ᴇʟ ᴜʟᴛɪᴍᴏ ᴅᴇꜱᴇᴏ

401 20 3
                                    

𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑳𝒊𝒂

Desperté en la enfermería, estaba muy confundida. No recordaba que había pasado anteriormente.

¿Cómo he llegado aquí?

Era lo único que me preguntaba.

Abrí los ojos poco a poco, en esta estaba Iván.

Sorprendentemente, no había nadie más. Solo estaba él.

Lia: ¿Cómo he llegado aquí? -dije con una voz débil-

Iván estaba sentado en la silla con las manos apoyando su cara, cuando oyó mi voz, levantó la cabeza inmediatamente y fue hacia mi.

Iván: ¿Cómo estás? -dijo preocupado-

Lia: Me duele un poco todo el cuerpo, sobretodo el abdomen... ¿Qué pasó?

Iván: ¿No... te acuerdas? -dijo confundido-

Lia: Ahora mismo tengo los recuerdos de ayer un poco confusos.. -dije con una leve sonrisa-

Iván: Roque te pegó un tiro en el abdomen, como pude salí corriendo contigo en brazos. Llegué aquí y Lucía te operó de inmediato. Dice que ahora solo debes descansar, puedes andar y moverte pero no hacer movimientos bruscos, ¿entendido?

Asentí a lo que Iván me había dicho, supongo que debo volver a la rutina del primer disparo.

Iván: Oye, Lia... -puse toda mi atención- Lo que dije sobre ti y Marcos esta mañana, no es verdad. No creo que el grupo se haya dividido por vosotros.

Lia: Iván, solo quiero saber una cosa de ti... ¿Por qué terminaste nuestra relación así porque sí? Estábamos bien, todo iba perfecto.

Iván me contó todo lo que le pasaba, al parecer, la medicina le ha desarrollado a tan poca edad el alzheimer.

Para quiénes no sepáis que es, es una enfermedad que te hace olvidar las cosas. Te puedes olvidar incluso de lo que desayunaste esa misma mañana.

Abracé a Iván con todas mis fuerzas, obviamente con cuidado.

Cuando nos separamos, Iván me dió un delicado y suave beso. Mis mejillas se pusieron rojas y las mariposas revoloteaban en mi estómago.

Supongo que al final, Marcos tenía razón. Él aún me ama y quería arreglar las cosas conmigo desde un principio.

[...]

Fuimos a la enfermería a preguntar si habían visto a Roque, yo andaba con dificultad.

Tenía la mano sobre mi herida pues así notaba que me dolía bastante menos.

Marcos: ¿Habéis visto a Roque?

Lucía: No.

Lucía estaba curando una herida que tenía en la cabeza a María.

Iván: ¿Qué te ha pasado? -dijo acercándose a ella-

María: Nada, nada. No es nada.

Iván: ¿Cómo que no es nada? ¿Y esa herida?

Lucía: Hugo nos ha engañado.

Marcos: Si nos llevo a la puerta de las mediciones.

Lucía: Detrás de esa puerta no había medicinas, sino más cápsulas del virus.

Lia: O sea que vamos a morir.

Lucía: Oye, ¿qué haces levantada? Deberías estar descansando.

Lia: Sé que ha sido reciente pero no me veo tan mal, sinceramente. Si tengo algún malestar descansaré.

¿Me amas? - El Internado Laguna Negra. Iván Noiret Where stories live. Discover now