1 - Los hermanos

132 17 0
                                    

Todo el mundo piensa que ser estudiante es fácil, sobretodo teniendo mi edad, pero no es así, ahora mismo, estoy terminando de preparar mi termo de café a las siete de la mañana para ir corriendo a mi facultad.

Cómo decía, estudiar no es fácil, menos si es una carrera larga, agotadora y dura como lo es medicina. Sueles tener tus altibajos, lágrimas de por medio al no entender algún tema, noches en vela estudiando, todo para después convertirte en un ángel caído del cielo para decenas, cientos e incluso miles de personas.

Todo esfuerzo tiene su recompensa, como solía decir mi madre. Sólo espero que esa recompensa valga la pena.

Salgo de mi casa y subo a mi coche mientras enciendo el aire para refrescarnos de los últimos atisbos de calor del año, mientras espero a que mi mejor amiga y vecina Nuria, salga de su casa.

- Buenos días. - Sube al coche y me da un abrazo como puede, mientras se abrocha el cinturón.

- Buenos días. ¿Qué tal la mañana? - Arranco rumbo a la carretera central de Madrid, donde nos espera un gran atasco, como siempre.

Shawn Mendes suena en la radio mientras llegamos al centro. - De maravilla, los pájaros cantan, el cielo es azul y yo estoy súper contenta. - La miro mal mientras freno en un semáforo. - Es broma es broma, estresada, tengo varias pruebas hoy y apenas he dormido por estar memorizando fármacos, componentes y demás.

- Eso ya lo veo más normal. Yo ando igual, está semana no he dormido demasiadas horas, o las necesarias al menos, y todo por estar, al igual que tú, memorizando partes del cuerpo, teoría y más teoría. Menudas carreras hemos elegido eh.

Siempre, desde que creíamos en el ratoncito Pérez, nos ha gustado la ciencia y ayudar a los demás con lo que aprendemos a diario. - Muy inteligentes sí, farmacéutica y medicina. ¿Cuál más estresante que la otra? No se sabe, ni se sabrá. - Reímos mientras avanzamos lentamente en el tráfico. - Lo bueno es que he encontrado una bebida milagrosa.

- ¿Has encontrado el cáliz de fuego? ¿O alguna pócima especial que te da inmortalidad? ¿Té milagroso que nos hará memorizar todo más rápido? No, ya sé, la Amortentia, para que ese amigo tuyo caiga rendido a tus pies. - Nuria y yo somos unas fanáticas de las películas, y siempre que podemos hacemos referencias a ellas.

- Te pasas de verdad. Y ojalá alguna bebida pudiera hacer todo eso, pero no, he encontrado una especie de té parecido al café, pero que es muchísimo más fuerte y más sano. - Me enseña su termo lila con el líquido verdoso dentro. - Me mantuve despierta gracias a esto, si no ya estaría babeando o siendo un zombie estresado.

- ¿Y de dónde lo has sacado? Tiene pinta rara. - Hay hojas azules trituradas por el líquido y una especie de polvo flotando.

- De mi confiable amiga, Google. Estuve investigando algunas bebidas que dan energía y quitan el sueño, para un trabajo que me pidieron, y me encontré con esto. - Con una sonrisa triunfante me ofrece el termo para que lo pruebe, pero lo rechazo intentando disimular mi cara de asco.

- Me quedo con mis cafés, gracias. Solo esperemos no te dé un infarto o algo raro por ingerir eso.

- Si me diese o me pasara cualquier cosa me podrías resucitar tu doctora. Pero de momento sigo vivita y coleando, así que voy a seguir despierta un buen rato más gracias a esto. - Le da otro trago largo al té.

- Todavía faltan unos años para que sea medico, pero bueno. - Apenas voy por segundo de carrera.

- Conociendote, eres capaz de adelantar de curso.

- No te pases. Qué saque buenas notas no va a hacer que salte un curso así porque si.

- Es la verdad. Te podrías convertir en la doctora más joven del mundo.

Una doctora para el mafiosoWhere stories live. Discover now