EPILOGO"ESTRACTO DEL VOLUMEN 2"

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Él avión había aterrizado sin contratiempos considerando la catástrofe que acababa de suceder en aquella pequeña isla 100x35, donde un Huracán había arrasado con todo.  El joven y enfermero Andrés Rodríguez había decidido ir como parte del programa de rescate, junto a varios enfermeros más.  Miraba su celular con preocupación al ver que aterrizando, no había cobertura. 

Diez asientos más atrás estaba el marine Sebastián Wilson o como solía llamarse ahora, Sebastián Villanueva . Habían pasado muchos años desde que había ido a la isla por última vez. Es más, la última vez que fue había sido para cumplir con la promesa que le había hecho al amor de su vida Andrés, quien de joven le había hablado de su país natal y él lo había conocido. Volver allí le hico preguntarse, como le habría ido a Andrés.

Se había prometido así mismo y a Thomas que nunca más se acercaría,  si este despertaba. Mantuvo su palabra cuando Thomas le llevo la buena nueva. Nunca más supo de él, pero aun podía recordarlo de manera vivida, en su mente.

Con el pasar del tiempo y aunque tuvo sus revolcones con algunos compañeros militares y compañeras no había logrado olvidar a Andrés. Sebastián era de los que amaba una sola vez en la vida.

Ambos se bajaron del avión sin verse, caminaron hasta la sala donde se recogían las maletas. Allí Sebastián se posó en una esquina a mirar todo el que pasaba, mientras Andrés con la poca cobertura que tenía en su celular le escribió a su familia que había llegado bien. Para cuando termino de escribir el texto, vio su maleta acercarse, se escondió el celular en su chaqueta y la tomo con rapidez. 

Mientras Sebastián pensado que se trataba de una chica que había tomado su maleta por equivocación se acercó amablemente y tocó su espalda.

Disculpe señorita, creo que se equivocó de maleta.

Andrés se removió sus auriculares y se dio vuelta encontrándose una vez más, con un pasado del cual no tenía recuerdo absoluto. Sebastián, impresionado con lo que veían sus ojos, apretó los puños nervioso, al ver al amor de su vida.

"Tiene el cabello largo, le queda muy bien, se ve hermoso. Sus ojos,  siguen mirándome como si vieran el centro se mi alma"

¿Disculpe?

Lo siento Señor, esa es mi maleta.- dijo Sebastián-
No, esta es mi maleta, ¿ve? - le respondió Andrés señalando el lazo rojo que envolvía su maleta-
Oh, disculpe creí que...yo... tenemos la misma maleta al parecer.
Si, al parecer.
Discúlpeme una vez más.

"No me reconoció, Thomas tenía razón, no tiene idea de quién soy"- pensó Sebastián. Un poco aliviado y decepcionado. 

Andrés por otro lado observó a Sebastián caminar y tocó su corazón al sentir como este latía con rapidez. Aquella cara se le hacía muy familiar pero no sabía dónde lo había visto. Era la primera vez en mucho tiempo que un hombre provocaba eso en él. Miro su uniforme y luego poco a poco subió hasta encontrarse con un par de ojos cafés. "Porque tenías que aparecer otra vez, sigo amándote"- pensó Sebastián al verse a sí mismo sin poder apartar la mirada de encima.

Para su decepción, Andrés la apartó primero y avergonzado se dio media vuelta deseando volver a encontrarse con ese hombre, el cual le había parecido muy atractivo.

"El destino puede ser muy sucio" - Cito Sebastián en su mente mientras este lo veía alejarse.

Di, que me recuerdas volumen 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora