ᴇʟ ᴄᴇɴᴛʀᴏ ᴅᴇ ʟᴀ ᴛɪᴇʀʀᴀ

Start from the beginning
                                    

Lia: ¿Por?

Marcos: Ese agujero está conectado con los laboratorios. Y he oído un ruido muy raro, ¿vale? Puede que el hombre ese esté atrapado ahí abajo.

Roque: Yo creo que te has dado un golpe en la cabeza. Ahí abajo está todo derrumbado. Si había alguien vivo, ya no lo está.

Marcos: Yo voy a bajar esta noche sí o sí.

Lia: Yo te acompaño. -dije mirándole-

[...]

Estábamos en nuestra habitación todos juntos, planeando como poder bajar.

Roque se puso en la puerta mientras que Iván y Marcos intentaban convencerle.

Roque: Que ya os he dicho que es una locura, ¿vale?

Marcos: Roque, si tienes miedo, no pasa nada. No tienes porqué bajar.

Roque: Pero que ya no es por miedo. Que no sé para qué queréis bajar. Que ahí abajo no puede quedar nadie vivo.

Marcos: Que en los terrenos rescatan a gente que lleva más de una semana enterrada, tío.

Roque: Ya. Y bajan bomberos con perros, ¿eh? Y tú no eres ninguna de las dos.

Iván quitó a Roque de un movimiento brusco de la puerta.

Iván: Enano, vete a dormir que te estás poniendo muy cansino. ¡Coño!

Roque: Oye, Lia. ¿Por qué no te llevas a este imbécil al cuarto de las calderas? A ver si se relaja.

Lia: ¿Por qué no te lo llevas tú? Pero ten cuidado, no vaya a ser que le cojas algo de cariño.

Vale, vale, vale...

No sé porque narices he soltado eso último, ha sido sin pensarlo. Realmente no pienso eso de él.

Y os estaréis preguntando... ¿Qué ha pasado? Tranquilos, os lo mostraré muy pronto.

Roque: ¿Me he perdido algo?

Lia: Sí, pero no eres el único. Yo también estoy un poquito perdida. ¿Tú no dices nada? -le dijo a Iván- Que pena que a veces seas tan bocazas y otras, tan cobarde, tío.

Marcos: Vale, eh... por favor. ¿Nos podemos ir? Es que no es el momento.

Iván agachó su mirada para después abrir la puerta del cuarto para salir.

Noté que un nudo se formaba en mi garganta y mis lágrimas querían salir pero no lo permití.

Cuando iba a abrirla, Rebeca fue más rápido y entró en está.

Rebeca: ¿Qué hacéis aquí? Cada uno a su cuarto.

Vicky: Tenemos que bajar a excavar.

Rebeca: No. Nadie va a bajar a nada. Vamos a registrar las habitaciones.

Marcos: ¿Por qué?

Rebeca: He dicho que a vuestro cuarto. Venga. ¡Vamos!

Los chicos se fueron a su habitación, una vez fuera, Rebeca entró por completo a la nuestra.

Rebeca: ¿Dónde está Amaia?

Vicky: No sé.

[...]

Estábamos en los pasadizos para ir hacia aquel hombre misterioso.

Logramos pasar por aquel agujero pequeño que había en el ascensor.

Vicky: Roque tenía razón, aquí no queda ni el tato con vida. Deberíamos volver antes de que un pedrusco nos parta la cabeza.

Iván: ¿Y el ruido ese que decías?

¿Me amas? - El Internado Laguna Negra. Iván Noiret Where stories live. Discover now