Éste suspiró evaluándola, después paseó su mirada por el enorme jardín, porque, aunque estaban escondidos, se veía precioso desde ahí. Era de los lugares favoritos de Sam.

—Están saliendo... —repitió reflexivo. Las palmas de Sam sudaron, pero asintió haciendo nota mental de mandarle un mensaje a ese idiota en cuanto estuviera sola—. ¿Te gusta? —quiso saber, observándola de nuevo.

La joven se lo pensó apenas un segundo y asintió, eso era una verdad y la hizo sentir menos peor respecto a él, pero no respecto a ella.

Su padre asintió, dándole otra mordida al chocolate. No era sano que siguiera comiendo aquello, pero no quiso contrariarlo en ese momento. Tenía que arreglar su metedura de pata.

—Pa, ¿estás enojado? ¿Es malo que salgamos? —investigó aprovechando el momento. Qué tal que le decía que era una pésima idea y entonces cómo haría el idiota ese para convencerlo de una boda. Ja. Jódete, Craig

Londo clavó su mirada en la suya, después sonrió calmado.

—Creo que entiendo algunas cosas ahora... Solo que es mucho mayor que tú.

—No sé, creo que debe tener la edad de Camile o Ankel, pero tú y mamá se llevan casi ocho años —se encontró justificando para enseguida recriminarse por ello mentalmente, se supone que debía avalar sus "peros". Casi se rueda los ojos a sí misma y se abstuvo de darse con la palma en la frente. Adiós "Jódete, Craig."

—Sí, eso sí. Pero Kylian es... ¿solo están saliendo? —indagó de pronto perspicaz. Sam asintió enseguida con inocencia.

—Sí, yo estaba con Cash y no iba a ser una tontería. Pero ya no... —dijo como al aire. Londo asintió arqueando una ceja.

—No conozco mucho a Kylian como hombre, en los negocios sí, pero como hombre no, sin embargo, se ve alguien recto, decidido aunque muy experimentado.

—Pa... soy tu hija, obvio nadie será el ideal para mí —se quejó haciendo un puchero.

Su padre sonrió negando.

—Punto para ti. Pero entonces ¿fue por él que terminaste con ese noviecito que tenías?

—No, o en parte. Escucha, pa, la verdad es que entre Kylian y yo hay algo importante, algo que no puedo eludir. Sé que quizá suena raro, pero sé que él piensa igual —explicó lo mejor que pudo la realidad de lo que ocurría.

Londo se levantó, era tan alto que prefirió permanecer sentada, de todas maneras no lo vería a los ojos. Dio un par de vueltas en círculo.

—¿Es en serio esto con Kylian?

Sam se encogió de hombros, como solía, pero enseguida asintió alzando el rostro. Debía ser creíble, se dijo. Su padre continuó:

—Él y yo tenemos una relación de negocios que... pasa por un momento delicado ahora mismo, pero no tiene nada que ver contigo, o con lo que ocurre entre ustedes, solo debes saber que quizá las cosas no avancen tanto, mi amor. Aunque haré todo lo posible para que Craig siga confiando en la empresa, no sé si lo logremos.

—¿Delicada? ¿Qué pasa? —preguntó fingiendo no tener idea. Londo se metió las manos en los bolsillos del pantalón.

—Él inyectó capital en la compañía y no ha recibido los resultados por dicha inversión.

—¿Por?

Su padre se sentó a su lado, respirando hondo.

—Hay algunas irregularidades en las que estamos trabajando, pero confío en que se solucionará. Tú no te preocupes, que si Craig está tranquilo entonces todo va bien.

Solo para mí.  Serie Streoss I •BOSTON•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora