14 - Sweater Wheather

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Capítulo 14

"Porque hace demasiado frío aquí para ti, y ahora, así, déjame sujetar tus dos manos, en los agujeros de mi sweater"

Temblaba. Tenía frío y no me cubría. Estaba desprotegido.

Temblaba y lloraba descargando todo lo que había aguantado. La almohada era la única visión que tenía. Oí que tocaban el timbre, genial.

Bajé las escaleras con cuidado de no caer, de no desvanecerme.

Abrí la puerta despacio, con la poca fuerza que aún me quedaba. Me pregunto si alguna vez fui fuerte o siempre fui así de débil. Quisiera saber si algún día estuve hecho de plástico en lugar de cristal, si fui un dragón en lugar de la doncella atrapada en el castillo, si caminaba con tranquilidad en lugar de tropezar y caer, si sonreía en vez de llorar. Tal vez no lo recuerde o tal vez nunca pasó.

— Lo siento tanto estaba en casa de Zayn, pude haber llegado antes. Perd... — No dejé que termine su frase, ni siquiera lo había dejado entrar por completo a mi casa simplemente me lancé a sus brazos quebrándome en millones de pedacitos mientras cataratas de lágrimas descendían por mis mejillas nuevamente ahora mojando su hombro. — Harry... — Quiso decir algo pero fue interrumpido nuevamente por mis sollozos fuertes mientras lo sujetaba con firmeza pidiéndole a gritos protección.

Me sentí estúpido, patético, avergonzado, no había nada más horrible que demostrarme así como era: un idiota llorón que no sabía enfrentar problemas por sí solo.

Louis me abrazó cruzando sus brazos alrededor de todo mi cuerpo, como si quisiera que ninguna parte de mí se escapara de sus brazos, como si yo fuera agua y él no quería derramar ni una gota.

— Necesito que te tranquilices. — Su voz sonó tan frágil y a la vez tan tranquila, como cuando una madre quiere tranquilizar a su niño pero a la vez está destrozada por dentro por verlo llorar.

— No puedo. — Había sido la única frase que había dicho durante toda la tarde porque los gritos y sollozos no eran palabras propiamente dichas.

Suspiró mientras acarició suavemente mi espalda.

— Ahora estás conmigo, todo está bien.

— Eso no es verdad. — Dije en un tartamudeo entre llanto lastimero.

Decía "todo está bien" como si fuese la cosa más fácil. Cuando se fuera ya no estaría todo bien.

Posó sus manos en mi cintura, para intentar soltarme con delicadeza.

— Por favor no... — Me aferré más a él, asustado de lo que podría suceder a continuación. Apoyó sus labios contra mi hombro y volvió a agarrarme. Pudieron haber pasado solo segundos o tal vez minutos de silencio en donde pude percibir el latido de su corazón acelerado, como si realmente yo le preocupase, le importara. — Estoy horrible, Louis. — Me quebré de tal forma que no pude pronunciar correctamente su nombre a causa del nudo en la garganta que me la destrozaba.

Ese nudo que me hacía callar para luego me hacerme explotar tal cual una granada, una dinamita. El silecio solo atrasaba el momento de la explosión.

— Déjame verte. — Susurró.

— No... Te asustarás, saldrás corriendo, me dejarás solo de nuevo y... — Continué llorando mientras me escondía más en su cuerpo.

— Me quedaré contigo, lo prometo. — Dijo firmemente pero a la vez dulce, esa forma de ser suya que me volvía loco.

— Las promesas no son reales.

PANIC - {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora