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5 días después, Jay había sido dado de alta, cuando regresó al colegio, mucha gente le deseó una pronta recuperación, y vaya que él lo deseaba también, esas muletas eran la cosa más incómoda de todo el mundo, y odiaba que algunos le brindaran miradas llenas de lástima.

—Hola— Riki y Jungwon se sentaron a ambos costados de Jay en las gradas del campo de deportes.

Jungwon unió sus piernas y apoyó sus manos en sus rodillas.

—¿No crees que va a hacerte un poco mal ver el entrenamiento? Digo... es justo lo que no puedes hacer, hyung.

—Estoy bien, solo que siento que me estoy atrasando en todo.

—Párale a tu drama— lo calló Ni-ki —Ya sabes lo que dicen, el que nace buen jugador, muere buen jugador— Riki y Jay chocaron puño.

—No has tocado una pelota en toda tu miserable vida— Yang se asomó un poco para ver al japonés por sobre Jay.

—Cierra el pico.

El entrenador marcó el final del entrenamiento y los demás se acercaron a ellos.

Heeseung secaba su transpiración con una toalla mientras caminaba hacia donde estaban, Jungwon agradeció estar sentado porque sus estúpidas piernas le hubiesen fallado definitivamente ante tal imágen.

—Estúpido Doyum, se cree que tiene autoridad ahora que tu no estás entrenando con nosotros— se quejó Jake en cuanto se sentó.

—Tranquilo bebé— lo calmó Sunghoon— le dolerá más la caída cuando Jay vuelva y lo ponga en su lugar.

—Hablando de dolor, ¿cómo está tu pie?— le preguntó Lee.

—No siento nada, está inmovilizado después de todo... pero estas estúpidas cosas— tomó las muletas que tenía en el piso— llevarlas a todos lados es un dolor de cabeza.

—¡Yang Jungwon! ¡Nishimura Riki!— ambos chicos se alarmaron al escuchar la voz de su profesor de gimnasia— ¡Dejen la charla para luego cotorras, los quiero ya mismo en el campo!

Ni-ki se levantó rápidamente y apartó al resto torpemente para correr al centro de la cancha.

—¡Hasta luego hyungs!— sacudió la mano sin dejar de correr, lo que provocó que sus pies se enredaran con la cuerda que había en el piso y cayera de cara en este. Las chicas que estaban hablando a un costado lo miraron sorprendidas.

—Eres un idiota— el japonés aclaró sus ojos y notó de quien se trataba.

—Oh vete a la mierda Saerom— le sacó la lengua y se levantó para seguir su camino.

Jungwon lo iba a seguir pero rápidamente una mano tomó la suya. Volteó sorprendido y posó su mirada en aquella unión para luego unir sus ojos con los de Heeseung.

—¿Te veré esta noche?

—Uhm... sí, claro, estaré ahí con Riki— le dijo nervioso.

—Genial, suerte— lo soltó y sonrió.

Jungwon comenzó a correr cuando sintió sus mejillas arder.

—¿Los has invitado?— le preguntó Jake— iba a decirte que lo hagas.

—Claro, se lo dije el otro día en la tarde cuando merendamos juntos.

—¿Merendaron juntos? ¿Cuándo?— Sunghoon le dio un empujoncito.

—Ya, no es lo que ustedes piensan, somos buenos amigos ahora...

—Sus padres son religiosos— le dijo Jay— cuidado con lo que se te ocurre hacer.

TEST BOYFRIEND - JAYWONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora