AMOR EN GUERRA [GUERRA #1]

CAPITULO 01

Capitulo 01. El Idiota de la motocicleta.

10 de agosto del 2021.

La brisa fresca golpea todo mi rostro en cuanto pongo mis pies fuera del aéreo puerto. Cierro los ojos y aspiro el aire nuevo y desconocido, pero que le propina ese toque de calma a todo mi cuerpo.

Por lo general el clima en Frost es húmedo y frío, pareciera como si siempre estuviésemos en otoño con el clima frío, fresco y húmedo que lo caracteriza. Por lo poco que sé de esta ciudad es que prácticamente en todo el año no hace calor, es decir que el verano no pega muy fuerte, pero a diferencia del invierno si y que esté dura aproximadamente casi seis meses.

En Alverist todo el clima es regular, en verano hace mucho calor; en otoño llueve con frecuencia y es muy húmedo; la primavera es fresca y agradable; y suele nevar bastante durante todo el invierno. Sinceramente estoy –muy– acostumbrada al clima de mi ciudad natal, pero sin duda este me gusta mucho, obviamente tomando en cuenta que es mi clima favorito y me gusta la idea de que perdurará mucho tiempo.

Acomodo las mangas de mi chaqueta y vuelvo mis manos a mis maletas para encaminarme por completo fuera del aeropuerto. Tenía que llegar a la residencia que me corresponde, pero antes me apetecía mucho dar unas vueltitas por la ciudad.

Cuando el semáforo se coloca en rojo—indicándome que era mi momento de cruzar la autopista—camino fuera de la acera arrastrando mis maletas conmigo, deslizó un poco la chaqueta de mi brazo izquierdo para comprobar la hora que era a en mi reloj de mano a ver si no era muy tarde y es en ese momento en el que levanto la mirada que me quedo congelada en medio de la calle y veo cómo la vida se escapa de mi cuerpo cuando lo que parece ser una motocicleta viene en mi dirección a toda velocidad.

Parpadeo un par de veces con frecuencia esperando el fuerte golpe chocar contra mi cuerpo mandándome a volar, pero en cambio escuchó el ruidoso sonido de unas llantas frenar en seco.  Respiro profundo llenando mis pulmones de aire, ni siquiera me había dado cuenta de que mis piernas temblaban y que mis manos sudaban de los nervios y el temor tan grande que sentí.

Mi vista vuela hacia la persona que maneja la motocicleta y por poco la responsable de un gran accidente que me pudo haber ocurrido, o aún peor, mi muerte. El casco de seguridad que cubre toda su cabeza junto a su rostro que solo me deja divisar el color turquesa grisáceo  de sus ojos cuando alza los cristales del casco para observarme.

No sé de donde me salió, pero automáticamente termine de entrar en razón comencé a gritarle al tipo como una desquiciada.

—¡¿Te haz vuelto loco o es que apenas aprendes a manejar?! ¡Casi me matas!