Extra #2

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Jungkook se encontraba en su oficina después de la junta de padres que había tenido en la escuela de Junwon. Se estresaba con solo escuchar a los mismos padres de siempre quejarse por todo, y era la principal razón del porqué odiaba asistir, pero no quería ser de esos padres ausentes que jamás se paraba a ver como le iban a sus hijos en sus materias, amaba ir y preguntar porque siempre recibía elogios, solo era esa la parte mala de asistir.

Eso y las múltiples miradas de madres solteras viéndolo con curiosidad por ser, efectivamente, un padre soltero. Odiaba la atención, ¿Por qué la obtenía y le aplaudían por ser responsable? No era ni el primer hombre, ni el último, que cumplía su función como padre soltero, tampoco era como si hubiera querido ese estatus, simplemente había ocurrido porque así fue dictaminado.

Su vista estaba enfocada en la pantalla de la computadora, moviendo el cursor a lo largo de la página para subrayar los números que quería resaltar en el texto, pero no podía mentir que sus pensamientos iban dirigidos hacía una persona en concreta y de la cual no sabía nada de él desde su proposición inesperada. ¿Y si había cometido un error? No, el expresar sus sentimientos jamás lo consideraría un error, pero posiblemente hubiera cambiado algunos cuántos detalles para no hacerlo correr lejos de su lado. Dejó de hacer su trabajo para recargar sus codos contra el escritorio y esconder su rostro entre sus manos, mortificado por la situación después de las múltiples preguntas que Junwon le había hecho por curiosidad.

Estaba clavado tanto en ello que no sintió cuando su celular comenzó a vibrar en el bolsillo de su chaqueta hasta que un molesto repiqueo que lo hacía desconcentrarse de sus propios pensamientos lo volvió a la realidad, sobresaltándolo. Sacó el celular y casi juró caerse de espaldas si no fuera por el buen soporte de la silla donde se encontraba con solo ver el nombre en la pantalla.

¿Acaso lo había invocado? Tragó saliva de forma seca y trató de relajarse antes de contestar, queriendo parecer natural.

—¿Bueno?—Contestó reteniendo entre sus dientes su labio, tratando de calmar su respiración.

—¡Jungkook! Y-yo, uh, ¿Cómo estás?—Cuestionó, percatándose apenas del titubeo porque lograba escuchar mejor los latidos que emanaba su pecho que la voz de Taehyung al otro lado de la línea.

—Oh, Taehyung. Estoy bien, ¿Y tú, pasó algo?—La confusión en su tono de voz era evidente, eso no lo podía disimular por más que lo quisiera.

—Me alegro, igual estoy bien, y no pasó nada así que no te preocupes. Yo solo llamaba porque, lo estuve pensando y quería ver si tu propuesta de la cita seguía vigente, sé que tardé semanas en pensarlo y lo siento, necesitaba mi propio tiempo y ahora que lo consideré lamento que sea tarde.—Confesó con un tono rápido, haciendo que Jungkook se sintiera desconcertado por un momento tratando de seguirle la pista a sus palabras.—¿Sigues ahí?

Casi juró gritar en ese momento si no fuera porque Taehyung lo escucharía, estaba en su oficina y con la puerta semi-abierta, cualquier que pasara podría verlo en su momento de felicidad y trance, quería guardar su compostura tanto como pudiera por el momento, ya tendría otra oportunidad de celebrarlo y no hacer el tonto frente a tantos presentes.

—¡Sí, sí! Perdón, solo que me tomaste de forma desprevenida, no esperaba que me llamaras y menos aceptando, ¿Estás seguro de ello?—Podía imaginarse a Taehyung entrando en razón en ese momento y colgándole, por lo que la felicidad se fue y el temor se instaló sobre sus hombros, casi queriéndose arrancar las uñas del propio estrés que se generaba solo.

—¿Te arrepientes de tu propuesta?—Su tono de voz disminuyó, haciendo que Jungkook se atragantara por el inesperado cambio de juego y negara aunque no pudiera verlo.

—No, por supuesto que no. Solo quería asegurarme que estuvieras seguro, nunca fue mi intención presionarte, fui claro en que te tomaras tu tiempo y que te esperaría, lo sigo haciendo y lo seguiré haciendo si así fuera.—Confesó, sintiéndose levemente nervioso.—Pero ahora que aceptaste, me siento afortunado de que lo consideraras y obtener una respueta positiva. Déjame todo a mí, solo dime que día tienes libre y pasaré a recogerte, prometo no decepcionarte.

—Está bien, deja checar mis próximos turnos y descansos, te avisaré por medio de un mensaje, ¿Te parece?

—Claro, estaré esperándolo.—Y no mentía, probablemente estaría checando su celular en cada oportunidad que tuviera.

—Entonces, ten un buen día, Jungkook. Nos mantendremos en contacto.

—Nos vemos, Taehyung.—Y dicho eso, colgó la llamada.

Cuando reposó su celular frente a él y lo vió apagarse, soltó el suspiro que tanto estaba reteniendo y cerró los ojos, sin poder creerlo. Todo ello se estaba haciendo realidad y no sabía ni como tomarlo, ¿O se trataba de un sueño? A lo mejor una mala pasada de su mente y toda la conversación fue ficticia, probablemente estaba a un paso de enloquecer y no sabía ni como actuar porque había dejado de ir a citas en mucho tiempo, ¿Hace cuántos años que dejó de tener citas? Ya ni siquiera recordaba la cantidad de tiempo que pasó desde entonces.

¿Cómo tenían que ser las citas? ¿Le gustaría lo detallista o algo sofisticado? ¿A dónde podría llevarlo? Estaba delirando en ese momento hasta que un mensaje de su hermana entró, diciendo que pasaría por Junwon a la escuela porque tenía ganas de pasar tiempo con él, fue cuando las campanas sonaron en su mente y casi besó el celular, su hermana sería la solución.

—Bien, Jungkook. Tú puedes con esto, tienes toda una empresa a tu disposición, esto sería también de fácil, saldrás a esa cita y todo estará bien, confía en ti.—Se trató de dar ánimos, de esa manera trataba de alejar sus temores.

Y con una nueva en mente, trató de enfocarse en su trabajo antes de ponerse en marcha en sus siguientes movimientos. No podía darse el lujo de cometer algún error, no cuando había fallado de primera vez al confesarse y no lo haría ahora en la cita, daría lo mejor de sí.

Figura Paterna | KVWhere stories live. Discover now