14.Somewhere only we know(cancion de la Banda "Keane")

1 0 0
                                    

Habían pasado tres semanas desde aquella cena de acción de gracias, la verdad había sido de los mejores momentos en mi vida, lo recordaría para siempre. Diciembre había llegado con la rapidez con la que se había ido noviembre. Regresar a mi realidad me hizo entender que la vida no siempre seria color rosada para mí. En las últimas semanas Sebastián había pasado muy poco tiempo conmigo puesto que decidió estar muy de lleno en los estudios de su examen para entrar en la milicia, estaba seguro que lo pasaría, me emocionaba el hecho de que cumpliría su sueño pero por otro lado me entristecía saber que sería nuestro fin o mejor dicho el pausa obligatorio que le pondríamos a nuestra relación.

Mientras almorzaba con Thomas este no pudo evitar preguntarme;
¿Qué sucede contigo?
Nada.-respondí con indiferencia-
No me mientas tonto.
¿Si sabes que sucede algo, porque preguntas?
Quiero que me lo digas.
Bueno veamos, han pasado tres semanas en las que mi novio no me dedica todo el tiempo del mundo.
Está estudiando.
Lo se Thomas, créeme estoy feliz por todo lo que está a punto de lograr pero, no puedo evitar pensar en lo que significa.
Sebastián te ama.
Ama más su sueño...
Estas siendo egoísta, Andrés.
¿Puedes culparme por eso? demonios Thomas tu no entiendes.
Haber, argumenta.
Veamos, siempre has estado con la mujer que has deseado. yo no, siempre has follado con la mujer que has querido yo no. Sebastián prácticamente ha sido mi única y primera relación.
Si quieres mi consejo, creo que debes preocuparte un poco más por ti y disfrutar tu relación. Aunque Sebastián se valla tu seguirás adelante, conocerás a otros hombres e incluso volverás a enamorarte.
No lo creo.
¿Crees que no te enamoraras otra vez? Hermano eso es algo que puedo asegurarte que sucederá. Eres muy joven.
¿Es enserio? lo que acabas de decir.-dije a punto de echarme a reír, Thomas siempre hacía de nuestras conversaciones serias un poco más chistosas-
Vamos Andrés, eres un niño en pañales cuando de relación se trata, tú mismo lo dijiste Sebastián es tu primer novio.

Mi hermano tenía un punto razonable, Sebastián Wilson era mi primera relación y yo estaba comportándome como un niño pequeño. Tenía que ser maduro ante la situación, estaba claro una cosa, había depositado mi absoluta felicidad en una persona y eso en cualquier libro de vida era un error.

Luego de aquella conversación, decidí que era tiempo de reenfocar mis pensamientos en otras cosas, luego de mi última clase decidí pasar por la

piscina donde hice 40 minutos de ejercicios en el agua, los cuales hicieron que todo mi cuerpo se r
relajara quedando en blanco. Aunque la piscina estaba atestada de estudiantes me sentía completamente solo.

No había recibido un texto de Sebastián y mi mejor amiga dormía al otro lado del mundo. Londres para ella era un sueño hecho realidad, nuestra última conversación hacia dos noches, me había comentado que vendría para las fiestas de fin de año al parecer no estaría tan solo después de todo.

Luego de haber terminado mi tiempo nadando, mientras me duchaba una vez más escuche el sonido de una cámara tomando una foto. Me pareció extraño, cuando mire a mi alrededor no había nadie. Creía estar volviéndome loco, no era la primera vez que sentía el que alguien me estuviese vigilado pero aun así no le había prestado mucha atención a esa teoría puesto que no tenía idea de quien podría haber sido.

Sebastián y yo ocultábamos muy bien nuestra relación o mejor dicho  Sebastián ocultaba muy bien la relación, sobre todo de su padre y su mejor amigo el cual en lo personal lo detestaba. Dylan era una persona tan negativa que el estar cerca de él me producía todo tipo de escalofríos, podía ser amable contigo frente a los demás y al minuto que perdías la vista de él, se convertía en todo un hijo de puta. Apague la ducha y mientras me cambiaba una llamada de Sebastián entro a mi celular.
Hola amor.
¿Como va tu día?
Saliendo de nadar ya sabes.
¿Ah si? porque no te das la vuelta.
Escuche su voz a mi espalda, él ya estaba desnudo mirándome con deseo, no pude evitar sonrojarme. Adoraba cuando su sonrisa se hacía lasciva y su ceja derecha se enarcaba hacia arriba, sus brazos me atrajeron a su cuerpo desnudo.
Llevo tanto tiempo sin estar contigo.
Yo llevo tiempo deseándote, malditas clases...-dije besando su cuello-
Sus brazos entonces me cargaron dejándome en aire, mientras sus labios se unían con los míos danzando con deseo, pasión y un éxtasis de placer cegador. En un momento estaba en aire y al otro estábamos ahí teniendo sexo en las duchas de la escuela. Él siempre terminaba primero y luego me ayudaba a terminar a mí, aclamándome suyo por completo encargándose así de mi placer personal.

Di, que me recuerdas volumen 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora