𝒦𝓊𝓇ℴ𝓈𝒽𝒾𝓉𝓈𝓊𝒿𝒾 : ℒ𝒶 ℬ𝓇𝓊𝒿𝒶 𝒫𝒽𝒶𝓃𝓉ℴ𝓂𝒽𝒶𝓋ℯ

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑰

–Si niegas una vez más tener fé, ya nunca podrás volver a Dios.

En la absoluta oscuridad mientras plumas blancas caían al suelo, el eco de una voz habló a un joven de ojos azul cielo, cubierto por una manta roja.

–Las personas que creen en Dios ¿son las que te juzgan?

Entre aquella oscuridad se podía distinguir a un cuervo negro, observando al joven chico.

Una ligera risa de burla fue lo que se escuchó antes de volver a hablar.

–Si te retiras una vez, el contrato no se realizará.

–¡Que pesado! ¡Apresúrate en aceptar mi deseo! – ordenó ya harto y impaciente.

Todas las plumas que caían volvieron a elevarse cubriendo todo el lugar, cambiando del puro blanco a negro. Ocultando entre estas una figura la cual sonreía con malicia.

En la habitación principal de la mansión Phantomhive, descansaba tranquilamente el dueño de esta, y sentada a su lado una hermosa chica de cabello rojo como el fuego y ojos de un hermoso azul platinado, acariciando la cabeza del pequeño dormido con delicadeza y dulzura.

Los toques en la puerta hicieron desviar su atención y miro entrar a un mayordomo de negro, sosteniendo una bandeja con un pequeño set de té. Acercándose para dejar esta en la mesita de noche.

La pelirroja lo observo con una pequeña sonrisa al recién llegado, quien le devolvió la sonrisa junto a una reverencia.

–Boochan, ya es hora de levantarse. – llamo a su amo mientras se acercaba a la ventana cubierta por las cortinas.

–Cielito es hora de levantarse.

Con delicadeza movió un poco el hombro del más pequeño para despertarlo. Pero sin lograrlo, el seguía dormido.

Solo cuando la luz que entro al abrir las cortinas, con algo de molestia despertó por el ruido de estas, volteó a ver al mayordomo.

Acercándose para servir el té a sus amos.

–Buenos días hermanito.

–Buenos días. – saludo bostezando sentándose en la cama

–Para el desayuno de hoy tengo preparado salmón ahumado y ensalada de menta, pueden acompañarlo con una tostada, scones o champagne. ¿Que prefieren?

–Scones.

–Yo también quisiera scones.

Hablo la pelirroja levantándose de la cama permitiendo que el mayordomo pueda vestir a su hermano menor con más facilidad.

–Después del desayuno tiene clases con el señor Yug en liderazgo divino, después del almuerzo tiene una cita con el señor Damián de la compañía Poseidón.