21. Di que eres mía, por favor

Start from the beginning
                                    

Comenzamos a estirar como locas, porque según así nuestro cuerpo estaría caliente y sería más fácil la competencia, antes de salir corriendo tomamos un último shot. Comencé a estirar mis piernas y brazos. Por nada del mundo podría perder mis valiosos zapatos. Mijail se asomó por la ventana y abrió los ojos, tal vez al ver el estado en que estábamos mi amiga y yo. Despegue mis ojos por un momento y ya no estaba.

Uno, dos, tres...

Escucho a Malka decir y antes de lo previsto Malka estaba corriendo, no dudé ni un segundo y salí detrás de ella, estaba a unos centímetros de alcanzarla, cuando mis piernas se doblaron y me golpeé cayendo dentro de la piscina. Por mi ebriedad no tenía la fuerza para salir. Sentía como el agua entraba por mi boca. Sentí que iba a morir.

(***)

Maldita sea, ¡no despierta! —mi cuerpo está débil, por alguna razón no me puedo mover, pero escucho la voz desesperada de mi novio.

—Cálmate Mijail, el doctor Méndez dijo que solo está cansada por lo que sucedió—espeta Ethan al parecer tranquilizando a Mijail.

—Yo...—escucho los sollozos de Malka—Es mi culpa—comienza a llorar

Como puedo trato de abrir los ojos, mi campo de visión me muestra a un Mijail desencajado y lleno de preocupación. Malka me mira y sale corriendo hacia mí y de la nada me abraza.

Mijail toma de mi mano y deposita besos en mis nudillos.

—¿Qué paso? —hablo con dificultad

—Te has caído a la piscina amor...yo... ¡joder Victoria, me has pegado el susto de mi vida! —los ojos de Mijail se llenan de lágrimas.

Trato de levantarme, pero un mareo me lo impide, Ethan se percata de lo sucedido y lleva su mano a mi frente e inmediatamente frunce el ceño.

—Victoria tiene fiebre, Mijail—él me mira y vuelve su mirada a Ethan.

—Necesito que vayas por medicina a la farmacia más cerca dentro de perímetro, llamaré a Pedro para que te acompañe—él solo asiente.

—iré con él—Malka va detrás de su novio.

Mijail me quita las sabanas, sus manos tocan con suavidad mi cuerpo. Me tenso al sentir sus manos frías sobre mi piel. Mijail traga grueso al ver mi estado—Creo que necesito bajarte la fiebre dándote un baño Victoria—conozco esa mirada, para él no será nada fácil hacerlo sin hacerme suya.

—Mijail yo...puedo hacerlo—él solo me mira.

—Yo puedo amor, se por lo que estás pensando cariño... sabes cuánto te amo y realmente estoy sufriendo por verte de esta manera, joder Victoria si vieras lo que sufrí al verte inconsciente y saber que te podía perder.

Mijail toma el extremo de la camiseta que cubría mi desnudez, pasándola sobre mi cabeza. Sus brazos rodean mi cuerpo llevándome a la tina de nuestro cuarto.

Con sumo cuidado me deposita dentro de esta. Mis ojos se abren cuando veo a Mijail desprenderse de su ropa. Él me mira y ríe.

—No es lo que tú crees...pero si tanto lo quieres a mí no me molesta—niego con la cabeza.

Mijail enciende la regadera, el agua comienza a humedecer mi cuerpo. Mijail se muerde el labio y sé que se está conteniendo demasiado. Él es el tipo de hombres que cuando quiere algo lo tiene y en este momento sé que tiene una lucha interna consigo mismo y sus impulsos.

Una vez llena la tina, Mijail se introduce dentro de esta conmigo, sus manos comienzan a tocar cada centímetro de mi piel y basta tan solo unos segundos para sentir su gran erección.

Siento como se queja al sentir mis glúteos rozar con su entre pierna, Mijail toma una toalla y la humedece colocándomela en la cabeza. Mi espalda está apoyada en su pecho y sus manos se enrollan en mi cadera.

—Mataría por tenerte siempre así—susurra en mi oído y no puedo evitar erizarme

—Mijail...—lo llamo. Él acerca su rostro al mío, esperando que diré.

—Yo... te amo—los ojos de Mijail se iluminan por mi confesión y una sonrisa se escapa de sus labios.

—Victoria Jones, yo.... Maldita sea, soy el hombre más feliz del mundo mi nena ¡joder!, ¿no te importa todo lo que te hice pasar, antes de esto? —lo miro, claro que me duele, pero Mijail ha pasado de ser el monstruo que era a ser esta persona que tengo enfrente de mí.

—Ya te he perdonado—le digo sin más.

El gruñe tal vez por mis palabras, pero sé que lo ha emocionado. Su amigo me da la razón.

—Tu madre esta con Paul, viendo la propiedad que le compraré—lleva una mano a uno de mis pechos. Yo solo lo miro—Así que te haré gemir hasta que la fiebre abandone tu cuerpo—siento mi estómago contraerse. Sus palabras me han excitado.

Sin previo aviso, Mijail me voltea. Sus ojos se encuentran con los míos, sus labios comienzan a poseer cada parte de mi cuerpo, un gemido sale de mi boca cuando su boca atrae uno de mis pezones y al parecer eso lo enciende aún más.

—¡Di que eres mía, por favor! —sus palabras suenan suplicantes.

—Soy completamente tuya... Mijail Volkov—y sin más de una estocada entra en mí.

—Te amo Victoria Jones.

Sus embestidas se sienten necesitadas, como si quisiera demostrarme cuando me ama, cuanto me extraña y cuanto me necesita. Mi frente está llena de sudor. Mijail toma mis caderas atrayéndome aún más hacia él. El agua de la tina se está derramando por el movimiento brusco que tenemos. Mijail gime en mi odio y siento que lo necesito más cerca, más profundo y como si me hubiese escuchado se hunde más en mí—Esto es para que tu boca no vuelva a pronunciar otro nombre que no sea el mío—sus caderas se mueven tan rápido que siento que en cualquier instante puedo golpearme fuerte la cabeza.

Minutos después Mijail termina llenándome por completo. Siento como giran la perilla de la puerta principal. Mijail sonríe y me ayuda a levantarme.

—Creo que ya se te quito la fiebre—habla tocando mi frente. Yo solo asiento.

Al salir veo a mi madre correr hacia mí, después de tranquilizarla diciendo que Mijail me ha ayudado a bajar la fiebre, me dice que ha encontrado un apartamento precioso cerca de aquí y que en menos de diez minutos me podrá visitar todos los días.

Ethan llega con Malka. Mi amiga está tan pálida que siento que puede vomitar en cualquier momento y es así, apenas llega sale corriendo directo al baño. Mi mirada recae en Ethan y se ve tan preocupado como yo.

—¡Hey!, hermano ¿Qué fue eso? —pregunta Mijail curioso. Ethan le dice algo al oído y él abre los ojos asustándome aún más.

Mi madre me dice que vaya a ayudar a Malka, que quizás algo le cayó mal y por eso está de esta manera. Pero cuando trato de abrir la puerta encuentro a mi amiga llorando.

Malka tiene una caja en sus manos y su rostro lleno de sorpresa me dejan aturdida... espero que no sea lo que presiento.

MIJAIL VOLKOV (+21) Terminada ✔️✔️Where stories live. Discover now