ʟᴀ ᴀᴍᴇɴᴀᴢᴀ

Beginne am Anfang
                                    

Lia: Claro, eso sin contar con la gente que se irá contagiando ahora.

Lucía: En los pasadizos hay muchas más -dijo mirándome-

Julia: Los pasadizos están destruidos.

Elsa: Pero estamos abriendo camino entre los escombros.

Lucía: Nos constará unos días, pero llegaremos a ellas antes de que se acaben las que tenemos aquí.

Elsa: Lo que es muy importante es que no cunda el pánico. No podéis contarle a nadie lo que está pasando aquí. ¿Está claro?

Iván: Ya que vamos a ayudaros, ¿no?, a mentir a todo el mundo, también podremos ayudar con el pico y la pala, ¿no?

Elsa: Pues no.

Lia: ¿Cómo que no?

Elsa: No. Bastante bien habéis merodeado ya por ahí abajo. Además, es muy peligroso.

Iván: ¿Cómo que muy peligroso? ¡Que nos han contagiado una enfermedad mortal y han asesinado a dos amigos nuestros, Elsa! Mi padre y sus amigos nazis sí que son peligrosos. No levantar piedras, coño.

Elsa: No. ¡Vamos a ver, Iván! Esto es un colegio. Vosotros sois los alumnos. Y vuestro sitio está en clase, y punto.

Lia: ¡Esto dejó de ser un colegio hace mucho tiempo, Elsa!

[...]

Íbamos andando los pasillos para llegar a nuestra clase hasta que aparece Paulita.

Paula: ¡Marcos! ¿Dónde estabas? Te he estado buscando por todas partes.

Marcos se puso a la altura de la pequeña mientras que nosotros solo mirábamos.

Marcos: Estuve... Estuve hablando con unos señores. ¿Sabes que me dijeron? -la pequeña niega- Que mamá está bien.

Paula: ¿Ya no está con el monstruo? -dijo feliz-

Marcos: No, no. No era un monstruo. Era un señor bueno, y se la llevó a un hospital para que se cure.

Paula: ¿No podemos ir a verla?

Marcos: No, mejor no. Pero cuando ella se cure, va a venir aquí a por nosotros.

La niña se puso bastante feliz y se fue a jugar con la pequeña Evelyn.

Una vez se fue, Marcos se puso de pie y suspiró. Nosotros nos pusimos a su lado dándole todo nuestro apoyo.

Vicky: Venga. No te ralles -dijo tocándole el hombro- No puedes hacer nada más.

De repente apareció Alicia y nos paró para hablar.

Alicia: ¿Así que queréis echarnos una mano en los pasadizos? Lo hemos estado pensando mejor y... Elsa cree que podéis ayudarnos.

Iván: ¿Tan desesperados estáis?

Alicia: Haced turnos y bajad dos ahora.

Iván: Yo bajo seguro, ¿vale?

Marcos; Yo también.

Amaia: Tú todavía estás drogui, quédate en clase. Yo voy por ti.

[...]

Nos encontrábamos en clase, Amaia e Iván ya habían vuelto y nos dijeron que no hacía falta que bajáramos otros dos ahora así que fuimos a clase.

Estaba entrando a clase junto a Roque, Amaia y Vicky.

Roque: Lo que sé es que consigamos salir de aquí, lo primero que voy a hacer es montarme un fiestón del quince. Eso seguro.

Amaia: Igual no hace falta esperar tanto, ¿no?

Roque: Mira, aquí es más fácil encontrarte un clon de Hitler que pillar cervezas.

De la nada apareció Iván, dejó caer con fuerza sus cosas en la mesa y se lanzó sobre Amaia.

Iván: ¿Se puede saber que has hecho con mi ampolla?

Amaia: ¿De qué hablas?

Iván: ¡Está tía me ha quitado la medicina! La tenía guardada en el bolsillo de la chaqueta. Y tú eres la única que la ha tocado.

Amaia: Yo no te he robado la medicina. ¿Por qué iba a hacerlo?

Iván: Pues ¡No lo sé, joder! -dijo gritando- Dímelo tú. ¿Por qué coño te acoplas ahora a nosotros? ¿Nos estás vigilando o solo te aprovechas de ser la prima de Lia?

Me quedé un poco sorprendida por lo que Iván acababa de decir, sinceramente.

De repente apareció Marcos, él no sabía nada de lo que estaba pasando en ese momento.

Marcos: ¿Qué pasa?

Amaia: Iván cree que le he robado la medicina y que soy de la Gestapo o una aprovechada.

Iván: Te estoy diciendo que me des la medicina -dijo cogiéndole del brazo-

Amaia: ¡Que no sé de que me hablas! -dijo soltándose de su amarre-

Esta se fue de la clase pero antes de hacerlo, cara cartón le paró preguntandole si estaba bien a lo que esta respondió que sí.

Rubén no muy convencido, miró a Iván con cara de decepción.

Iván: ¿Qué pasa, cara cartón?

Marcos apartó a Iván de dónde estaba este para que no pasara nada, nos fuimos al fondo de la clase para hablar.

Iván: ¿Qué?

Amaia: A lo mejor no ha sido Amaia. ¿Quiénes estabais abajo?

Iván: Martín, Hugo, Heidi y yo.

Marcos: Ha sido Hugo. Amelia me lo acaba de contar. Ese cabrón está con Ottox desde el principio.

Lia: Espérate, ¿que?

Marcos: Nos ha engañado a todos. Nos la ha jugado.

Roque: ¿Y para que quiere Hugo la ampolla de Iván?

Julia; Pues porque a lo mejor está infectado y no quiere irse al tercer piso.

Lia: Esta mañana, estaban Lucía y él en la enfermería. Y cuando entré se callaron.

Marcos: Si Hugo está infectado, hay que decírselo a Elsa. Que le ponga arriba con los demás.

Julia: Tenemos que estar seguros. Hay que hacerle el test.

[...]

Estábamos en nuestra habitación hablando sobre Hugo.

Yo estaba sentada en la cama de Carol junto a Iván y Julia, estaba en medio de ambos.

Marcos estaba sentado en mi cama, Roque en una silla y Vicky en su cama.

Julia: Pero Hugo dijo que no había matado a Carol.

Vicky: ¿Y tú le crees?

Lia; No es que le crea, es que simplemente creo que no fue él y mandó a alguien para hacerlo.

Iván: Hombre, después de haber matado a tanta gente, qué más le da, ¿no?

Marcos: Lia tiene razón, él sabe quién lo hizo.

De repente entró Amaia a la habitación, era de esperar pues ella dormía en la cama de Carol..

Amaia: Hola, chicos -dijo cerrando la puerta y sonriente- ¿Te molesta si dejo la mochila en mi cama? -le dijo a Iván- Puedes registrarla y comprobar que no llevo nada tuyo.

Iván: Molestar, no. Que igual no fue culpa tuya, pero tampoco es para ponerse así, hombre.

Lia: En su idioma te está diciendo que lo siente por lo de antes -dije riendo-

A continuación Amaia sacó unas cervezas de su mochila, nos dió una a cada uno y brindamos.

Brindamos por Amaia y mi querida amiga, Carol.





¿Me amas? - El Internado Laguna Negra. Iván Noiret Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt