la mano que cargaba el cuenco que estaba sirviendo comenzara a temblar, derramando parte de la sopa sobre la manito de la omega.

DELTA || FreenbeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora