Luchar. Vivir. Crecer. Decepcionar. Tristeza. Enfado. Felicidad. Adolescencia. Trabajo. Niñez. Amor.
El amor debería ante ponerse en todo lo que esté por encima.
Los problemas conllevan a la destrucción de un hogar sino se toma las riendas.
Y est...
"Mierda" pensó el mayor, la tensión que cubría el cuerpo de Jooheon estaba relucientemente en el exterior, el semblante de su hijo empeoró pero no permitiría que su mocoso determinara la situación, ni menos que manejara las cosas a su antojo.
-Tienes dos minutos para bajar e ir almorzar con nosotros como la familia que somos, puede que te disguste estar en un mismo espacio con tu padre y conmigo, pero quieras o no, bajarás e iras directo a la mesa con un mejor semblante del que tienes, tu hermano espera por ti también
Cuando quiso continuar con el discurso, la pronta respuesta de su hijo fue cerrarle la puerta cerca de su rostro que prácticamente estaba a centímetros, sus reflejos hicieron que se alejara antes de que eso sucediera. Exhaló todo el aire que estuvo comprimido silenciosamente, inclinando 45 grados su cabeza en el proceso, cerrando sus ojos con cansancio y ganas de largarse a llorar como condenado. Se irguió, giró sobre sus talones y se encaminó nuevamente a la cocina.
Minutos más tarde el silencio prevalecía desde que el menor de los adultos se sentó con pesadez, dejando caer su cuerpo en la silla hasta que el más grande de sus hijos entró con un rostro inexpresivo, cambiando al segundo de conectar su mirada con el infante, que gritó tal cuál delfín en su salsa (significa que disfruta mucho hacerlo, que se siente cómodo) se sentó al lado de Minhyuk para cepillar su cabello con la mano que estaba desocupada, porque en la sobrante tenia el móvil. El omega le sirvió en el cuenco un poco de sopa de miso, más un cuenco aparte que estaba rebasado de arroz, pero el alfa adolescente no prestaba atención más que a su móvil que sonaba cada mensaje le llegaba, su actitud egocéntrica, problemática se copaba con su lenguaje corporal, el cuál se despatarro con sus piernas estiradas abiertas de par en par, su espalda apoyada en el respaldo de la silla y su rostro impasible se unió al efecto.
-Estamos en la mesa, sabes perfectamente que está prohibido usar el móvil- habló Hoseok con calma
-¿Enserio? Pues toma tu regla para ti mismo- retrucó, tentando la paciencia de su padre- estoy aquí para almorzar con los mejores padres del año, y me están jodiendo con esta regla que me la paso por el trasero -utilizó el sarcasmo, más luego habló con seriedad
-No voy a permitir tu falta de respeto en mi mesa- dijo Hyungwon intentando calmarse- por una vez compórtate lo cuál no es mucho pedir
El alfa menor rió como si le hubieran dicho el chiste más gracioso del mundo, lo que para él lo era, por lo que decidió seguir jugando con fuego.
-Esta bien papi, me voy a la mierda de aquí, disfruten de su almuerzo, espero se atraganten y se mueran de una maldita vez
Con eso bastó para que el alfa se levantará de su lugar y envolviera su mano en el brazo del adolescente, asustando en el proceso al menor de los Lee, quién se puso a llorar en menos de un minuto.
-Tú y yo hablaremos en mi oficina en este momento -le susurró al oído y prosiguió- calmaremos a Minhyuk que es el principal afectado por nuestras intencionales discusiones e iremos directo, ¿Haz entendió Jooheon? ¿O debo explicártelo con manzanitas?- concluyó el alfa mayor con su rostro inexpresivo, cansado de la actitud de su hijo, a la vez preocupado por éste y por el estado de su cachorrito
Hoseok se esforzaba al máximo al tratar de no caer en las provocaciones de su cachorro mayor, pero detestaba la falta de respeto que ambos dos experimentaban cada vez que regresaban a su vivienda. La tensión se extendía día a día, hasta que otra vez partían para hacer su tedioso trabajo, los insultos, los enfrentamientos entre su esposo y su hijo, lo agotaban mentalmente. El tener una conversación con Jooheon era como hablarle a una pared, hacia oídos sordos, no miraba, se cruzaba de brazos dando a entender que le importaba poco y nada lo que tuvieran que decirle, y lo peor de todo es que no daba respuesta. Él recordaba cuando su alfa menor sonreía todo el tiempo o cuando se colgaba de cualquiera de los dos entre otras cosas que prevalecían en sus recuerdos, pero lo más importante, era que amaba estar con ellos dos, amaba dar y recibir amor, los amaba tanto que se lo repetía cada segundo del día y ahora siendo un adolescente, por supuesto que les hería la manera en que eran tratados, el desprecio, la ignorancia, lo irrespetuoso delante de otras personas, todo un conjunto de emociones que se les colaban en sus pechos. Pero esos destellos de recuerdos se apegaban más a sus corazones, aforrándose con todo lo que tenían. Sus lobos sufrían a la par por el rechazo y por sentir el sufrimiento de sus otras mitades, por más que sus partes animales quisieran voluntariamente animarlos, ni la mitad de la batería de su corazón llegaba a ser cargada en su totalidad. El alfa experimentaba el dolor emocional, pero el que más daño sufría era el omega aunque este se tragaba todo ese dolor enviándolo muy lejos en lo profundo de su corazón, procurando contraer sus aromas que se intensificaban más con las discusiones o despechos del individuo cachorro mayor de los Lee.
Primeramente el objetivo era calmar a su cachorrito, lo cuál los tres lograron distraerlo, comentándole una idea de corretear por el bosque junto con su papi, su segundo objetivo como alfa pero sobre todo como padre, era entender o al menos hacer el esfuerzo de entender al cachorro y sus estados de rabia. Las circunstancias no estaban siendo las mejores, y menos al notar la tensión en el cuerpo de su primogénito y menos para con él mismo, porque su porcentaje de enfado estaba al tope, tomo varias aspiraciones porque él debía ser la voz de la razón, ya sabiendo que su esposo no contaba con la voz de razón cuando se trataba de Jooheon. Los dos tal para cual en todo sentido, por eso el alfa supo desde la primera pelea fuerte, que chocarían al máximo, por lo tanto él, portaría con el titulo e interceptaría en cada lucha verbal entre padre e hijo.
Y lo predecible sucedió, Jooheon tiró todo su peso a uno de los sillones, agitado, molesto, lo leía como un libro abierto, llenando el ambiente de un aroma rancio, de enfado, esas feromonas que se extendía por todo ese espacio no tan diminuto.
-Ponte derecho y antes de contradecirme en lo que tú crees que es correcto, harás silencio y me escucharas ¿Entendido? Estoy hastiado de tus malas actitudes, cada vez que ponemos un pie dentro comienzas con tus insultos que lastiman a tu padre, nos pones en una situación incómoda, sobre todo a mi, porque por más que haga un sobreesfuerzo para detener tus intensos discursos del porqué no somos buenos padres, o peor aún, tus malas palabras que solo despotrican tu manera de sentir, tus expresiones no son las mejores, tus palabras dejan un hueco en medio de nuestros pechos. No creo, porque lo siento tal vez no tanto como Hyungwon, pero se que muy en el fondo de tu corazón te duele decirlas, a la vez que necesitas de nuestra atención pero eso jamás lo reconocerás. Necesito entender tu punto, necesito entender tus razonamientos o argumentos, se que no estamos tan presentes en tu vida como lo hacíamos cuando eras pequeño, pero hijo, lo intentamos, nuestro objetivo es generar un vinculo o mejor dicho revivir ese vinculo que parece estar muerto, queremos acercarnos a ti lo más posible y tener la certeza absoluta de conseguirlo, pero en cada intento pones una barrera imposible de quebrar, imposible de escalar. Debes cambiar tu actitud de niño inmaduro, se que ser adolescente no es fácil pero deseamos llevarte por el camino correcto, estar como tus padres en tus caídas para poder ayudarte a levantarte. Te amamos con todo nuestro ser, eres lo mejor que nos ha pasado en la vida junto con tu hermano
-¿Terminaste con tu gran discurso de buen padre? ¿Ya puedo retirarme papá?- habló con sarcasmo y bastante enfado salían de sus palabras- Puede que ustedes me importen una mierda, pero ahora mismo quiero estar con mi hermano, que para su información lo puedo calmar mejor que ustedes, porque se que aunque este correteando con mi otro "padre" - le costó decir- debe estar nervioso y esperando por mi, así que si me permites me iré
No espero respuesta que ya estaba saliendo por la puerta para ir a buscar a su hermano. El alfa mayor suspiró con cansancio, con pesadez, no sabiendo ya que hacer, por lo que decidió llamar a las únicas dos personas que podrían ayudarlos.
Su móvil yacía en su oído derecho, mordiendo su uña por los nervios. Hasta que oyó la voz del otro lado de la línea.
-Hey, lamento molestarlos. Necesito de su ayuda ¿Creés qué pueden venir por la mañana?
¿Quiénes creen qué serán los que están del otro lado del móvil?🤔
Estaré subiendo capitulos durante la semana que viene. Seguramente el Lunes, no lo haré todos los días porque aún debo de terminar de escribir unos dos extras que dejé a mitad de la historia.
Nos leemos ❣️
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