"-Me vas a esperar?.
-Todo el tiempo que sea necesario."
Otro Spiderman ¡que sorpresa!.
Ninguna de las imágenes y dibujos que hay en la historia son de mi propiedad, todo el crédito a sus respectivos autores.
Únicamente me pertenece el personaje pri...
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— Pablo me dijo que tenia que irse y que lo alcanzaremos después– Escuché que la puerta de mi cuarto se abrió seguido de la voz de Hobie.
En otras circunstancias no me habría importado. Pero en ese momento que estaba recién salido de bañar y solo tenía la parte inferior de mi traje puesta, no me agradaba mucho.
Por mero reflejo cerré la puerta con ayuda de telarañas y me disculpé con el por cerrarle la puerta en la cara.
— Perdóname, entré en pánico – me disculpé unas vez que yo estaba cambiado y la puerta de mi cuarto estaba nuevamente abierta.
— Y lo respeto.
—Que tan conservadores dirías que son los amigos de Pablo?
No lo había visto hasta ese momento, pues le había estado dando la espalda y cuando me giré para verlo, estaba vestido con su usual pantalón negro e interferido con parches e hilos y una camiseta también negra sin mangas, cuello alto y ajustada.
No voy a mentir, se veia muy bien y me le quedé viendo fijamente sin darme cuenta, hasta que el me volvió a hablar.
—Y bien?.
—Nah, todo bien.– salí de mi trance que curiosamente dio lugar en su pecho –Hasta les vas a agradar más vestido así – me giré a seguir alistando mis cosas antes de que notara mi evidente sonrojo.
—Que bueno, aquí hace mucho calor.
—No en mi opinión – dejé morir la conversación.
Hobie se volvió a sentar en la silla de mi escritorio y dio más vueltas. Creo que le agrada más esa silla que yo. Él solo me veía mientras yo alistaba la mochila que siempre me llevaba a todas partes.
Estiré mi brazo para alcanzar un perfume y Hobie observó atento mis muñecas.
— Donde están tus disparadores?– preguntó confundido
— Yo no necesito disparadores.
— Pero yo vi unos en el edificio– se acercó a mí, tomó mi brazo, lo acercó a sus ojos y examinó detallada y cuidadosamente mi muñeca.
—Es solo un invento mío, quería controlar la velocidad con la que salen mis telarañas, pero no lo necesito como tal. Funcionan bien y los usé durante un tiempo pero solo sentía que me estorbaba.– expliqué y el bajo mi brazo pero sin soltarlo
—Y me dijiste que había una razón por la que estabasahí sin disparadores– reprochó casi sorprendido que de no necesitara disparadores.
