💢Crazy💢(2won)

💢Capítulo 9💢

Capítulo 9

Con el coche en movimiento en la entrada del hogar, Jooheon abrió la puerta de par en par saltando de éste cayendo de rodillas, se levantó como si el mismo demonio dominara su cuerpo.

Kihyun empujó a su esposo para que fuera detrás del adolescente y detenerlo antes de reventar, pero fue tarde, porque divisaron al alfa abriendo la puerta del hogar.

Dentro, los progenitores se preocuparon por ver el estado de su hijo, aunque Hyungwon anticipó que eso ocurriría.

–¿Es verdad? ¿Es verdad qué se irán de nuevo? Planeaba otorgarles una oportunidad, pero ahora me he arrepentido. Ustedes no piensan en ninguno de nosotros, solo están con esa mierda de vida que lo único que logra es separarlos de los dos seres vivos que necesitamos de ambos. Yo los necesito ,pero eso permanecerá en el olvido, pueden morirse en el camino y ojala que eso suceda, que mueran de la peor forma posible, lo deseo, sin embargo, a la vez deseo que nunca pase algo parecido ¿Por qué? Simple. Minhyuk. Él los adora con todo su ser, no merece todo esto, siempre desaparecen, no saben si estamos bien, si nos alimentamos bien, si dormimos bien, si nos enfermamos, nada ¿Qué clase de padres dicen ser? Cuando se van, soy el único que puede calmar las lágrimas de Minhyuk, el único que logra que se duerma o que ingiera un alimento ¿En realidad nos aman como pacotillan en el pueblo? Porque es pura habladuría, aquí importan los hechos, no las palabras que se las lleva el viento, acomoden sus mentiras antes de hablar. Por un segundo concordé con mi lobo, él me encamino en lo correcto con sus sinceras palabras endulzando cada una con supuesta honestidad pero ¿Para qué? Para que llegue aquí, a enterarme, más que enterarme a confirmar que partirán. Y tú papá o debería decirte ¿Hyungwon? No mereces el titulo de padre, esas asquerosas lágrimas me las paso por el trasero, puedes llorar todo lo que gustes porque son puro teatro. Es divertido verte sufrir, eres un mal nacido, te odio tanto como a ti padre, me dan asco, los aborrezco. No significan nada para mi, ni siquiera se acerquen a mi, nada hará que cambie de parecer

La respiración dificultosa cubría completamente sus pulmones, los mayores estaban petrificados por todas esas palabras que de trasfondo significaban un llamado de atención verbal doloroso, que en parte no registraron en ese momento por la magnitud del problema.

–¡Basta! No es verdad, yo te amo tanto como a Minhyuk, debes tener un poco de respeto hacía mí, hacía nosotros. Hacemos todo esto por su bien,  para que el día de mañana no sean forzados a esta vida -habló Hyungwon entre lágrimas- entiendo tus argumentos- añadió- pero no hables por nosotros Jooheon, cuando tú no sabes nada de lo que tu padre y yo sentimos al estar apartados de los dos, lo partido al medio que me siento. Así que por favor te lo pido, te pido que te detengas

–¡CALLATE MALDITO PU!-

Se oyó un gruñido que atajó la conclusión de la palabra que hizo que el cachorro se inhibe descolocándolo, el omega estaba en un trance con la última oración, pero se percato del modo en que su esposo trasmuto, alterado con sus músculos tensados y por más que él mismo se estuviera cayendo a pedazos, su deber ante todo era traerle calma a su alfa, éste primordialmente se dañaría a si mismo antes de lastimar a su sangre. No se enteró en que momento Hoseok se situó delante de él, protegiéndolo, pero sus ojos fueron a posicionarse en su hijo, quién al principio era un terremoto de emociones negativas, viviendo el cambio repentino a uno sumiso, aterrado hasta los poros por lo que tuvo que actuar. Su mano aprisionó la muñeca derecha, se arrimó haciendo que la distancia sea nula, el aire tibio que escapaba de sus fosas nasales penetró la piel de su nuca desviando todo ese manojo de furia, sus labios fueran a visitar a su oído susurrándole palabras calmantes, las cuáles dieron fruto. El flujo de feromonas se desprendieron cuando el omega encarceló desde atrás al alfa, con sus brazos acariciando el pecho de éste, los pares de párpados se cerraron, por lo que Hyungwon dio el paso final que fue destinarse delante de su esposo para abrazarlo otra vez y éste enterró su rostro en la zona donde la glándula del aroma iba más en aumento. El ambiente se endulzó con el aroma de rosas frescas y canela, el alfa iba ralentizando su respiración con esos toques empalagosos, esos besos que paraban en su sien y esas manos que peinaban el cabello en el proceso.