2 . Atrapado en la zapatilla de mi hermana

2.1K 17 0
                                    

Paso de su cartera a su zapato, ¿qué sigue?


—Ábreme para que pueda respirar mejor.

—OK —dice abriendo la cartera y dejándome salir.

—Ya eres madura, tienes veintidós, ¿por qué no aceptas tu error y le dices a mi mamá que me encogiste?

—Oh, Jack, mi mamá no sabe de mis poderes, si le digo que te encogí, solo la haría estallar, y, además, ella pensará que te secuestraron o que te mataron, porque así jamás te encontrarán.

Me senté a pensar que ella tenía todo planeado hasta que intervino el silencio.

—Jack, ¿te gustó mi pezón?, ¿estaba lindo?

— Diana, por más que me haya gustado, soy tu hermano y no te debo ver desnuda ni mucho menos tocarte.

—Oh, cosita, no entiendes no eres mi hermano, tu eres mi mascota, pues yo te cuido, te alimento, te doy hogar y toda tu vida ahora es mía.

Al pensar en eso, al instante, me excité y el pene se me puso erecto y ella lo notó.

—Oh, ¿esa idea te gusta verdad?, así como si fuera tu Diosa, ¿no?

—¿Diosa? —susurré para mí mismo, pero me escuchó

—Ay, ya lo estás entendiendo, amor.

Nos quedamos en silencio unos minutos hasta que el carro frenó.

—Ya llegamos. Adentro.

Entré en la cartera, ella la cerró y empezó a caminar. Mientras caminaba, todo se movía, hasta que llegó donde estaban sus amigas, a quienes saludó y abrazó.

A mí siempre me ha gustado abrazar a mi hermana porque puedo sentir sus senos contra mi cara, pues ella es muy alta y no le gusta agacharse.

Para acabar con mi aburrimiento, opté por caminar dentro de la cartera, pero tras poner un pie en un lugar, empecé a hundirme hasta finalmente caer y sentir el aire a través de todo mi cuerpo. Me había salido por un hueco que tenía la cartera de mi hermana.

Pensé que esa altura enorme me mataría al llegar al suelo, pero no fue así. Estaba cayendo


Pensé que ese era el fin estaba cayendo desde una altura enorme, pero al caer caí en el agujero entre la media y la zapatilla de mi hermana ahora estaba dentro de su zapatilla y no sé como quede justo entre su dedo grande y su otro dedo. Ese olor de sus pies que me hipnotizaba era genial y después de unos segundos mi polla estaba erecta y la pasaba por su media para darme placer y seguí así una hora hasta que me dormí. Me desperté un tiempo después en la zapatilla pero esta vez no tenia el pie de Diana encima y podía entrar una luz por el agujero para meter el pie. Entonces escuche su voz "los tacones no me quedaron pero no importa" Estaba en una tienda de zapatos. "Mira estos" "No olvídalo ya me pondré mis zapatillas" entonces se empezó a poner las medias, pero un segundo después dijo "Estas medias me están molestando mucho usare las zapatillas sin medias" Dijo para si misma metiendo el pie en donde yo estaba poniéndome el talón encima y moviendo su pie hacia los lados masajeando mi cuerpo entero. se quedó sentada unos minutos y después empezó a caminar. Por cada paso ejercía una gran presión sobre mí que debería haberme matado, pero no lo hacía. Después de un rato no pude soportarlo y tuve que hacerlo: Empecé a lamer y besar su pie pues me encantaba tenerlo ahí al frente mío. Lo lamia lo besaba y lo chupaba y así seguí como por tres horas hasta que la escuché despedirse de sus amigas y sentí como las abrazaba para despedirse y caminaba hasta y el carro y lo encendía. Escuche como abría su cartera y me buscaba "Oh no" dijo ella preocupada. Tenía que llamar su atención así que empecé a chuparle el talón lo más fuerte que pude. Cuando me canse empecé a lamerla porque talvez si la mojaba supiera que estuviera allí. La lamí hasta que yo quede lleno de mi propia saliva y me excite tanto que saque semen y le embarre el pie de el y fue ahí que se dio cuenta pues se quito el zapato. y lo alzo hasta su cara para ver y me vio a mi envarado de saliva y semen. "Oh Jack... no puedo creer..." "Si te disculpo" Dije yo "TE ENCANTAN MIS PIES!" al instante me puse rojo de vergüenza "No tienes por qué avergonzarte es normal que ames todo lo relacionado a tu Diosa. ¿Lo estabas chupando y lamiendo?" Dijo ella súper alegre pero no sabía cómo responderle. "Si" dije yo en un susurro. Ella subió su pie izquierdo en su rodilla derecha, me saco de la zapatilla y me puso frente a él. "Dales un beso a los pies de tu Diosa" y se me puso la polla erecta y ella sonrió y me sonroje más de lo que estaba "Vamos" yo me acerque y le plante un beso en el dedo gordo. "Te pondré en mi otro zapato después de todo si vives gracias a mi tendrás que buscarme la manera de agradecerme" Dijo poniendo un pie en el zapato lleno de saliva y seme y poniendo en la otra zapatilla y poniéndome el pie encima. "Lame" y empecé a lamer por unos minutos hasta que llegamos a casa, subió las escaleras y entró a su cuarto. Después se sentó en su cama y se quitó el zapato para sacarme de ahí.

Nota final:
Siempre me ha gustado sus hermosos pies, pero nunca pensé que llegaría a lamerlos... y aunque no lo crea me encanta lamer los pies de mi Diosa.

Mi hermana la gigantaWhere stories live. Discover now